El deber de enviar tropas a Irak
Tokio rompe moldes al mandar soldados al Golfo con la confianza de que EE UU le apoye en caso de crisis en Corea del Norte
El Gobierno japon¨¦s rechaza que su decisi¨®n de enviar 1.000 efectivos de las llamadas Fuerzas de Autodefensa a Irak haya sido motivada por "presiones de Estados Unidos", como denuncia la oposici¨®n, y sostiene que "como miembro de la comunidad internacional, Jap¨®n tiene el deber de enviar tropas para ayudar a Irak en su reconstrucci¨®n", y subraya que, de momento, no tiene intenci¨®n de retirar a su personal diplom¨¢tico de la Embajada en Bagdad. El portavoz del Ministerio de Exteriores, Hatsuhisa Takashima, que se pone cuidadosamente la chaqueta antes de iniciar la entrevista, sostiene que los soldados japoneses ir¨¢n a una "zona pac¨ªfica del sur iraqu¨ª" porque "lo ha pedido el Consejo de Gobierno" de ese pa¨ªs y porque la resistencia iraqu¨ª "s¨®lo ataca a los soldados estadounidenses".
La celebraci¨®n ma?ana de las elecciones generales y la inseguridad que se vive en Irak retrasaron el despliegue de las tropas japonesas, que deb¨ªa haberse iniciado en septiembre. Takashima indic¨® que est¨¢ previsto que el primer contingente de entre 100 y 150 hombres llegue antes de fin de a?o y el resto se ir¨¢ incorporando paulatinamente en los meses sucesivos.
"?C¨®mo vamos a pedir a Washington que nos defienda en caso de que Corea del Norte nos ataque y vamos a volverle la espalda cuando nos pide que le ayudemos en Irak?", se pregunta Dan Harada, director del Foro Nagatacho del gobernante Partido Liberal Democr¨¢tico (PLD), al analizar la decisi¨®n del primer ministro Junichiro Koizumi, que la oposici¨®n rechaza con virulencia.
Seg¨²n Harada, Koizumi no es ning¨²n "proamericano, ni ning¨²n amigo especial de George W. Bush", como le acusa la oposici¨®n, "sino un realista que sabe cu¨¢les son sus aliados y c¨®mo debe actuar para sacar el mayor beneficio mutuo y sobre todo propio". A su vez, Takashima desmiente que la actual pol¨ªtica exterior de Tokio est¨¦ centrada en Estados Unidos y Asia. "Es Europa la que est¨¢ encandilada con China y se ha olvidado de Jap¨®n", afirma.
Es la primera vez desde la derrota en la II Guerra Mundial que las Fuerzas de Autodefensa japonesas son enviadas a un pa¨ªs sin un mandato expreso de Naciones Unidas. La Constituci¨®n de 1947 impuesta a Jap¨®n por EE UU como potencia ocupante rechaza la guerra y el ej¨¦rcito, por lo que el Gobierno de Koizumi se vio obligado a "reinterpretar" su pacifismo y obtener la aprobaci¨®n del Parlamento para enviar soldados a Irak que s¨®lo empu?ar¨¢n las armas en leg¨ªtima defensa. "Responder¨¢n si son atacados".
Tokio, que se comprometi¨® en la Conferencia de Donantes de Madrid a donar 1.500 millones para la reconstrucci¨®n, dice que "est¨¢ en contra de la ocupaci¨®n iraqu¨ª" y que Washington debe devolver "lo antes posible" la soberan¨ªa de Irak a los ciudadanos de ese pa¨ªs. Takashima, sin embargo, sugiere que la resistencia que las tropas estadounidenses encuentran tal vez no proceda del pueblo iraqu¨ª. "No sabemos si [la resistencia] es gente corriente. Otros soldados no son atacados", se?ala.
En cuanto a la crisis nuclear desatada por Corea del Norte, la cuesti¨®n que m¨¢s preocupa a los japoneses despu¨¦s de los asuntos econ¨®micos, Takashima indic¨® que "es imperativo que se resuelva de forma pac¨ªfica a trav¨¦s de negociaciones y no por la fuerza". Los japoneses, que siguen traumatizados por las bombas nucleares que les lanzaron los estadounidenses en 1945 sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, ven con horror los devaneos del r¨¦gimen estalinista de Kim Jong Il con el arma nuclear. Ese miedo profundo a volver a ser blanco de una explosi¨®n semejante llev¨® al Parlamento a aprobar en junio pasado por aplastante mayor¨ªa una disposici¨®n que permite al Imperio del Sol Naciente defenderse en caso de un ataque exterior contra su territorio.
"La desnuclearizaci¨®n de Corea del Norte debe ser irreversible", dice Takashima, para indicar que Jap¨®n est¨¢ dispuesto a ser generoso en su ayuda al vecino pa¨ªs, que se encuentra en una situaci¨®n econ¨®mica desesperada, siempre y cuando se obtengan, tras las pertinentes inspecciones, garant¨ªas suficientes de que no volver¨¢n a "jugar con armas nucleares".
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