Los pol¨ªticos vuelven a las cajas
PP y PSPV utilizan los consejos de administraci¨®n de las entidades financieras para recolocar a ex cargos p¨²blicos
Casi dos a?os despu¨¦s de la victoria del PP en la Generalitat, el entonces presidente, el popular Eduardo Zaplana, encarg¨® a su consejero de Econom¨ªa, Jos¨¦ Luis Olivas, y al responsable del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), Jos¨¦ Manuel Uncio, la reforma de la ley de cajas valenciana, redactada por los socialistas, sus predecesores en el gobierno. El PP necesitaba un cambio del color pol¨ªtico en las cajas de ahorros m¨¢s r¨¢pido del que permit¨ªa la ley socialista.
En este escenario, Zaplana fue de los primeros presidentes auton¨®micos en Espa?a que ampli¨® por encima del 50% la representaci¨®n p¨²blica en las cajas, -introdujo un nuevo grupo, el de la Generalitat, a costa de impositores, empleados y entidades fundadoras- pese a las reticencias de destacados juristas, que alertaron que la naturaleza de las cajas no era, seg¨²n la ley marco espa?ola, el servir de instrumento financiero a las administraciones p¨²blicas.
En el pacto ha pesado m¨¢s el pragmatismo de los partidos que el consenso institucional
Olivas se postula como presidente de Bancaixa tras el ejercicio de posibilismo de Camps
Zaplana sigui¨® adelante y, en un intento de acallar las acusaciones de politizaci¨®n que le lanzaba la oposici¨®n, introdujo en la reforma de la ley de cajas un r¨¦gimen de incompatibilidades que imped¨ªa la presencia de cargos p¨²blicos electos en los ¨®rganos de gobierno de las cajas. El PP vendi¨® esta reforma como la de la "despolitizaci¨®n" pese al aumento de peso que obten¨ªan las administraciones p¨²blicas.
Seis a?os despu¨¦s, el PP se ha visto obligado, por una ley redactada y aprobada por el Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, a desandar el camino y recortar la presencia del sector p¨²blico en estas entidades financieras que, parad¨®jicamente, viene acompa?ada del regreso de pol¨ªticos relevantes vinculados al Consell. En Bancaixa estar¨¢n el ex consejero de Sanidad Joaqu¨ªn Farn¨®s y el que fuera hasta hace cinco meses presidente de la Generalitat, Jos¨¦ Luis Olivas, cuyo nombre se baraja adem¨¢s para presidir la caja valenciana a partir del 15 enero. En el cupo del PSPV aparece el ex director general de Trabajo de la Generalitat y ex secretario comarcal del partido Eduardo Montesinos y tambi¨¦n se baraja el secretario de Finanzas, Josep Mar¨ªa Catalu?a, ¨¦ste por designaci¨®n de los ayuntamientos.
Los socialistas, que se opusieron a la reforma de Zaplana, han optado desde entonces por pactar proceso a proceso, a excepci¨®n de la ¨²ltima renovaci¨®n en 2001, en la que el PP hizo valer su mayor¨ªa absoluta para adjudicarse todo el cupo de la Generalitat. Un proceso que dirigieron personalmente los entonces vicepresidentes del Consell Jos¨¦ Luis Olivas (Bancaixa) y Jos¨¦ Joaqu¨ªn Ripoll (Caja de Ahorros del Mediterr¨¢neo).
Ni socialistas ni Esquerra Unida (ahora L'Entesa), que exig¨ªan al Consell un reparto proporcional de consejeros acorde con su peso en las Cortes, colocaron a uno s¨®lo de los nuevos consejeros.
Las tensiones que vive el PP y el nuevo pragmatismo del que hacen gala los socialistas valencianos parecen determinantes en la gestaci¨®n del pacto cerrado esta semana por los tres grupos pol¨ªticos salidos de las urnas el pasado 25 de mayo. El PSPV, cuyo secretario general, Joan Ignasi Pla, ha dirigido personalmente la negociaci¨®n, ha renunciado a la proporcionalidad, que los populares se han negado de nuevo a otorgarle, a cambio de asegurarse el 50% de las plazas que se renuevan en los consejos de administraci¨®n de las cajas. Estaba adem¨¢s el temor de los socialistas a peder la minor¨ªa de bloqueo necesaria de cara a una hipot¨¦tica fusi¨®n. Un dirigente del PSPV resum¨ªa poco despu¨¦s de hacerse oficial la opini¨®n del partido acerca del acuerdo. "No estamos satisfechos con el pacto", reconoc¨ªa, si bien valoraba la obtenci¨®n del 50% de los puestos en el consejo de las cajas y restablecer el di¨¢logo con el Consell.
En el pacto ha estado m¨¢s presente el pragmatismo de los partidos que el consenso institucional. El Consell que preside Francisco Camps lleg¨® tarde a la negociaci¨®n para renovar los ¨®rganos de gobierno de las tres cajas de ahorro valencianas, sobre todo en el caso de Bancaixa, la ¨²nica de las entidades que est¨¢ obligada a renovar el cargo de presidente en este proceso.
La biso?ez del consejero de Econom¨ªa, Gerardo Camps, en esta clase de procesos y la falta de visi¨®n para comprender que las cajas -adem¨¢s de ser un instrumento financiero potent¨ªsimo capaz de impulsar o frenar las pol¨ªticas del Consell- son organismos cruciales en el complicado juego de contrapesos de los partidos pol¨ªticos, explican la p¨¦rdida de protagonismo del Ejecutivo en una negociaci¨®n vital para sus intereses.
Con el Consell en fuera de juego, fue la direcci¨®n regional del PP, liderada por Eduardo Zaplana, la que tom¨® las riendas de la negociaci¨®n. Una negociaci¨®n centrada en eliminar el principal obst¨¢culo de una estrategia h¨¢bilmente planificada: dejar libre la presidencia de Bancaixa. Una vacante que pasaba por la renuncia del actual titular, Julio de Miguel, que aspiraba a ser reelegido con el apoyo de Francisco Camps. Con Julio de Miguel fuera de juego, la direcci¨®n regional del PP pasaba a dominar el tablero de juego.
El portavoz parlamentario y presidente provincial del PP en Valencia, Seraf¨ªn Castellano, sal¨ªa reforzado para abordar la negociaci¨®n con la oposici¨®n; Jos¨¦ Luis Olivas observaba c¨®mo su anhelo de presidir Bancaixa cobraba cuerpo -ahora como candidato de consenso entre el PP y el Consell tras el ejercicio de posibilismo de Francisco Camps y la alcaldesa de Valencia, Rita Barber¨¢, que se hab¨ªan quedado sin candidato en la ¨²ltima recta de la carrera-; y la oposici¨®n volv¨ªa a ser consciente de que al Grupo Popular no le temblar¨ªa el pulso en la negociaci¨®n.
Desde esta posici¨®n de fuerza, los populares estaban ya listos para ofrecer a los socialistas un pacto que no podr¨ªan rechazar y que habr¨ªan mantenido incluso si el PSPV hubiese mostrado m¨¢s resistencia de la inicial. Como ya ocurri¨® en el ¨²ltimo proceso de renovaci¨®n, donde la exclusi¨®n en el cupo de la Generalitat no se repiti¨® en el grupo de los ayuntamientos, el PP siempre ha tenido clara la necesidad de corresponsabilizar a los socialistas en la gesti¨®n de las cajas de ahorro; donde hasta ahora se han adoptado decisiones de dudosa rentabilidad social y econ¨®mica como la asunci¨®n de riesgos en Terra M¨ªtica. En esta ocasi¨®n, el pacto entre populares y socialistas ha arrastrado tambi¨¦n a L'Entesa, necesitada de abandonar su imagen de coalici¨®n antisistema y proyectar su voluntad de gobernar y participar en los principales foros institucionales.
La partida, sin embargo, seguir¨¢ abierta hasta que el 15 de enero se nombren a los componentes del consejo de administraci¨®n de Bancaixa.
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