El jefe de las Fuerzas Armadas de Colombia renuncia en plena cadena de dimisiones

"Soy un soldado viejo que cumpli¨® con su deber", dijo el comandante general de las fuerzas militares, el general Jorge Enrique Mora, al explicar a la prensa que su renuncia, acordada desde hace un mes, fue aceptada ayer, mi¨¦rcoles, por el presidente de Colombia, ?lvaro Uribe. El alto oficial se retira a partir del martes, cuando toma posesi¨®n el nuevo ministro de Defensa. La noticia, presentada como un cambio normal en la c¨²pula militar, se produce en medio de una cascada de dimisiones en el Gobierno, que incluye ya a tres ministros y al mando de la Polic¨ªa Nacional.

A la renuncia del ministro del Interior se han sumado la de las titulares de Defensa y Medio Ambiente, Vivienda y Desarrollo. A esta ¨²ltima se le acept¨® la renuncia el martes en la noche, poco antes de que una aut¨¦ntica purga en la polic¨ªa dejara fuera de la instituci¨®n a su comandante y a cinco altos oficiales m¨¢s.

En la ma?ana del martes, en un inusual comunicado, el presidente Uribe hab¨ªa mostrado su "disgusto" por el ¨²ltimo de una cadena de esc¨¢ndalos en esta instituci¨®n: los gastos suntuarios en la Direcci¨®n de la Polic¨ªa de Medell¨ªn; cenas de m¨¢s de 400 euros, whisky, joyas... Fue la gota que rebas¨® la copa. El diario El Tiempo, en su edici¨®n del mi¨¦rcoles publicaba la la lista de los ¨²ltimos 11 esc¨¢ndalos que implican a altos oficiales -entre ellos los jefes de seguridad del anterior presidente y del actual mandatario-, que van desde devoluci¨®n a la mafia de cargamentos de coca¨ªna incautados, pasando por robo de gasolina, irregularidades en la interceptaci¨®n de llamadas, participaci¨®n en bandas de atracadores y secuestradores y desv¨ªo de los fondos de EE UU para la lucha antinarc¨®ticos.

El m¨¢s grave, sin duda, fue la devoluci¨®n, a comienzos de este a?o en la ciudad caribe?a de Barranquilla, de tres toneladas de coca¨ªna que representaron el pago de un soborno de m¨¢s de 700.000 euros. Se destap¨® un verdadero nido de corrupci¨®n que implicaba a varios estamentos de la instituci¨®n policial.

La actitud del general Teodoro Campo, quien trat¨® de ocultar el esc¨¢ndalo con informaciones a medias, min¨® la credibilidad de la polic¨ªa.

Llamado al servicio

En un debate celebrado en el Congreso se le pregunt¨® a la ministra de Defensa saliente: "?Por qu¨¦ contin¨²a el general Teodoro Campo como director de la polic¨ªa?". Campo se encontraba ya retirado y fue llamado de nuevo a servicio por el presidente Uribe para hacer frente a los graves problemas de la instituci¨®n, dividida por intrigas internas. Su inusual nombramiento, las medidas dr¨¢sticas que tom¨® -como enviar agentes administrativos a frentes de conflicto, suspensi¨®n de contratos- no hab¨ªan sido bien vistas por los sectores policiales contrarios al general Campo, al que, finalmente, el presidente Uribe ha acabado aceptando su renuncia.

Entre los generales que cayeron se encuentran Luis Alfredo Rodr¨ªguez, director operativo de la instituci¨®n, y el comandante de la polic¨ªa de Medell¨ªn, Leonardo Gallego, quien fue destituido.

La cascada de renuncias y destituciones es la primera gran crisis que sufre el Gobierno de Uribe. Se produce despu¨¦s de la doble derrota electoral del pasado octubre: el Ejecutivo no logr¨® sacar adelante un refer¨¦ndum presentado por el propio Gobierno y perdi¨® espacio ante la izquierda democr¨¢tica en las elecciones regionales.