"Para cazar a Bin Laden no basta con un Chacal", afirma Frederick Forsyth
El novelista narra en 'Vengador' la persecuci¨®n de un criminal por un ex 'boina verde'
El regreso de Frederick Forsyth en el convulso mundo tras el 11-S se produce con una novela, Vengador (Plaza & Jan¨¦s), en la que un cazador de hombres profesional con tantos recursos como aquel Chacal que hizo c¨¦lebre al escritor persigue tenazmente a un criminal. Significativamente, Osama Bin Laden, aunque no es la presa, aparece en la trama. "Para cazar a Bin Laden no basta con un solo hombre", dijo ayer Forsyth en Barcelona. El autor opina que el l¨ªder de Al Qaeda puede tardar en caer, pero que la captura de Sadam Husein no se demorar¨¢ mucho.
Vengador es la historia de un ex miembro de las fuerzas especiales estadounidenses curtido en Vietnam que se dedica a perseguir asesinos por encargo de particulares. Un millonario le contrata para encontrar y capturar al escurridizo y desalmado jefe de una banda paramilitar serbia -estilo Arkan- responsable del asesinato de su nieto, cooperante en Bosnia. La acci¨®n (que culmina el d¨ªa antes del 11-S) se desarrolla en distintas partes del mundo y los sucesos, los personajes y su pasado van encajando como un asombroso mecanismo de relojer¨ªa. Visto c¨®mo act¨²a el cazador profesional, es una l¨¢stima que no buscara a Bin Laden (vinculado al relato en una trama paralela). "No, lo siento", admite con una sonrisa Forsyth (Ashford, Reino Unido, 1938). "Para ello hubiera tenido que entrar en Afganist¨¢n a fin de documentarme, y no creo que hubiera sido bien recibido por los talibanes, que estaban entonces en el poder". ?Es sorprendente que no lo atrapen los EE UU? "No, la zona en que se encuentra es impenetrable incluso para las fuerzas especiales, y est¨¢ protegido por las tribus. Si Bin Laden se mantiene en movimiento constante y sin utilizar un tel¨¦fono m¨®vil puede durar mucho tiempo. Pero tarde o temprano cometer¨¢ un error. Dos veces despu¨¦s del 11-S han estado ya a punto de cazarlo".
En cuanto a Sadam, "es mucho m¨¢s posible que lo atrapen; casi seguro que est¨¢ dentro de Irak y all¨ª no hay monta?as para esconderse. Debe moverse de casa en casa, con un grupo de seguidores fan¨¢ticos que se va reduciendo. Las fuerzas especiales aliadas cada d¨ªa reciben m¨¢s informaci¨®n, porque cada d¨ªa m¨¢s gente cambia de lado". Sorprende la visi¨®n optimista que tiene Forsyth de la situaci¨®n posb¨¦lica en Irak. "La situaci¨®n no es tan mala como nos cuentan", opina el novelista, que achaca los atentados contra la presencia extranjera a combatientes no iraqu¨ªes. As¨ª pues, no cree en una vietnamizaci¨®n de la situaci¨®n. "No, no. Es muy diferente. All¨ª los EE UU ten¨ªan en contra al 90% de la poblaci¨®n, y aqu¨ª se trata de menos del 10%". Adem¨¢s, en Vietnam estaba la jungla, el mejor lugar para esconderse del mundo". En esa jungla transcurre una parte de Vengador. ?Es cierto que EE UU ten¨ªa una unidad especializada para combatir en los t¨²neles del Vietcong? "Absolutamente, aunque poca gente lo sabe. Eran unos 350, murieron un centenar y el 100%, todos, resultaron heridos. El escenario era tan claustrof¨®bico que a un observador que se introdujo en los t¨²neles de Cu Chi tuvieron que evacuarlo a rastras aullando de p¨¢nico". La novela presenta a los miembros de las fuerzas especiales como gente poco menos que estupenda. ?Son as¨ª? "Conozco a los SAS brit¨¢nicos mejor que a los de los grupos estadounidenses. Son extremadamente duros, pero no s¨¢dicos". Pues mire que hay gente que los tiene por desequilibrados. "Es por culpa del cine. Hay que tener cierta mentalidad para superar el entrenamiento, pero no emplean la violencia por la violencia".
En la novela, un personaje sostiene que a EE UU se le odia hoy en el mundo por envidia. "Eso creo yo. Y ese odio, sobre todo en el caso de los europeos, es incomprendido por los norteamericanos y les provoca ira". Forsyth considera parad¨®jico que se juzgue con distinto rasero las intervenciones en Kosovo y en Irak. "Sabemos que no hab¨ªa armamento de destrucci¨®n masiva, pero bueno, tampoco lo hab¨ªa en Kosovo y se atac¨® por la misma causa: para derrotar a un tirano e impedir un genocidio. ?Es que no era peor Sadam que Milosevic? En fin, el ¨¦xito ya est¨¢: Sadam no volver¨¢".
Tras el 11-S, Forsyth declar¨® que a partir de entonces ser¨ªa dif¨ªcil sorprender a un lector de thrillers. "Fue tan extra?o lo que pas¨®. ?Qu¨¦ puede haber m¨¢s raro y catastr¨®fico? S¨®lo una bomba at¨®mica". C¨¢spita, ?lo veremos? "Desde hace a?os, EE UU est¨¢ comprando todas las armas nucleares de la ex URSS para impedir que caigan en manos de terroristas. Pero faltan cien". ?Bin Laden? "Si tuviera la capacidad de hacer algo as¨ª ya lo hubiera hecho. Pero Al Qaeda es s¨®lo un paraguas; debajo hay un centenar de grupos, y uno de ellos puede tener un golpe de suerte". En ese panorama, "quiz¨¢ pa¨ªses como Francia y Alemania lo que est¨¢n tratando de hacer es apartarse de la l¨ªnea de tiro". ?Espa?a ser¨ªa entonces mayor diana? "?ste es un mundo muy peligroso. Nadie est¨¢ a salvo".
Babelia
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