El ocaso de la oligarqu¨ªa valenciana

Los cambios que se adivinaban en la sociedad valenciana de finales del XIX y principios del XX asustaron a la clase acomodada, heredera, entre otras cosas, de vicio, corrupci¨®n y explotaci¨®n para mantener un estatus de ostentaci¨®n y derroche. Vicente Blasco Ib¨¢?ez, retratista literario por excelencia de la forma y el fondo de la oligarqu¨ªa valenciana, buce¨® tambi¨¦n en el deterioro de los pudientes amenazados por cambios que acabar¨ªan perdiendo poder, y plasm¨® sus conocimientos en Arroz y tartana. Eran tiempos en los que la clase se med¨ªa por los fastos en una cena y por el despliegue del servicio en palacetes cargados de tesoros cer¨¢micos y pict¨®ricos. Eran tiempos, en definitiva, en los que enriquecerse ya empezaba a asociarse a la Bolsa y la especulaci¨®n, en los que el peque?o comercio marcaba el desarrollo de las ciudades y abr¨ªa posibilidades a sectores sociales hasta entonces marginados, y en los que la doble moral condenaba y bendec¨ªa en funci¨®n de los apellidos.

El reparto est¨¢ encabezado por Carmen Maura, Pepe Sancho y Eloy Azor¨ªn

En esa transici¨®n viv¨ªa, en el coraz¨®n de la ciudad, do?a Manuela, papel interpretado por Carmen Maura, una viuda con dos hijas y un hijo obsesionada por el dinero a cualquier precio para mantener las apariencias. En su declive imparable le acompa?an T¨ªo Juan (Pepe Sancho) y Juanito (Eloy Azor¨ªn). La adaptaci¨®n en formato miniserie de una de las m¨¢s brillantes novelas de Blasco Ib¨¢?ez pas¨® por las manos de Horacio Valc¨¢rcel para elaborar el gui¨®n y por las de Jos¨¦ Antonio Escriv¨¢ para dirigir la producci¨®n. TVE-1 emitir¨¢ ¨ªntegramente Arroz y tartana el pr¨®ximo jueves (22.00). La cadena p¨²blica lleva a la pantalla una de las escasas obras del escritor valenciano que no se ha traducido en im¨¢genes.

Escriv¨¢, que devolvi¨® cien a?os atr¨¢s casi una docena de escenarios urbanos de Valencia y de X¨¤tiva en un rodaje que dur¨® dos meses, entre febrero y marzo pasados, asegur¨® en una rueda de prensa que "el proyecto ha sido emocionante, con un preciso trabajo de localizaci¨®n y de vestuario siguiendo las minuciosas descripciones de la obra de Blasco Ib¨¢?ez en una de sus grandes obras donde se adivinan grandes elementos de modernidad".

Arroz y tartana, que cont¨® con un presupuesto de 2,4 millones de euros en una coproducci¨®n entre la Generalitat Valenciana y TVE, ha sido para Carmen Maura "un lujo". Para la actriz, su personaje est¨¢ "cargado de dramatismo, lleno de emociones encontradas, temeroso y valiente a la vez". Maura asegur¨® sentirse "fascinada desde el principio con una historia muy intensa". Escriv¨¢ reconoci¨® que la actriz no dud¨® en "subirse a la tartana" en cuanto le propuso el papel. Para la actriz, la producci¨®n tiene categor¨ªa suficiente para pasearse por el extranjero. "No tenemos nada que envidiar a las series que se hacen en Europa", dijo. Escriv¨¢, por su parte, destac¨® el "excelente trabajo" del guionista, ya que Arroz y tartana es una "obra con poco di¨¢logo".

El paseo por la historia ¨ªntima de una mujer vanidosa, ambiciosa, clasista, derrochadora y profundamente sola se acompa?a de un montaje propio de una superproducci¨®n para la gran pantalla. Escriv¨¢ apost¨® por los exteriores y una f¨®rmula de recrear los espacios que incluye juegos de tiempos y de colores ayudados por la m¨²sica de Enric Murillo.

El viaje de Escriv¨¢ por la novela de Blasco Ib¨¢?ez tiene mucho de hist¨®rico, y muestra con gran verosimilitud la vida en los mercados, la fiesta de las fallas, el boato de las familias ricas... y refleja menos la tensi¨®n, el drama y la amargura que viven los protagonistas. Pepe Sancho explic¨® que la fuerza del trabajo de Escriv¨¢ se basaba tambi¨¦n en "la contenci¨®n de los personajes". Sancho encarna

a "un hombre precavido personal y pol¨ªticamente que no se deja llevar por la fanfarria", seg¨²n sus propias palabras.

Con esta miniserie regresa a la peque?a pantalla Carmen Maura, una actriz que no se prodiga mucho en el medio. "Tengo muy buena relaci¨®n con la televisi¨®n y me gusta la repercusi¨®n que tiene para lo bueno y para lo malo, pero el cine me absorbe demasiado", declar¨® la actriz, y a?adi¨® que recuerda el rodaje de esta serie como uno de los m¨¢s divertidos de su trayectoria profesional, a la altura de La comunidad o La ley del deseo.