Thomas Vinterberg convierte a los daneses en refugiados clim¨¢ticos en su primera serie
El director de ¡®Otra ronda¡¯ debuta en la televisi¨®n con ¡®Familias como la nuestra¡¯, una historia que pone en el centro el amor y la familia. ¡°La empat¨ªa humana desaparece en momentos de crisis¡±, dice el cineasta
En un futuro pr¨®ximo, la subida del nivel del agua por el cambio clim¨¢tico obliga al gobierno de Dinamarca a tomar una decisi¨®n radical: evacuar el pa¨ªs. Casi de la noche a la ma?ana, los cerca de seis millones de ciudadanos del pa¨ªs n¨®rdico se convierten en refugiados en busca de un nuevo lugar en el que instalarse. El punto de partida de Familias como la nuestra, la serie creada por el cineasta Thomas Vinterberg (Frederiksberg, Dinamarca, 55 a?os), que emite Movistar Plus+, es pura ficci¨®n. ¡°Es un experimento mental, Dinamarca no est¨¢ a punto de ahogarse, y seg¨²n los cient¨ªficos, llevar¨ªa bastante tiempo¡±, aclara el realizador. Pero esta distop¨ªa muy realista le sirve al director de Otra ronda y La caza para hacerse un pu?ado de preguntas para las que no ha encontrado respuesta: ¡°?C¨®mo reaccionar¨ªamos ante una crisis as¨ª? ?C¨®mo afrontar¨ªamos tiempos en los que la empat¨ªa cae y no podemos darnos el lujo de proteger a todo el mundo sino solo a los m¨¢s cercanos? ?C¨®mo de capaces somos los occidentales de reinventarnos en un mundo nuevo?¡±, piensa Vinterberg en voz alta.
El director visit¨® Barcelona a mediados de octubre para presentar su serie con motivo del Serielizados Fest. Habla despacio, pensando bien las respuestas mientras reflexiona sobre su propio trabajo. ¡°No estoy seguro de haber entendido mi trabajo todav¨ªa, siempre aprendo sobre lo que he hecho mientras hablo con los periodistas sobre ¨¦l¡±, dice. Aunque el tel¨®n de fondo de su nueva creaci¨®n es muy ambicioso, la historia se desarrolla poniendo el foco en los problemas que encara una familia concreta en esa situaci¨®n. Y en particular, el dilema al que se enfrenta una adolescente, que tendr¨¢ que elegir entre seguir a su novio, ayudar a su madre o decantarse por la protecci¨®n que le ofrece su padre.
Aunque el cineasta no ha encontrado respuestas a las preguntas que plantea la serie, s¨ª ha llegado a algunas conclusiones que afectan a sus protagonistas. ¡°He aprendido que la empat¨ªa humana desaparece en momentos de crisis. Pero, tambi¨¦n, que regresa r¨¢pidamente en cuanto la crisis se ha superado. Los humanos somos criaturas sociales de nacimiento, a menos que seas un psic¨®pata, por supuesto. Tambi¨¦n que tenemos una gran poblaci¨®n, especialmente j¨®venes, que desean con mucha fuerza cambiar su comportamiento por el clima, pero no lo hacen, no pueden. Vuelan m¨¢s y m¨¢s y compran m¨¢s y m¨¢s ropa. Un ser humano cambia muy poco en su vida, pero las poblaciones cambian todav¨ªa menos. Asumo que hay mucho de sentir que lo que se haga ser¨¢ insuficiente. La gente no lee esas p¨¢ginas en los peri¨®dicos, incluido yo mismo. Hay algo de creer que, si lo ignoras, no existe. Es un poco como estar sentado en primera clase en el Titanic y escuchar que el agua entra en tercera y cuarta clase mientras sigues comiendo. Pero aun as¨ª soy optimista por alguna raz¨®n nada cient¨ªfica¡±, reflexiona el director.
Familias como la nuestra es el primer trabajo de Vinterberg tras Otra ronda, que gan¨® el Oscar a la mejor pel¨ªcula internacional y con la que estuvo nominado al premio a la mejor direcci¨®n. ¡°Siempre, desde que hice mi primera pel¨ªcula all¨¢ por el siglo XVIII, Celebraci¨®n, he querido hacer una serie. En este caso, quer¨ªa quedarme con esos personajes y ense?ar las partidas, las despedidas, pero tambi¨¦n c¨®mo se reinventaban para mostrar esperanza, tener todo el camino. Necesitaba m¨¢s tiempo y m¨²ltiples personajes¡±, explica su decisi¨®n de tratar esta historia en el formato seriado.
En cualquier caso, no ha variado mucho su forma de trabajar entre rodar una pel¨ªcula y una serie, m¨¢s all¨¢ de la extensi¨®n del rodaje. ¡°Le a?ad¨ª algunos cliffhangers y esas cosas que he aprendido de mis amigos del negocio de la televisi¨®n. Pero el proceso de continuar trabajando tantos, tantos d¨ªas, como 110 d¨ªas frente a los 30 de una pel¨ªcula, produce creatividad. En alg¨²n momento del proceso te olvidas de tu propia autocensura y te olvidas de ti, no miras atr¨¢s y solo quieres rodar y seguir adelante. Esa es una gran posici¨®n para favorecer la creatividad. Mi esposa, que es mucho m¨¢s inteligente que yo y es vicaria de la iglesia luterana, dice que si pones tu mirada en algo que no seas t¨² mismo, puedes experimentar un gran momento de felicidad, y eso es lo que hacemos cuando creamos¡±.
Para Vinterberg, m¨¢s all¨¢ de los grandes temas en los que se mueve la trama de su serie, subyace la idea de que ¡°mientras que un pa¨ªs desaparece, el amor permanece¡±. ¡°Es sobre la elecci¨®n entre el amor narcisista y el amor generoso, sobre el amor en todas sus formas¡±, a?ade. La familia es un tema recurrente en la producci¨®n del realizador dan¨¦s. ¡°Es una instituci¨®n que representa la claustrofobia y, al mismo tiempo, el amor eterno, la lealtad y conflictos, todo a la vez. Es como un crisol que describe la vida al completo. Dram¨¢ticamente, es una instituci¨®n perfecta para investigar a los seres humanos. Yo vengo de una estructura familiar muy inusual, crec¨ª en una comuna hippie, lo que de alguna forma es un gran experimento familiar. Quiz¨¢ por eso me ha interesado mucho el tema siempre, la solidaridad, los grupos frente al individuo, m¨¢s que la familia en s¨ª. Si te fijas, Otra ronda es un grupo, una familia de amigos. Eso es lo que me interesa, la uni¨®n¡±, dice.
El pr¨®ximo proyecto de Vinterberg, creador del movimiento Dogma junto a Lars von Trier, tambi¨¦n ser¨¢ una serie, la adaptaci¨®n del libro Los hermanos Coraz¨®n de Le¨®n, de Astrid Lindgren (Pippi Calzaslargas). Parece que se ha aficionado al medio, como ha ocurrido con muchos otros cineastas en los ¨²ltimos a?os. ¡°Por un lado, est¨¢ la cuesti¨®n de d¨®nde puedes contar historias con una cierta integridad y un nivel art¨ªstico. Cada vez es m¨¢s problem¨¢tico contar dramas desafiantes y llevar a la gente a comprar una entrada de cine para verlos. Creo que hay una crisis profunda en el cine que ha hecho que mucha gente se mueva hacia la televisi¨®n. Y luego, por supuesto, encontramos que es un medio muy interesante. Entras en las casas de la gente durante un tiempo largo y sigues con tus personajes durante m¨¢s tiempo. Pero claro, obviamente pierdes el sentimiento de comunidad de la experiencia en el cine¡±, explica. ?Seguir¨¢ explorando la televisi¨®n o tiene planes para regresar al cine? ¡°Depende de la historia y del material. A¨²n hay pel¨ªculas que quiero hacer¡±.
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