Duran Lleida culpa a Maragall de la derrota "contundente y sin paliativos" de los socialistas

Los dirigentes de Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU) culparon ayer directamente a Pasqual Maragall de la derrota electoral sufrida por los socialistas catalanes el pasado domingo. "Ha sido una derrota contundente, sin paliativos y sin matices", afirm¨® ayer el secretario general de la federaci¨®n, Josep Antoni Duran Lleida, tras la reuni¨®n de la ejecutiva de CiU. Duran se regode¨® con los resultados del Partit dels Socialistes y de su "incapacidad", dijo, "por no haber sabido aprovechar el desgaste de CiU". Con todo, Duran reconoci¨® que su partido "no podr¨¢ cerrar los ojos a la p¨¦rdida de 10 diputados".

La breve reuni¨®n de la ejecutiva nacionalista sirvi¨® ayer para "saborear" la s¨¦ptima victoria consecutiva de CiU y para designar a las dos personas -Artur Mas y Josep Antoni Duran Lleida- que se encargar¨¢n de explorar un posible pacto de legislatura con Esquerra Republicana (ERC) [v¨¦ase la p¨¢gina anterior]. Los dirigentes de CiU sortearon cualquier autocr¨ªtica sobre sus resultados -10 parlamentarios menos y un descenso de casi 7 puntos porcentuales- porque "en la primera reuni¨®n no debemos martirizarnos", manifest¨® Duran. No obstante, agreg¨® que CiU "no puede cerrar los ojos y tendr¨¢ que hacer balance".

El secretario general de la federaci¨®n extrajo sus propias conclusiones sobre la jornada del domingo. Primero, CiU gan¨® las elecciones y, por tanto, Artur Mas debe ser el pr¨®ximo presidente de la Generalitat. Segundo, en el futuro Parlamento catal¨¢n habr¨¢ una "clara mayor¨ªa nacionalista", integrada por CiU y ERC. Y tercero, Maragall es el "responsable de la gran derrota, contundente, sin matices ni paliativos" del Partit dels Socialistes (PSC). "Si yo estuviera en su lugar s¨¦ lo que har¨ªa, pero no nos corresponde a nosotros enjuiciar y menos decidir", asegur¨® Duran, insinuando que el candidato socialista deber¨ªa dimitir.

El l¨ªder democristiano hurg¨® todav¨ªa m¨¢s en la herida y culp¨® a los socialistas de no "haber sabido aprovechar el desgaste de CiU" por los 23 a?os de Gobierno y sus pactos con el Partido Popular, que tanto rechazo generan entre las bases nacionalistas.

Los resultados evidencian esta erosi¨®n, sobre todo en el temido trasvase de votos de la federaci¨®n nacionalista hacia Esquerra. Lo dijo Artur Mas en su primera comparecencia en la noche del domingo: se trata de administrar "con humildad" el veredicto de las urnas, que ha sido severo con los dos partidos mayoritarios, CiU y el PSC.

En total, la federaci¨®n nacionalista ha obtenido 1.018.115 votos, 160.000 menos que en 1999, el primer a?o en que se presentaba Pasqual Maragall como candidato del PSC, y un poco m¨¢s de 300.000 menos en comparaci¨®n con 1995, a?o en que el contrincante de Jordi Pujol fue el entonces alcalde de Girona, Joaquim Nadal, y en que empez¨® el declive de CiU.

CiU ha ganado en toda Catalu?a excepto en la provincia de Barcelona, donde lo ha hecho el PSC. En Barcelona, la federaci¨®n nacionalista ha perdido m¨¢s de 120.000 votos y 6 diputados, los mismos esca?os que ha ganado ERC. El esquema se repite, con matices, a lo largo y ancho del territorio catal¨¢n, donde el trasvase de votos de CiU a los independentistas es m¨¢s que aparente. En este sentido, se ha cumplido uno de los principales temores de los dirigentes nacionalistas, el crecimiento de ERC a costa, principalmente, de CiU.

En Girona, los nacionalistas han sufrido los efectos de la divisi¨®n interna y las pugnas en Uni¨® Democr¨¤tica. Los apoyos a CiU han sido 19.000 menos que en 1999, que se traducen en una reducci¨®n de dos esca?os, de cuatro a dos. Es la misma cifra de diputados que ganan los republicanos. En Lleida, la rebaja de votos -de 91.199 en 1999 a 83.636- les ha restado un diputado. Y en Tarragona, la federaci¨®n se ha quedado con otro esca?o menos, al ver reducidos sus apoyos en 10.800 votos.