La Fundaci¨®n Mir¨® presenta la primera retrospectiva de Chillida tras su muerte
El Rey inaugura en Barcelona la exposici¨®n, que re¨²ne un centenar de obras de 1948 a 2000
"Los exploradores nunca saben lo que est¨¢ delante", dec¨ªa Eduardo Chillida (San Sebasti¨¢n, 1924-2002). Los nuevos caminos que explor¨® para el arte el gran escultor vasco pueden disfrutarse hasta el 25 de enero en la Fundaci¨®n Mir¨® de Barcelona en lo que es la primera gran retrospectiva del artista tras su muerte. La exposici¨®n, que ayer inaugur¨® el Rey en su primera visita a la fundaci¨®n catalana, est¨¢ integrada por 102 obras entre esculturas, dibujos, terracotas y "gravitaciones" realizadas entre 1948 y 2000. La mayor¨ªa de las obras de la exhibici¨®n, que patrocina la Fundaci¨®n BBVA, proceden de Chillida-Leku, aunque hay importantes aportaciones de 23 colecciones de todo el mundo.
Chillida es la segunda gran exposici¨®n que la Fundaci¨®n Mir¨® dedica a este artista clave en la evoluci¨®n de la escultura del siglo XX. La primera, celebrada en 1986, reuni¨® una selecci¨®n de sus grandes esculturas p¨²blicas y el montaje exigi¨® grandes refuerzos para sostener el suelo del edificio, dado el enorme peso de las obras. En esta ocasi¨®n, aunque hay algunas obras de envergadura, la mayor¨ªa de las piezas son de peque?o tama?o. "Aquella fue una exposici¨®n ¨¦pica y ¨¦sta es mucho m¨¢s l¨ªrica", coment¨® Rosa Maria Malet, directora de la Fundaci¨®n Mir¨® de Barcelona, que tambi¨¦n la compar¨® con "un cuarteto de cuerda". Se ha buscado, a?adi¨®, ofrecer una visi¨®n panor¨¢mica de toda su trayectoria y realzar, adem¨¢s, la relaci¨®n entre las diferentes piezas.
Don Juan Carlos, que conoce bien la obra de Chillida -una de sus esculturas est¨¢ instalada en La Zarzuela-, presidi¨® la inauguraci¨®n y recorri¨® pausadamente las salas acompa?ado del presidente de la Generalitat en funciones, Jordi Pujol; la ministra de Administraciones P¨²blicas, Julia Garc¨ªa Valdecasas; el alcalde de Barcelona, Joan Clos, y el presidente del BBVA, Francisco Gonz¨¢lez, entre otras autoridades. Con todo, uno de los papeles protagonistas fue para la viuda del artista, Pilar Belzunce, que estuvo acompa?ada por siete de sus ochos hijos y varios nietos. Entre ellos estaba Luis Chillida, director de Chillida-Leku, que gestiona la familia y responsable de la selecci¨®n de las obras junto a Rosa Maria Malet. De hecho, casi un 70% de las piezas provienen del museo de Hernani (Guip¨²zcoa) que el artista plane¨® y habilit¨® a lo largo de 20 a?os antes de abrirlo al disfrute del p¨²blico.
"Una escultura depende mucho del lugar en el que se sit¨²a, y en el contexto de la Fundaci¨®n Mir¨® hay muchas obras que tenemos en Chillida-Leku que aqu¨ª parecen otra cosa muy distinta", indic¨® Luis Chillida, que resalt¨® tambi¨¦n la gran amistad que mantuvieron Joan Mir¨® y Chillida. "Se conocieron en los a?os cincuenta en Par¨ªs", coment¨®. "Mir¨® era mayor y fue un poco el gu¨ªa de mis padres en aquellos primeros a?os parisinos. Les indicaba cu¨¢les eran los mejores lugares para vivir, visitar o comer, y poco a poco se fue creando entre ellos una complicidad intensa. Mi madre siempre explica que durante la ¨¦poca de transici¨®n en Espa?a, en la que todo estaba muy politizado y los artistas recib¨ªan continuamente manifiestos para que apoyaran una u otra causa, al poco de recibir el manifiesto siempre llegaba despu¨¦s la llamada de Mir¨® preguntando '?qu¨¦ hacemos?".
Luis Chillida se refiri¨® tambi¨¦n al proyecto para la monta?a de Tindaya, en Fuerteventura, en cuyo interior el artista planeaba excavar un gran cubo en el que imaginaba un espacio de resonancias m¨ªsticas que reflejar¨ªa la peque?ez del hombre ante el universo. "Fue uno de sus grandes sue?os y parece que ahora, despu¨¦s de su muerte, est¨¢ empezando a hacerse posible", indic¨®. "Seg¨²n los estudios t¨¦cnicos realizados hasta ahora parece que la monta?a acepta el proyecto, que afecta s¨®lo al 0,3% de la superficie de Tindaya. Dentro de poco comenzar¨¢n las catas, que se har¨¢n sin da?ar la monta?a porque nunca ha sido ¨¦sta la intenci¨®n, sino que se trata de un proyecto ecologista. El problema surgir¨¢ si se precisa variar algo para hacerlo viable porque esto era posible cuando ¨¦l estaba vivo, pero nosotros no podemos cambiar nada. De todas maneras, cada vez soy m¨¢s optimista".
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