Noticias del barrio
Se celebraron las elecciones, las m¨¢s esperadas, codiciadas elecciones despu¨¦s de 23 a?os de pujolismo rampante, y en mi barrio todav¨ªa los hay que se preguntan si ha ganado la izquierda o el nacionalismo. Afortunadamente, la mayor¨ªa sabemos que ha ganado la democracia -ha crecido el voto-, y nos importan tres leches lo que opinen el presidente de Extremadura, el gallego Rajoy o Juan Centella.
Como dijo Maruja Torres en el dominical de este peri¨®dico, el mismo d¨ªa de las elecciones: "Se ha acabado el br¨°quil, cagundena". El ¨²nico problema estriba ahora en saber cu¨¢nto nos costar¨¢ el br¨°quil la pr¨®xima semana, o la siguiente, y si podremos seguir escribiendo cagundena sin que nos llamen al orden.
Las elecciones coincidieron en mi barrio con el descubrimiento del monumento a Verdaguer, en Diagonal / paseo de Sant Joan, el cual llevaba un mont¨®n de meses oculto tras unas lonas, posant-se guapo. Le han lavado la cara, han limpiado el obelisco y los grupos escult¨®ricos de la mierda que despiden los coches, han adecentado los cipreses, le han puesto cuatro farolas a su alrededor (una de ellas junto a un sem¨¢foro aparentemente ciego y fe¨ªsimo), pero se han olvidado de quitarle la o al Jacinto Verdaguer que figura inscrito en el pirul¨ª con letras de hierro. Parece un detalle sin importancia -a fin de cuentas el poeta nacional acostumbraba a firmar Jacinto en vez de Jacint-, pero se da el caso de que en diversas ocasiones se hab¨ªa cuestionado esa o, para algunos un tanto molesta y m¨¢s teniendo en cuenta que el monumento fue inaugurado durante la dictablanda del general Primo de Rivera, el cual, al parecer, asisti¨® a la inauguraci¨®n del monumento junto a un Ayuntamiento m¨¢s cercano a lo que ahora es el PP catal¨¢n que a la veu del poble, y que la mayor¨ªa asociamos con el resultado de las urnas del pasado domingo, aunque algunos todav¨ªa ignoren si ha ganado la izquierda o el nacionalismo.
Por el momento, esa o no ha hecho que desaparezca el br¨°quil de la tienda del matrimonio Canals, muy pr¨®ximo al monumento, ni ha hecho que el padre del teniente de alcalde Jordi Portabella (ERC), que compra su tabaco en la tienda de la se?ora Crivill¨¦ (tambi¨¦n muy pr¨®xima al monumento), al igual que yo (la se?ora Crivill¨¦ tiene muy buenos habanos), soltara un sonoro cagundena! Pero, seg¨²n me dice mi amiga la se?ora Rod¨®, la mercera, vecina de los Canals, hace un par de d¨ªas hubo, a eso de las ocho de la ma?ana, una ladra de perros del barrio de ERC (es decir, cuyos due?os pertenecen o son afines a dicho partido) frente al monumento. La se?ora Rod¨® no est¨¢ muy segura de si esta ladra era con motivo de la o que se dejaron los chicos de la limpieza municipal, pero, seg¨²n el testimonio de algunas de sus clientas, no lo descarta, y m¨¢s teniendo en cuenta que entre el l¨ªder de ERC, Josep Llu¨ªs Carod Rovira, nuestro capgr¨®s (que es como a partir de ahora se denominar¨¢ al conseller en cap) en potencia -y eso en el caso de que no acceda a la categor¨ªa de gegant- y Jordi Portabella las relaciones, dice, no son muy fluidas.
Por lo dem¨¢s, el barrio sigue tranquilo. En la pescader¨ªa Membrado, las sepias de playa -riqu¨ªsimas- han votado CiU, los salmonetes al PSC, el pescado "para la sopa" -la ara?a, la rata, la lluerna ...- ha votado ERC, y el bogavante al PP. Ximo, el perro m¨¢s mimado del barrio, el perro de la se?ora Carmen, ha votado, como suele tener por costumbre, al general Polavieja, y el perro conejo, de nombre desconocido, como buen perro anarquista, se ha cagado, una vez m¨¢s. Luego ha levantado la patita, meneado la cola, y se ha ido a morder a un monje tibetano que pasaba delante de la tienda de las motos.
En el passeig, subiendo hacia la estatua del se?or Clav¨¦, el patriota de los c¨¦lebres coros, me encuentro, a la izquierda, con Caperucita Roja y el Lobo, quienes me dicen que todo est¨¢ bajo control: los petanquistas de CiU ganan, por una ligera diferencia, a los de ERC. M¨¢s arriba, a la altura del bar Alaska, el fantasma de Carmen Broto, la puta roja, me dice que el se?or Samaranch ya ha hablado por tel¨¦fono con el joven presidente del Bar?a y que una centuria de los Mossos d'Esquadra reforzada por un millar de falangistas est¨¢n dispuestos a defender el monumento a moss¨¨n Cinto en el caso de que un destacamento de los Boixos Nois venga a ultrajar al poeta nacional.
Es la hora del aperitivo y me voy al Bauma. Uno de los hijos de la Mundeta y del se?or Joan estuvo el pasado domingo de apoderado de ERC en una mesa electoral del barrio. Le felicito por los resultados obtenidos por su partido al tiempo que le pregunto por la salud de su madre (a la pobre Mundeta la atropellaron hace unos d¨ªas). La madre, me dice, se recupera espl¨¦ndidamente, lo cual me llena de alegr¨ªa. Compro un d¨¦cimo de loter¨ªa de Navidad de la casa: el 59722. Si no toca este a?o... Pido la carta. Valery, la simp¨¢tica camarera colombiana, me recomienda el br¨°quil, la coliflor con bechamel, gratinada. Poco menos de cinco euros. Un plato muy, muy rico. Cagundena!
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