"Me voy porque la gente aqu¨ª es mala"
Algunos inmigrantes agredidos en El Ejido (Almer¨ªa) afrontan una situaci¨®n l¨ªmite por las heridas y la falta de permiso
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Las 12 v¨ªctimas de los ataques ocurridos en El Ejido (Almer¨ªa) desde finales de agosto son, salvo un egipcio, de nacionalidad marroqu¨ª. Excepto cuatro, ninguno tiene papeles. As¨ª que las agresiones les han colocado en una situaci¨®n l¨ªmite al estar impedidos para trabajar y sin protecci¨®n social de ning¨²n tipo m¨¢s all¨¢ de la atenci¨®n sanitaria. En los casos m¨¢s necesitados salen adelante gracias a las redes de solidaridad de sus compatriotas con la esperanza puesta en que se haga justicia y que el Gobierno les regularice despu¨¦s de su malhadada experiencia. El defensor del pueblo andaluz, Jos¨¦ Chamizo, ha reclamado a la Administraci¨®n que les d¨¦ papeles tras lo ocurrido.
- Bailete pide justicia. Abdennaji Bailete lleva 24 d¨ªas sin comer.Tiene la boca cosida por tornillos desde que se la rompieron con una barra de hierro el pasado 1 de noviembre. Poco antes de las 20.00, Abdennaji y su amigo Abdelletif caminaban hacia El Ejido para comprar comida cuando desde un coche que avanzaba en el mismo sentido que ellos golpearon al marroqu¨ª con fuerza. Despu¨¦s de cinco d¨ªas ingresado en el hospital Torrec¨¢rdenas regres¨® al cortijo, pero no al tajo. "No puedo trabajar", dice. Le duele por igual hablar que re¨ªr. S¨®lo toma l¨ªquidos e ignora hasta cu¨¢ndo seguir¨¢ as¨ª. "Quiero justicia", reclama. Aparte del dolor, a Bailete le han trastocado una vida relativamente estabilizada dentro de su irregularidad. Aunque carec¨ªa de papeles ha trabajado durante los ¨²ltimos dos a?os para el mismo empresario agr¨ªcola. Ten¨ªa previsto viajar a Marruecos para conseguir un visado y legalizar su situaci¨®n. "Ahora estoy pensando que cuando me den el permiso de residencia me voy de aqu¨ª porque la gente es mala", se queja. Bailete, de 22 a?os, lleg¨® hace dos a?os y medio a Espa?a, al igual que la mayor¨ªa de sus colegas, en una patera. Aquella experiencia tambi¨¦n fue mala: "El que viene en una patera nunca viene bien". Comparte un cortijo con seis compatriotas por el que pagan 282 euros.
- El bloque de Fartout. A punto de finalizar el Ramad¨¢n, Mohamed Fartout, de 23, lee el Cor¨¢n en voz alta en el techo del cortijo que comparte con otros marroqu¨ªes en El Ejido. Cuando finalice el par¨¦ntesis religioso seguir¨¢ teniendo todo el tiempo del mundo para la oraci¨®n. Desde el pasado 11 de octubre, cuando le golpearon desde un coche en marcha con un bloque de hormig¨®n que le fractur¨® la clav¨ªcula, no puede trabajar. Aquel d¨ªa, alrededor de las 20.30, caminaba junto a la carretera hacia El Ejido para telefonear a su familia cuando alguien le golpe¨® en el pecho con un bloque desde un coche Peugot "azul oscuro" con tal sa?a que le fractur¨® la clav¨ªcula. Fartout hace un alto en la conversaci¨®n (a trav¨¦s de un improvisado traductor) para ir a buscar el arma que recogi¨® del suelo cuando se despert¨® despu¨¦s de unos minutos de inconsciencia. Denunci¨® el hecho el pasado 9 de noviembre. No lo hizo antes porque no encontr¨® a nadie que le ayudara y porque ten¨ªa miedo de la polic¨ªa. Lleva a?o y medio en Espa?a, sin papeles pero con trabajo regular en el campo. Desde octubre, tras la agresi¨®n, no ha vuelto a trabajar. Vive en un cortijo sin agua, pero con luz y una antena parab¨®lica montada con piedras en el suelo que les permite ver la tele marroqu¨ª y Al Yazira.
- La vida negra de Driss. El treinta?ero Driss Zdaik reparaba bicis en su pueblo de la provincia de Kenitra hasta que decidi¨® pegar el salto para mejorar la vida de su madre, viuda, y la de sus seis hermanos peque?os. Eso fue hace tres a?os. No se arrepinti¨® hasta el pasado 23 de octubre, cuando "una persona escondida entre unos matorrales le asest¨® un golpe con una barra de hierro". El agresor corri¨® hacia un coche parado que le esperaba a unos 50 metros y huy¨®. Driss recibi¨® un golpe en diagonal que le ha restado visi¨®n en el ojo izquierdo, le ha provocado lesiones en la nariz y una fractura en la mand¨ªbula que ha obligado a los m¨¦dicos a una intervenci¨®n brutal. Desde aquel 23 de octubre, no come y habla con dificultades, pero lo peor ha sido la desesperanza que le embarga: "La vida era muy buena hasta que me golpearon, la vida es mala desde entonces, la vida es negra". Driss tiene amigos espa?oles, comparte un piso de cuatro habitaciones en el centro de El Ejido con ocho personas por el que pagan 700 euros; ¨¦l ganaba unos 800 euros. Sin papeles y sin posibilidad de trabajar en su estado, s¨®lo piensa en c¨®mo arreglar su "cara cuanto antes", dice.
- Ziani vuelve al tajo. A Abderrahmane Ziani, de 21 a?os, le partieron la oreja izquierda el mismo d¨ªa que le fracturaron la mand¨ªbula a Bailete, con el que tambi¨¦n comparte una vivienda en las afueras de El Ejido. Les atacaron en la misma carretera con menos de una hora de diferencia. Ziani caminaba junto a su amigo Musta cuando se le acerc¨® un veh¨ªculo por la espalda. Not¨® un cambio de luces y se gir¨® para ver qui¨¦n era al tiempo que un hierro le impactaba en la oreja. No es la v¨ªctima con m¨¢s secuelas f¨ªsicas, pero s¨ª una de las que guarda un recuerdo m¨¢s n¨ªtido de los instantes posteriores al ataque. Desde el suelo escuch¨® la huida del coche y como los autores "se estaban riendo a carcajadas", seg¨²n relat¨® en la denuncia que present¨® el 5 de noviembre, cuatro d¨ªas despu¨¦s de la agresi¨®n. Lleva dos a?os y ocho meses en Espa?a, pero le denegaron el permiso por arraigo. Ziani trabaj¨® una temporada como vigilante de construcci¨®n en Madrid a pesar de que no ten¨ªa papeles, pero regres¨® a Almer¨ªa cuando se le acab¨® aquel empleo. El pasado viernes fue el primer d¨ªa que trabaj¨® desde la agresi¨®n.

Detenci¨®n "con retraso"
El marroqu¨ª Jillali Hried, de 26 a?os, fue apedreado desde una moto el pasado viernes, lo que eleva a 12 la cifra de agresiones denunciadas desde agosto. Como supuestos autores de la mayor¨ªa de los ataques fueron detenidos Jes¨²s Le¨®n Villacreces, Jes¨²s G¨®mez G¨®mez y Jos¨¦ Antonio L. S¨¢nchez, vecinos de Berja y Adra, dos localidades cercanas a El Ejido. Los tres, de edades comprendidas entre 18 y 22 a?os, est¨¢n en prisi¨®n preventiva por decisi¨®n del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 2 de El Ejido.
La Guardia Civil les detuvo el pasado 8 de noviembre, pocos d¨ªas despu¨¦s de que el Sindicato de Obreros del Campo sacase a la luz los ataques, a pesar de que la primera denuncia, fechada en agosto, aportaba pistas claras sobre la matr¨ªcula y el modelo del coche y de que el hospital de Poniente remiti¨® al juzgado de guardia siete partes por los heridos atendidos en septiembre y octubre.
El defensor del pueblo andaluz, Jos¨¦ Chamizo, censur¨® la tardanza de la intervenci¨®n policial para frenar las agresiones: "Si no ha habido dejadez, por lo menos ha habido retraso importante".
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