"Me torc¨ª en tercero de EGB"
"Me torc¨ª en tercero de EGB. No hac¨ªa los deberes, me volv¨ª perro. Mi madre estaba pendiente de m¨ª, pero no le hac¨ªa caso, la toreaba y le ment¨ªa", ha relatado R. H. R. a los psic¨®logos que le han evaluado a petici¨®n de su familia. "Era el gamberro de la clase y me hacia el graciosillo".
Con apenas 13 a?os empieza a abusar de las drogas. Aunque inteligente, es incapaz de ponerse en el lugar del otro, lo que revela una gran insensibilidad. Pero en los momentos dif¨ªciles necesita de su madre, una persona que siempre era indulgente con ¨¦l, convencida de que cambiar¨ªa.
La vida escolar de R. H. R. es un caos desde su pubertad. "Me expulsaban mucho de clase y a algunas aulas no me dejaban entrar los profesores", relata a los peritos. Es entonces, una vez que lo expulsan de clase, cuando se une a malas compa?¨ªas. Lo echan de tres centros escolares y, finalmente, a los 16 a?os, comienza a trabajar. Pero su actitud vital siempre roza lo delictivo. Hasta que, en la madrugada del 28 de agosto de 2002, franquea todas las barreras.
Los peritos creen que R. H. R es inteligente, aunque ello no se reflejase en sus estudios. El propio acusado ha declarado: "[En el colegio] hac¨ªa el payaso para congraciarme con mis compa?eros y que me hicieran caso". Su actitud se deb¨ªa, seg¨²n los peritos, "a sus sentimientos de inferioridad".
Pretende ser alguien entre quienes le rodean. Y para ello hace lo indecible. Su obsesi¨®n es ser l¨ªder del grupo, y para lograrlo cree que es necesario beber y fumar m¨¢s porros que los dem¨¢s. Los sentimientos, que s¨ª se atisban en ocasiones en su interior, los oculta y los transforma en ferocidad.
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