El plan de dispensaci¨®n de hero¨ªna logra mejorar la integraci¨®n de los adictos

Tres meses despu¨¦s del inicio del ensayo andaluz de dispensaci¨®n de hero¨ªna los resultados se empiezan a ver. Los 20 heroin¨®manos que reciben dos dosis diarias de hero¨ªna inyectada aseguran haber engordado, mejorado el trato con sus familias, delinquir menos y consumir menos coca¨ªna. Los del grupo de control de esta investigaci¨®n, que s¨®lo reciben metadona, envidian a sus colegas de ensayo y esperan pasar a la hero¨ªna en nueve meses, cuando termine el ensayo. El director del proyecto, Joan Carles March, asegura que "la realidad supera todas las previsiones".

El objetivo del ensayo no es quitarles la adicci¨®n, sino mejorar la calidad de vida de los adictos que han fracasado en programas de metadona. Otros ensayos en Suiza y Holanda han obtenido resultados similares.

Poco despu¨¦s de las tres de la tarde, una cola se forma en la puerta del local del ensayo cl¨ªnico de dispensaci¨®n de hero¨ªna, situado en un hospital de Granada. Son los heroin¨®manos que acuden a ponerse su segundo chute de hero¨ªna del d¨ªa. Llegan con tiempo. El local no abre hasta las 17.00, pero quien llega primero se pincha antes. Los pacientes cuentan su experiencia con la ¨²nica condici¨®n del anonimato.

Antonio tiene 41 a?os y lleva desde los 17 en la hero¨ªna. Entr¨® hace dos meses en el ensayo y ha cambiado. Va aseado y ha ganado 11 kilos, que ¨¦l achaca a que ha tenido que llevar una escayola: "Antes mi vida era buscar dinero todo el d¨ªa para ponerme las veces que pudiera. S¨®lo paraba un momento para ir a comer a casa de mi madre. Ahora vengo aqu¨ª por la ma?ana y por la tarde, pero el resto del tiempo me cuido, paseo, llevo una vida normal".

Mar¨ªa tiene 33 a?os y lleva desde los 28 en la hero¨ªna. Hace tres meses ingres¨® en el ensayo y tambi¨¦n ha mejorado su estado: "He ganado peso, cuido mi casa, que por lo menos ahora est¨¢ limpia, y no estoy todo el d¨ªa por ah¨ª tirada buscando para ponerme".

Mar¨ªa relata que antes viv¨ªa donde pod¨ªa con su novio, Juan, que tiene 43 a?os y lleva 23 enganchado. ?l est¨¢ tambi¨¦n en el ensayo, pero en el grupo de control, el que s¨®lo recibe metadona. Mar¨ªa recibe una dosis de hero¨ªna inyectada por la ma?ana, otra por la tarde y una de metadona para pasar la noche. ?l, una pastilla de metadona al d¨ªa. Mar¨ªa cuenta que la diferencia es enorme: "?l se hizo ilusiones, pero le toc¨® metadona y est¨¢ muy mal. Por eso no salimos del todo, tenemos que seguir buscando dinero para ¨¦l".

La inmensa mayor¨ªa de los que toman hero¨ªna relatan mejor¨ªas f¨ªsica, de aspecto, de consumo de drogas y de relaci¨®n social. Uno de ellos reconoce que toma coca¨ªna y hero¨ªna fuera del ensayo porque atraviesa "una mala racha".

Los organizadores del ensayo les han arreglado los papeles para que cobren la pensi¨®n no contributiva a la que la mayor¨ªa tiene derecho y con un abogado intentan arreglar sus causas pendientes. La ¨²nica cr¨ªtica de los heroin¨®manos es que tardan mucho en poder pincharse. Cuando entran, un equipo de enfermeros les toma la tensi¨®n y mide si han tomado alcohol para ver si pueden inyectarse. En el ensayo trabajan m¨¦dicos, psiquiatras, psic¨®logos, trabajadores sociales, enfermeros y farmac¨¦uticos. Un empleado del centro reconoce que los de la hero¨ªna est¨¢n "m¨¢s lustrosos que al principio".

Los heroin¨®manos entran por parejas en el ensayo. Un sobre blanco con un papel dentro marca su destino dentro del programa. Uno de ellos pone metadona. El otro, hero¨ªna. A Antonio, hermano de Juan, tambi¨¦n le toc¨® metadona hace mes y medio y se le vino el mundo encima: "Me cagu¨¦ en mi mala suerte. Yo sigo igual, llevo muchos a?os en la metadona, que te quita el mono, pero no sales de la hero¨ªna", relata con elocuencia con una cerveza en la mano. Antonio tiene 40 a?os y desde los 16 se pincha hero¨ªna. Ahora se pone de vez en cuando, para darse "un homenaje".

March explica que al comunicarles que les ha tocado metadona, algunos llegan a llorar. A ¨¦l le gustar¨ªa poder darles a todos hero¨ªna, pero el grupo de metadona es necesario para poder comparar los resultados. Actualmente hay 40 adictos en el ensayo. Los responsables esperan llegar hasta los 60 antes de final de a?o y cerrar la entrada. El objetivo inicial era llegar a los 120 participantes, pero cada vez hay menos heroin¨®manos y no van a poder llegar a esa cifra. En las ¨²ltimas semanas muchos adictos que no quer¨ªan entrar han comenzado a acercarse al ensayo al ver los resultados en sus compa?eros.

Los cuatro pacientes en el ensayo de metadona consultados envidian al grupo de hero¨ªna. Antonio envidia a Mar¨ªa: "Mi cu?ada es una persona normal, como lo que la sociedad considera normal. Viene aqu¨ª un par de veces al d¨ªa, se pone y hace su vida".

Todas sus historias se parecen. La mayor¨ªa lleva muchos a?os en la hero¨ªna, muchos han estado en la c¨¢rcel, tiene anticuerpos del sida, hepatitis, problemas de exclusi¨®n social. El ensayo no va dirigido a todos los heroin¨®manos, sino a los m¨¢s enganchados, a los que han arruinado su vida y han fracasado al menos dos veces con la metadona. El objetivo no es quitarles la adicci¨®n, sino mejorar su calidad de vida, "parar la ca¨ªda libre que es su vida", seg¨²n March. La idea es conseguir que puedan vivir con dos pinchazos de hero¨ªna al d¨ªa, como el diab¨¦tico lo hace con la insulina.