El Consejo de Gobierno iraqu¨ª cierra las oficinas de la cadena Al Arabiya

El Consejo de Gobierno iraqu¨ª clausur¨® ayer las oficinas en Bagdad de la cadena de televisi¨®n Al Arabiya y prohibi¨® sus actividades en todo el pa¨ªs. Las autoridades provisionales acusan al canal ¨¢rabe de "incitar al asesinato". La medida, sin precedentes desde la ca¨ªda del r¨¦gimen de Sadam Husein, se produce pocos d¨ªas despu¨¦s de que esa emisora satelital difundiera un supuesto mensaje del dictador depuesto contra los miembros de ese ¨®rgano nombrado por Estados Unidos.

"Hemos decidido prohibir Al Arabiya en Irak durante cierto tiempo porque sus emisiones son una invitaci¨®n al asesinato, una incitaci¨®n al asesinato a trav¨¦s de la voz de Sadam Husein", anunci¨® Yalal Talabani, presidente de turno del Consejo de Gobierno, al t¨¦rmino de una reuni¨®n del mismo. Talabani tambi¨¦n inform¨® de que los miembros de esa presidencia colegiada van a emprender un procedimiento legal contra la cadena en los tribunales iraqu¨ªes, el primero contra un medio informativo desde que se iniciara la nueva etapa pol¨ªtica.

El corresponsal de Al Arabiya en Bagdad confirm¨® que su oficina hab¨ªa sido "cerrada por la fuerza" y que todo su material hab¨ªa sido requisado. El Consejo se ha comprometido a "examinar su reapertura", s¨®lo si el canal da muestras de que no van a promover la violencia, seg¨²n el mismo portavoz.

Al Arabiya, junto con la qatar¨ª Al Yazira, la cadena de televisi¨®n m¨¢s vista en Irak y en todo Oriente Pr¨®ximo, emiti¨® el pasado d¨ªa 16 una cinta con lo que dijo era la voz de Sadam. El mensaje, de 15 minutos de duraci¨®n, hac¨ªa un llamamiento a luchar "contra los que reciben sus cargos de los Ej¨¦rcitos enemigos", una clara referencia a los miembros del Consejo de Gobierno y del resto de los ¨®rganos nombrados por las autoridades de ocupaci¨®n. La voz aseguraba que hacerlo era "un deber leg¨ªtimo, patri¨®tico y humanitario".

La difusi¨®n de la cinta ha coincidido con un aumento de los ataques contra las fuerzas de la coalici¨®n y, sobre todo, contra los iraqu¨ªes que colaboran con ellas, en especial en el cuerpo de polic¨ªa. La situaci¨®n, con todo, no es nueva.

Tanto el administrador estadounidense, Paul Bremer, como otros altos funcionarios de Estados Unidos ya llevaban tiempo acusando a esas televisiones de apoyar a los simpatizantes del antiguo r¨¦gimen. De hecho, el pasado 23 de septiembre, el Consejo de Gobierno dict¨® unas estrictas normas para el trabajo de los medios en Irak con el fin declarado de evitar ese extremo.

Dificultades para informar

La medida preocupa no obstante en medios period¨ªsticos porque se produce en un momento en que los informadores est¨¢n encontrando crecientes dificultades para ejercer su trabajo. Por un lado, los soldados act¨²an de manera m¨¢s agresiva con los periodistas que acuden a cubrir los ataques de que son objeto.

Por otro, la preocupaci¨®n por la seguridad ha restringido el acceso a la zona verde donde se hallan las oficinas de la Autoridad Provisional de la Coalici¨®n y ha obligado a los reporteros a acreditarse ante ese ¨®rgano. Aun as¨ª, tienen que llegar con 90 minutos de adelanto a las conferencias de prensa, son cacheados en cuatro ocasiones antes de poder acceder a la sala y sus equipos son husmeados por perros adiestrados.