Par¨®n en Moncloa

Densos bancos de niebla reciben a los conductores de la autov¨ªa de A Coru?a que quieren incorporarse desde Las Rozas. El term¨®metro marca siete grados. La salida se hace fluida a las 7.30. Muchos vecinos de los municipios lim¨ªtrofes a esta carretera a¨²n no han sacado el coche, lo que permite al resto de usuarios recorrer la v¨ªa con total tranquilidad. Tercera, cuarta velocidad. El veh¨ªculo acelera.

La incorporaci¨®n desde la autov¨ªa M-40 hace que el conductor tenga que levantar ligeramente el pie del acelerador, pero no supone una reducci¨®n notable de la velocidad. El par¨®n se produce en el kil¨®metro 4, frente al Palacio de la Moncloa, donde el conductor se ve obligado a detener totalmente el veh¨ªculo. Primera, segunda marcha. El coche no supera los 30 kil¨®metros por hora, mientras las manecillas del reloj se acercan a las 8.00 de la ma?ana. Cinco minutos m¨¢s tarde, ha terminado el recorrido.

La vuelta a Las Rozas se hace en unos diez minutos. El regreso a Madrid comienza en esta segunda tanda sobre las 8.25. Ya ha amanecido, aunque un cielo plomizo, fr¨ªo y desapacible se cierne sobre los conductores. En esta ocasi¨®n la incorporaci¨®n desde Las Rozas es mucho m¨¢s lenta. La famosa curva del municipio roce?o se ha convertido de nuevo en una trampa para los conductores. Ya dentro de la v¨ªa, se aumenta la velocidad.

A esa hora, la radio anuncia problemas en todas las carreteras. No es el caso de la A-6, que sufre atascos de tres kil¨®metros en Las Rozas. Igual ocurre en la M-40 al ser vista desde la autov¨ªa de La Coru?a. Los coches est¨¢n parados antes de la entrada de los t¨²neles de El Pardo. La Cuesta de las Perdices se convierte en otro par¨®n para el conductor. De nuevo, el buen ritmo conseguido desde Las Rozas se convierte en un suplicio para los automovilistas. La radio acaba de dar las 9.00.