Sitges inicia con un irregular 'thriller' su edici¨®n m¨¢s terror¨ªfica

La proyecci¨®n, fuera de concurso, de la pel¨ªcula espa?ola C¨¢mara oscura, de Pau Freixas, un esforzado, m¨¢s bien tramposo y muy americano thriller marino, abri¨® ayer la edici¨®n 2003 del Festival de Cine de Catalu?a, el segundo en presupuesto de Espa?a y uno de los que m¨¢s t¨ªtulos proyectan: m¨¢s de 170 largometrajes, un promedio de 17 al d¨ªa, una cifra que hace virtualmente imposible hacerse siquiera una idea m¨ªnima de su l¨ªnea de programaci¨®n. Desde hoy y hasta el pr¨®ximo s¨¢bado 6 de diciembre, 26 t¨ªtulos optar¨¢n a los premios de la secci¨®n oficial dedicada al cine fant¨¢stico, 12 m¨¢s ser¨¢n vistos en una nueva secci¨®n, llamada Noves visions, igualmente volcada hacia ese g¨¦nero, mientras nueve no especialmente adscritos a ¨¦l componen la oferta de la tradicional Gran Angular.

En un a?o en el que la fiebre programadora parece haberse apoderado de los responsables del certamen, habr¨¢ tambi¨¦n los homenajes de rigor (al veterano Curtis Huntington, a quien ayer mismo se le entreg¨®, en la ceremonia de apertura, el m¨¢ximo galard¨®n del certamen; a Sergi L¨®pez, quien en la misma ceremonia recibi¨® el premio de la asociaci¨®n de actores, AISGE; a Narciso Ib¨¢?ez Serrador y al artesano local Manuel Esteba), junto a secciones tradicionales y otras de nueva creaci¨®n, como Mondo Macabro, dedicada al terror en pa¨ªses cuyo cine no llega habitualmente a nuestras pantallas.

Una programaci¨®n cuya simple enumeraci¨®n anuncia un desacomplejado, rimbombante retorno a las viejas ra¨ªces del Sitges m¨¢s arcaico, ¨¦se que seguramente har¨¢ las delicias de los amantes del fant¨¢stico, pero que a buen seguro enajenar¨¢ al festival del sector de p¨²blico m¨¢s exigente que ven¨ªa a ver cine de autor del que raramente se ve en estreno comercial.

As¨ª las cosas, no parece que una pel¨ªcula como C¨¢mara oscura fuese la m¨¢s indicada para marcar el rumbo de la programaci¨®n de este a?o. Segundo largometraje comercial de su director, Pau Freixas, tras el fracaso de su ¨®pera prima, Cactus, la pel¨ªcula cuenta la odisea de un grupo de seis personas, turistas espa?oles en su mayor¨ªa, que tienen que hacer frente, primero, a un accidente en alta mar que los deja literalmente metidos en el agua; y luego, escapar de las garras de unos marinos carentes de escr¨²pulos que se dedican tanto al comercio ilegal de especies protegidas como al tr¨¢fico de seres humanos.

Amante como es del cine americano, Freixas afirm¨® en rueda de prensa posterior: "Si Ken Loach hubiera cogido el mismo tema habr¨ªa hecho una pel¨ªcula social cojonuda, pero ¨¦se no es mi rollo"; lo que equivale a toda una declaraci¨®n de intenciones, opta por una aventura de claustrof¨®bico desarrollo, en la que las situaciones inveros¨ªmiles de un gui¨®n claramente desequilibrado chocan con un esforzado grupo de actores (Silke, Unax Ugalde, Andr¨¦s Gertr¨²dix, Adri¨¤ Collado, Diana L¨¢zaro y Llu¨ªs Homar) que vivi¨® un largo rodaje de once semanas en condiciones que Silke defini¨® sumariamente as¨ª: "Cuando no nos mojaba la lluvia, lo hac¨ªa el mar, y cuando no, est¨¢bamos metidos hasta la cintura en una piscina".