Fiesta sobre los cad¨¢veres
Dos periodistas brit¨¢nicos grabaron im¨¢genes de los espa?oles. Los iraqu¨ªes bailaban sobre los muertos
El primer testimonio directo del atentado de ayer en Irak, en el que murieron siete agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), lo proporcionaron el periodista David Bowden y el camar¨®grafo Adam Murch, de la cadena de televisi¨®n brit¨¢nica Sky News, que se encontraron la escena casualmente y grabaron las primeras im¨¢genes de los cuerpos. "Est¨¢bamos volviendo de trabajar en Hilla hacia Bagdad cuando de pronto el tr¨¢fico empez¨® a hacerse m¨¢s lento. Cre¨ªmos que era un control de carretera, pero entonces vimos dos coches ardiendo. Tambi¨¦n pudimos ver que eran coches civiles. En ese momento supimos que era un ataque", relataban ayer Murch y Bowden en conversaci¨®n telef¨®nica desde Bagdad.
"En medio de la carretera hab¨ªa un cad¨¢ver", dijo Bowden. Al avanzar hacia el lugar alcanzaron a ver en la cuneta otros tres cuerpos. "Saltamos del coche y empezamos a grabar", relataba ayer Murch. "Parec¨ªa que estaban quemados, pero no mucho", a?adi¨® Bowden, que no pudo confirmar si los cuerpos hab¨ªan recibido disparos. "No pudimos acercarnos tanto". Bowden confirm¨® que vio con sus propios ojos esos cuatro cuerpos.
"La gente del lugar nos dijo que, unos 30 minutos antes, hab¨ªan atacado un convoy de tres coches. Hab¨ªan sacado del veh¨ªculo a los ocupantes. Nos dijeron que en realidad hab¨ªan matado a ocho personas y hab¨ªan capturado a dos", relat¨®. Los mismos testigos le dijeron que los atacantes hab¨ªan quemado dos veh¨ªculos y se hab¨ªan llevado a los prisioneros en el supuesto tercer coche.
El testimonio coincide con las primeras informaciones seg¨²n las cuales hab¨ªa dos coches ardiendo junto a la carretera, pero no con la informaci¨®n de que el convoy estaba formado por s¨®lo ocho personas.
Seg¨²n Bowden, los agentes espa?oles vest¨ªan de civil y viajaban en un coche civil. "La gente nos dec¨ªa que eran americanos, que hab¨ªan matado a unos esp¨ªas americanos de la CIA", dijo Murch. Los dos periodistas son de raza blanca. "Aqu¨ª asumen que cualquiera con aspecto occidental es americano. Entonces nos preguntaron a nosotros que si ¨¦ramos tambi¨¦n americanos, y dijimos que ¨¦ramos yugoslavos". Seg¨²n Bowden, la carretera ten¨ªa mucho tr¨¢fico a esas horas, pero los veh¨ªculos del convoy eran blancos, por lo que eran f¨¢cilmente reconocibles. El equipo de televisi¨®n s¨®lo pudo permanecer unos minutos en el lugar, durante los cuales el camar¨®grafo Adam Murch film¨®, a media distancia, a un grupo de iraqu¨ªes que bailan sobre los cuerpos de los espa?oles, que se distinguen con dificultad por la poca luz que hab¨ªa en ese momento.
Las im¨¢genes, que en pocos minutos dieron la vuelta al mundo, muestran los cad¨¢veres en la cuneta de una carretera muy concurrida, con camiones pasando constantemente a escasos cent¨ªmetros de los cuerpos. Un grupo de iraqu¨ªes levanta los brazos en gesto de alegr¨ªa mirando a la c¨¢mara. Uno de ellos pone su pie encima de uno de los cuerpos como signo de victoria y mira a la c¨¢mara levantando los brazos y riendo.
Mientras, un ni?o hace como si diera patadas al cad¨¢ver. Murch asegur¨® que "la gente actuaba para la c¨¢mara" nada m¨¢s ponerse a grabar. "El ni?o se acerc¨® a hacer como que daba patadas al empezar a grabar". Murch no pudo conseguir im¨¢genes de los coches ardiendo "porque estaban muy lejos".
"Por mi experiencia aqu¨ª", asegur¨® Bowden, "el atentado debi¨® de ser igual que la mayor¨ªa estos d¨ªas". "Una bomba en la carretera debi¨® de estallar al paso del primer veh¨ªculo y dej¨® atrapado al convoy".
La actitud de los iraqu¨ªes les impidi¨® grabar m¨¢s material. "Grabamos un par de minutos", dijo Bowden. "No pudimos alejarnos mucho del coche", a?adi¨® Murch. "Yo grab¨¦ todo el rato con nuestro agente de seguridad al lado".
"La gente gritaba 'viva Sadam' y 'daremos nuestra sangre por Sadam'. Entonces empezaron a cubrirse la cara con los pa?uelos y a acercarse a nosotros. La situaci¨®n empez¨® a ponerse bastante fea". El equipo se mont¨® r¨¢pidamente en su coche y dio la vuelta mientras algunos iraqu¨ªes "comenzaban a golpear el cap¨®".
El conductor que llevaba al equipo de televisi¨®n eligi¨® esa carretera, la ruta Jackson, porque estaba oscureciendo y "era la opci¨®n m¨¢s segura", dijo el c¨¢mara Adam Murch.
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