Una apuesta por la paz
La firma prevista para hoy en Ginebra de unos simb¨®licos acuerdos de paz entre ciudadanos particulares israel¨ªes y palestinos prueba que hay interlocutores y soluciones posibles al conflicto. Las dos partes operan ahora bajo el impulso y la direcci¨®n de extremistas, pero ¨¦stos no consiguen sus respectivos objetivos: ni la paz y seguridad para Israel ni el fin de la ocupaci¨®n para los palestinos. Ayer mismo Ariel Sharon reiter¨® que no paralizar¨¢ la construcci¨®n del muro a lo largo de Cisjordania, como le ped¨ªa el primer ministro palestino para entablar un di¨¢logo directo.
Lo bueno de los Acuerdos de Ginebra -rechazados por Sharon y ahora tambi¨¦n por el laborista Sim¨®n Peres e ignorados por Arafat- es que ofrecen una f¨®rmula global para la paz, si alg¨²n d¨ªa las partes est¨¢n dispuestas a sacrificios para conseguirla. Seg¨²n esos acuerdos, negociados por pol¨ªticos, intelectuales y militares de ambos pueblos, esto pasa por la existencia de dos Estados en la antigua Palestina, con las fronteras de 1967 levemente retocadas, la permanencia de algunos asentamientos jud¨ªos en Cisjordania, la pr¨¢ctica renuncia del derecho al retorno de los refugiados palestinos y un Jerusal¨¦n compartido. Como se?ala Kofi Annan, esta iniciativa privada, aunque no puede sustituir a las negociaciones entre el Gobierno de Israel y la Autoridad Palestina, es "un valiente esfuerzo" por romper el bloqueo que merece "alabanza y apoyo". Tambi¨¦n subraya el secretario general de la ONU que es compatible con la Hoja de Ruta.
La mera difusi¨®n de los acuerdos, que hoy respaldar¨¢n personalidades pol¨ªticas e intelectuales de varios pa¨ªses, ha suscitado una avalancha de proyectos de paz, y ¨¦ste es su primer efecto positivo. Pero no hay que hacerse ilusiones. Los delegados palestinos que acuden a Ginebra a t¨ªtulo personal fueron despedidos con insultos por grupos isl¨¢micos y movimientos radicales, entre ellos, la propia facci¨®n de Arafat. Y una cosa es que el propio Sharon, presionado por jefes militares que dudan sobre la efectividad de la pol¨ªtica de extrema dureza, diga que ¨¦l tambi¨¦n quiere la paz y otra que el primer ministro israel¨ª est¨¦ dispuesto a adoptar medidas concretas para conseguirlo.
Estados Unidos, empantanado en Irak, deber¨ªa prestar o¨ªdo a la opini¨®n expresada en el documento sobre seguridad europea presentado por Javier Solana, y que indica que la soluci¨®n del enfrentamiento israelo-palestino es determinante para afrontar los dem¨¢s contenciosos de Oriente Pr¨®ximo. Los Acuerdos de Ginebra adelantar¨ªan la mayor¨ªa del trabajo para un nuevo empuje concertado hacia la pacificaci¨®n de la zona.
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