Pacifistas israel¨ªes y palestinos presentan los Acuerdos de paz de Ginebra sin respaldo oficial
El pacto, apoyado por la comunidad internacional, ha sido torpedeado por Sharon, que cree que apoya "el terrorismo"
Con muchas alharacas entre la comunidad internacional pero tan s¨®lo zancadillas por parte del Gobierno israel¨ª y las autoridades palestinas, hoy han recibido su bautizo oficial en Suiza los Acuerdos de paz de Ginebra, un pacto elaborado por pacifistas de ambos bandos que nace m¨¢s muerto que vivo.
El documento, de 50 p¨¢ginas, ha sido gestado a lo largo de tres a?os de trabajo por el ex ministro de Justicia israel¨ª (y laborista) Yossi Beilin y el ex ministro de Comunicaci¨®n palestino Yasir Abed Rabo a una iniciativa del ex jefe de los servicios de seguridad israel¨ªes Ami Ayalon y el profesor de la Universidad Palestina de Jerusal¨¦n Sari Nusseibeh. Su intenci¨®n declarada es crear "un nuevo estado de opini¨®n" para impulsar las conversaciones de paz, para lo que han distribuido cerca de dos millones de copias para publicitar el plan entre ambas comunidades.
Apoyo internacional
Incluso antes de ser presentado el plan ha recabado el apoyo un¨¢nime de la comunidad internacional. El presidente, de Francia, Jacques Chirac; el primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair; y el secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, han mostrado ya su respaldo, al que hace unos d¨ªas se uni¨® Estados Unidos.
Sin embargo, en la zona del conflicto nadie parece dispuesto a posicionarse a favor del acuerdo, m¨¢s bien todo lo contrario. El primer ministro israel¨ª, Ariel Sharon, mantiene una batalla despiadada contra la iniciativa; opina que apoyarlo ser¨ªa apoyar el terrorismo, e incluso va m¨¢s all¨¢ al afirmar que "en ciertos pa¨ªses democr¨¢ticos se hubiera perseguido judicialmente a los responsables de una iniciativa similar".
Por su parte, el l¨ªder palestino, Yasir Arafat, neg¨® ayer a pronunciarse al respecto. La Autoridad Nacional Palestina y la direcci¨®n del partido gubernamental Al Fatah se opusieron ayer hasta ¨²ltima hora a conceder el permiso oficial a sus delegados para viajar a Ginebra, y s¨®lo tras recibir todo tipo de presiones permiti¨® partir a un ministro sin cartera, Madura Fares, y al asesor de seguridad Jibril Rajub. Arafat ha dejado ver un tibio apoyo al proyecto hoy, y uno de sus emisarios ha le¨ªdo un comunicado en Ginebra calific¨¢ndolo de "valiente", pero su falta de firmeza da excusas a los m¨¢s radicales para exaltar su oposici¨®n.
Un tercio a favor, un tercio en contra
Una encuesta realizada por el diario Haaretz muestra que la iniciativa cuenta con un 31% de apoyos entre la comunidad israel¨ª, frente a un 38% de entrevistados que se oponen. El 20% no tiene formada su opini¨®n al respecto. Entre los votantes del partido de Ariel Sharon, el respaldo baja hasta el 13%.
Para la presentaci¨®n de los acuerdos se ha buscado un perfil bajo respecto a pol¨ªticos en activo y, aunque con grandes figuras de la esfera internacional, como los ex presidentes de Sur¨¢frica Nelson Mandela, y de Estados Unidos Jimmy Carter. La intenci¨®n de la organizaci¨®n ha sido evitar los grandes fastos. No estaba previsto firmar papel alguno, tanto porque los acuerdos no est¨¢n a¨²n cerrados como porque no son un documento con rango oficial.
No se dan las condiciones
"La cuesti¨®n no es buscar el mejor acuerdo posible, sino el m¨¢s cercano a la mejor soluci¨®n", se?al¨® ayer el ex ministro de Exteriores israel¨ª Shlomo Ben Am, que sin embargo ha reconocido que este pacto "establece unas condiciones que quedan muy lejos de ser cumplidas". En efecto, la Hoja de Ruta, el plan de paz con m¨¢s posibilidades de llegar a puerto, es menos detallista pero muestra un calendario preciso para la paz —aunque ya sobrepasado— y, sobre todo, cuenta con el m¨¢ximo respaldo internacional, empezando por el del Cuarteto: EE UU, Rusia, la Uni¨®n Europea y la ONU.
Entre tanto, la violencia no conoce tregua. Esta noche, una operaci¨®n sorpresa del Ej¨¦rcito y los servicios secretos israel¨ªes en la ciudad cisjordana de Ramala contra el grupo terrorista Ham¨¢s ha acabado con la vida de cuatro activistas palestinos. Cerca de una treintena de militantes de la organizaci¨®n han sido detenidas, acusados de participar en atentados que han costado la vida a 82 personas.
Las cuestiones espinosas
Tomando como base las resoluciones de la ONU y las fronteras de 1964, los 16 puntos y 42 folios de los que constan los Acuerdos de Ginebra detallan muchas cuestiones espinosas que hasta ahora han supuesto un escollo insalvable en diversas negociaciones, como la divisi¨®n de Jerusal¨¦n ¡ªcon un reparto de partes de la ciudad vieja bajo soberan¨ªas diferentes y presencia y vigilancia internacional¡ª o el regreso de un mill¨®n de refugiados palestinos. Este retorno implica el derecho a elegir el lugar donde se va a producir o, de ser imposible, a una indemnizaci¨®n. Tambi¨¦n resuelve, sobre el papel, indemnizaciones para ciudadanos y gobiernos afectados por las guerras libradas por ¨¢rabes e israel¨ªes.
Para dejar las cosas claras desde el principio, el art¨ªculo 1 destaca que los acuerdos son permanentes y que ponen fin a todas las reclamaciones entre palestinos e israel¨ªes. Sin embargo, el documento deja pendientes cuestiones fundamentales como el reparto del agua, las relaciones econ¨®micas y la cooperaci¨®n judicial (art¨ªculos 12, 13 y 14). Resalta que Palestina ser¨¢ un Estado desmilitarizado, que Israel desmantelar¨¢ todos los asentamientos en Cisjordania y Gaza, y que se desplegar¨¢ una fuerza multinacional que colaborar¨¢ con un Comit¨¦ de Seguridad Conjunto formado por palestinos e israel¨ªes.
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