Lo bizarro
- El caso de la cosa. Calle del Comercio, ras, Born, ras, y Sala M¨¤gic, ras, a donde vengo a toda leche para ver: a) un concierto del Payo Juan Manuel, organizado por b), Fernando, gran ide¨®logo de c) el concepto Spanish Bizarro. Esta cr¨®nica, por consiguiente, pretender¨¢ iluminar al lector sobre los conceptos a), b) y c). Ras.
- Un Mozart 'espa?¨®'. Concepto a), el Payo. El Payo naci¨® en Espartinas, Sevilla DF, a?os cuarenta. De muy peque?o se vino a la Barceloneta, barrio-Estado donde vivi¨® 40 a?os y donde se inici¨® en las artes musicales a trav¨¦s de las caramelles y dels coros de la Barceloneta. Con ese curr¨ªculo, el Payo podr¨ªa haber optado a un lugar apa?ado en una lista electoral por Uni¨® Democr¨¤tica. Pero "el Payo es impredecible, en sus actuaciones y en su vida" (sic). De vez en cuando "cruzaba la charca" -concepto la charca: esa cosa encharcada que separaba la Barceloneta del Somorrostro, que debidamente urbanizada se llama el Bogatell-, donde iba a tomarse unos vinos y cantar con los gitanos. "Ah¨ª me explicaban historias del Camborio y de ese poeta andaluz...". ?Pem¨¢n? "No, el maric¨®n de Granada, ?c¨®mo se llamaba? Lo tengo en la punta de la lengua".
Con el espa?olismo que viene de Madrid, a veces aqu¨ª se confunde lo bizarro; la cr¨ªtica de una est¨¦tica, con lo que intentas criticar
Aquellos contactos con la cultura cal¨¦ fueron, en todo caso, fundamentales en la elaboraci¨®n del Payo style. En los confusos ochenta -23-F, atraco al Banco Central, "vamos a dejar Espa?a que no la va a reconocer ni la madre que la pari¨®", tu mejor amigo por la calle con calentadores en los tobillos-, el Payo lentifica su carrera musical en favor de su faceta empresarial, que como un Nexus 6, aquellos replicantes que brillaban mucho, pero durante poco tiempo, desarroll¨® en el m¨ªtico local de la Barceloneta El rey del marisco o El rinc¨®n del Payo, a cuya puerta -los chef de entonces no se promocionaban vendiendo en Caprabo aceite de oliva a la esencia de Nenuco-, el propio Payo cantaba las excelencias de sus productos. En la actualidad, el Payo ejerce el arte total en Ja¨¦n, donde regenta una asociaci¨®n cultural y canta cada d¨ªa. Quiz¨¢ a estas alturas de esta cr¨®nica usted se est¨¢ preguntando qui¨¦n diablos es el Payo. Pues bien, ah¨ª va. El Payo es, y no otro, el compositor e int¨¦rprete de esas canciones de amor senzilles i tendres como, verbigracia, La cabra, Yo me sub¨ª a la verja, Una vieja y un viejo van p'Albacete, Grifa, Un pasota en Benidorm o, en fin, El mejill¨®n. M¨¢s luz sobre el punto a). Payo, ?de d¨®nde saca su inspiraci¨®n? "Me inspiro en m¨ª mismo, en lo que veo, en las desgracias que hay en el mundo". "Mi composici¨®n que mejor me define son los versos: me dicen que soy muy verde / cuando canto mis canciones / Yo s¨®lo digo verdades / tan grandes como melones". Toma ya. Se inicia la actuaci¨®n del Payo. Estamos en una madrugada electoral, por lo que el Payo, muy metido en su papel de cantautor, abre su show con un conmovedor "Visca Catalunya", y un breve parlamento c¨ªvico -"... y que ma?ana gane el candidato que nos llene la nevera"-. El p¨²blico, enfervorizado, aclama al m¨²sico coreando el grito "Payo presidente". En eso, me encuentro con Fernando. Fernando: "Va a ser un concierto memorable. El Payo no edita un disco desde los a?os ochenta. S¨®lo vende cintas en gasolineras, es una estrella de los gas-station-hits".
- Las canciones malas no mienten. Concepto b). Fernando. Fernando es el editor de los discos Spanish Bizarro -el pr¨®ximo mes sale el volumen II, no se lo pierdan-, compilaciones de canciones cutres que iluminan una ¨¦poca oscura de uno de los pa¨ªses m¨¢s oscuros del planeta. Los edita desde su propia discogr¨¢fica, Belmondo -"somos tres socios, m¨¢s belmondistas que dellonistas. Belmondo tiene su cosa canalla y de Riviera de los sesenta"-. La discogr¨¢fica tiene un par de grupos contratados, distribuye vinilos y, sobre todo, quiere especializarse en recopilatorios bizarros. "Hemos hecho una web -www.belmondorecords.com-, desde la que vertebraremos el club Spanish Bizarro". "Ser¨¢ de acceso gratuito, mediante contrase?as que aparecer¨¢n en nuestros discos. La gente podr¨¢ bajarse canciones en MP3". "El Club ser¨¢ una especie de museo de los horrores visuales y sonoros: el horror m¨¢s reciente que he conseguido es una portada de un disco" -glups- "de la Tuna Subnormal de Gij¨®n". "Desde enero, el Club organizar¨¢ fiestas como ¨¦sta. Estoy a punto de conseguir que la siguiente artista invitada sea Susana Estrada". "El club por ahora s¨®lo tiene un socio. Se trata del l¨ªder de la legendaria banda La charanga del t¨ªo Honorio. Me escribi¨® una carta que empezaba con las palabras: Quiero y merezco pertenecer a ¨¦ste club".
- Lo bizarro. Hablamos del concepto c), lo bizarro. Lo bizarro: "es una iconograf¨ªa fascista, o anacr¨®nica, o fuera de su tiempo, de algo que se presentaba como lo mejor y que, fuera de su contexto, es rid¨ªculo". "Espa?a es bizarra". "Con el ba?o de espa?olismo que nos viene de Madrid, a veces aqu¨ª se confunde lo bizarro, es decir, la cr¨ªtica y el cachondeo de una est¨¦tica, con lo que intentas criticar". Lo bizarro es tal vez una cr¨ªtica a la cultura oficial, en un pa¨ªs que genera culturas oficiales, artistas oficiales o intelectuales oficiales. Una cultura que, pongamos, se relaciona m¨¢s con la tradici¨®n de la Charanga del t¨ªo Honorio que, pongamos, con la tradici¨®n del J'accuse. Ahora hablo con Fernando el d¨ªa siguiente a las elecciones, que han producido unos resultados nada oficiales, y la a?oranza de intelectuales no oficiales que analicen los resultados y la l¨ªen. Ring-ring. Fernando, ?qu¨¦ ha sido lo m¨¢s bizarro de estas elecciones? "No s¨¦, pon que Maragall cantando All you need is love".
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