Tiempo de mudanzas
El Ayuntamiento de Madrid huye a toda prisa del centro hist¨®rico de la villa para mudarse a la orilla derecha del gran r¨ªo de la Castellana. Hay que modernizarse y no hay duda de que el Palacio de Correos, en Cibeles, es todo un s¨ªmbolo de modernidad, o al menos lo era a comienzos del siglo pasado, cuando el joven y desconocido arquitecto Antonio Palacios se hizo con el proyecto, desbancando a los consagrados y atrayendo sobre s¨ª los dardos de la pol¨¦mica acad¨¦mica y la chunga de los castizos, que bautizaron el nuevo edificio como Nuestra Se?ora de las Comunicaciones, por sus hechuras catedralicias. Ruiz-Gallard¨®n acaba de abandonar la antigua Casa de Correos de la Puerta del Sol, del siglo XVIII, y est¨¢ a punto de instalarse en el palacio de lo mismo del XIX, mudanza de sede y de siglo, pero no de gremio.
Otra mudanza, la de la antigua Concejal¨ªa de Servicios Sociales, hoy de Empleo y Servicios al Ciudadano, ha ido a¨²n m¨¢s lejos, al barrio de Salamanca, n¨²cleo del Madrid burgu¨¦s y novecentista, a un edificio seminuevo, moderno y funcional. Ir¨®nicos augures pronosticaron en su d¨ªa que, bajo el mandato de Ana Botella, la concejal¨ªa cambiar¨ªa de nombre y recobrar¨ªa su antigua denominaci¨®n de Beneficencia. S¨®lo acertaron a medias: en el nuevo gobierno municipal est¨¢ terminantemente prohibido mirar al pasado, aunque se viva en ¨¦l en muchos aspectos.
La nueva ubicaci¨®n de la nueva concejal¨ªa ha suscitado una nueva oleada de cr¨ªticas que aluden, en primer t¨¦rmino, al alto precio de la mudanza, el alquiler y el acondicionamiento y amueblamiento de un edificio de m¨¢s de 7.000 metros cuadrados. A los cr¨ªticos han respondido fuentes municipales de reconocida insolvencia diciendo que no es para tanto, porque en la remodelaci¨®n van a utilizarse much¨ªsimas mamparas de quita y pon, que, en caso de un nuevo traslado, por ampliaci¨®n o cese del negocio, podr¨ªan ser reutilizadas en otras dependencias municipales de menos lujo que admitan material de segunda mano.
Mientras los cr¨ªticos de izquierdas hacen sus cuentas cicateras y enarbolan cifras de esc¨¢ndalo, los gestores de la pol¨ªtica econ¨®mica del PP enfocan el tema de otra manera. Los gastos, que los primeros ven suntuosos e incluso fara¨®nicos, ellos los ven como inversiones en el sector privado: el alquiler, por ejemplo, ser¨ªa, desde su punto de vista, una inversi¨®n en el negocio inmobiliario, que est¨¢ a punto de entrar en crisis, y lo mismo puede decirse de los camiones utilizados en la mudanza, del mobiliario, material de oficina, telecomunicaciones... Meras inversiones en empresas de amigos y colaboradores, una f¨®rmula suave y paulatina de ir privatizando la cosa p¨²blica sin que traspase mucho ni se note demasiado. Se supone, pero esto ya es mera hip¨®tesis, que las empresas favorecidas por las inversiones reinvertir¨¢n en la creaci¨®n de nuevos puestos de trabajo, que subcontratar¨¢n con empresas de trabajo temporal, ampliando as¨ª los beneficios de la inversi¨®n municipal a un amplio colectivo de trabajadores eventuales que, eventualmente, dejar¨¢n de necesitar los servicios de la Concejal¨ªa de Empleo, que de esta forma, indirecta e innovadora, servir¨¢ mejor a los ciudadanos.
Las restantes cr¨ªticas tienen a¨²n menos fuste. La nueva sede, que fue convento y colegio de monjas concepcionistas hasta que estas concibieron la feliz idea de vender el edificio siguiendo el ejemplo de otras colegas del barrio, no est¨¢ tan cerca de la "milla de oro" del comercio de moda y complementos como dicen los malintencionados, hay al menos diez manzanas de separaci¨®n, m¨¢s de quinientos metros, a ojo de mal cubero, para acceder a los templos de Dior, Valentino, Cartier o Armani, un trayecto muy inc¨®modo para hacerlo sobre zapatos de tac¨®n si no arreglan el pavimento. Ya est¨¢ bien de demagogia, el edificio cuestionado, como insisten desde el Ayuntamiento, est¨¢ m¨¢s cerca de la populosa y popular plaza de Manuel Becerra, en Ventas, que de la selecta calle de Serrano. M¨¢s demag¨®gico hubiera sido llevar la concejal¨ªa a Villaverde, Usera o Lavapi¨¦s y, por supuesto, mucho m¨¢s inc¨®modo para todos, porque esta zona tiene una excelente red de transportes p¨²blicos, un metro ideal para que los desempleados con aptitudes art¨ªsticas se explayen a su gusto y aprovechen el tiempo y unas esquinas la mar de rentables para ejercer la mendicidad por el camino.
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