El M¨¢laga se mofa del Bar?a

El Bar?a se hundi¨® en La Rosaleda de M¨¢laga en su noche m¨¢s terror¨ªfica. El partido reuni¨® todos los defectos posibles de un equipo que se ha roto justo en el peor momento, cuando est¨¢ a tres d¨ªas del cl¨¢sico ante el Madrid. Cinco goles en contra espantan todos los demonios blancos. Ya est¨¢ claro que sin Ronaldinho, este equipo es otro. Nada le funcion¨®: ni la delantera, ni un centro de campo que parece un barquito sobre una marea y ni siquiera la defensa, que ech¨® terriblemente de menos al lesionado Puyol.

El disparate azulgrana fue tan inmenso que al M¨¢laga, con un Salva enorme, le bastaron quince minutos para meterse el partido en el bolsillo. El delantero redonde¨® su gran actuaci¨®n con un tercer gol, el que supon¨ªa su hat-trick, y hasta su sustituto, Diego Alonso, s¨®lo necesit¨® un par de minutos para meter el cuarto. Canabal puso su guinda con el quinto, para demostrar que ayer todos los arietes pod¨ªan meterle mano al Bar?a.

La contundente derrota, la m¨¢s abultada de largo este a?o, supone un terrible golpe an¨ªmico con vistas al cl¨¢sico. Pero no tiene la menor discusi¨®n: el M¨¢laga desnud¨® c¨®mo y cu¨¢ndo quiso a los azulgrana, que hace apenas un mes parec¨ªan haber crecido como equipo y que se han desmoronado como un castillo de naipes desde que han perdido a Ronaldinho Cuesta ya creer que todo el andamio se soportara gracias al talento del brasile?o. Mal organizado y mal puesto, el Bar?a fue un juguete en manos del M¨¢laga, que le tumb¨® hasta cinco veces. Para peor rid¨ªculo, el gol del Bar?a lo logr¨® Fernando Sanz, en propia puerta.

Quiz¨¢ lo peor de todo es que los azulgrana enmudecieron desde el principio y no reaccionaron pese a que perd¨ªan por 2-0 a los quince minutos. Fue una absoluta tortura. El M¨¢laga sali¨® al campo como un torbellino y rompi¨® la espalda del Bar?a con la misma facilidad con que se rasga un papel. La defensa, en la que jug¨® Mario por Puyol, qued¨® retratada en cuanto la pelota empez¨® a correr. Sus dos contragolpes fueron letales. El primer gol fue ni que pintado en una pizarra. Un contraataque perfecto nacido, para escarnio del Bar?a, tras un saque de esquina lanzado sobre la porter¨ªa del M¨¢laga. El bal¨®n lleg¨® a Josemi, que se zaf¨® de Van Bronkhorst, pas¨® a Duda que meti¨® un centro perfecto para Salva, pichichi del M¨¢laga. La Rosaleda se restreg¨® los ojos al ver que su equipo se adelantaba tan pronto en el marcador sin saber a¨²n el festival que se avecinaba. El portugu¨¦s meti¨® otro centro para que el ariete marcara el segundo.

El Bar?a s¨®lo hab¨ªa perdido hasta ayer un partido fuera de casa, pero esa supuesta leyenda empez¨® a hacerse a?icos. La remontada ya se ve¨ªa casi imposible. Los azulgrana no suelen distinguirse por su capacidad de reacci¨®n: no saben darle la vuelta a un partido adverso.

El Bar?a casi ni se enter¨®. Fue un simulacro de equipo, de nuevo impotente, sin ideas e incapaz de bajar el bal¨®n al suelo y de superar la asfixiante presi¨®n del M¨¢laga. Kluivert y Saviola se batieron in¨²tilmente para superar por el centro la firme defensa blanquiazul, y Luis Garc¨ªa y Quaresma intervinieron menos que nunca. Xavi, sin poder despegarse de su marcaje, nunca pudo tomarle el pulso al partido ni imponer el ritmo de juego. No le sirvi¨® de nada porque los recursos ofensivos rozan el bajo cero. Calatayud, que jug¨® por el lesionado Arnau, se llev¨® el primer susto cuando tuvo una falta de entendimiento con el central Fernando Sanz. El resto fueron dos ensayos de chuts de Kluivert y Motta. La ¨²nica ocasi¨®n azulgrana lleg¨® al borde del descanso, cuando el medio centro lanz¨® una falta que el guardameta desvi¨® con su manopla.

Rijkaard intent¨® corregir el desastre tras el descanso y retir¨® a Motta, perdido nuevamente ayer y que ya hab¨ªa sido amonestado por una dura falta sobre el ex azulgrana Miguel ?ngel. No se f¨ªa el t¨¦cnico del car¨¢cter del ¨ªtalo-brasile?o, que siempre amenaza con dejar a su equipo con diez. Gerard acompa?¨® a Xavi y Luis Enrique sustituy¨® al apagado Luis Garc¨ªa. No sirvi¨® de nada. El Bar?a avanz¨® sus l¨ªneas y s¨®lo Saviola puso a prueba a Calatayud. Pero la defensa fue un coladero y dej¨® a los puntas del M¨¢laga para que regalaran una noche hist¨®rica a La Rosaleda. Salva, Diego Alonso y Canabal llevaron al Bar?a a vivir la peor noche en a?os. Menudos d¨ªas le esperan.