Un hospital no es un hotel
Los trabajadores del hospital de Bellvitge consideran insuficiente la seguridad y piden restricciones en los accesos
"Un hospital no es un hotel, es un lugar donde hay gente enferma y no un recinto de libre acceso con puertas abiertas como pueda serlo una escuela o un museo". Pablo L¨®pez, portavoz del colectivo de m¨¦dicos residentes del hospital de Bellvitge, en L'Hospitalet, representa al sector de trabajadores que m¨¢s sufre en sus propias carnes lo que consideran "una pol¨ªtica err¨®nea" por parte del Servicio Catal¨¢n de Salud para sus hospitales catalanes.
La pol¨ªtica de puertas abiertas, que ahorra reclamaciones al sistema p¨²blico sanitario, provoca, sin embargo, el malestar entre los profesionales de la sanidad, que son objeto de agresiones continuas, principalmente en el bloque de urgencias, en donde el colectivo de m¨¦dicos residentes, con 287 profesionales en este hospital, es mayoritario y donde se producen las situaciones de mayor tensi¨®n. Las medidas aplicadas hasta el momento en materia de seguridad son consideradas insuficientes por parte de trabajadores y sindicatos que anuncian nuevas movilizaciones.
Los profesionales sanitarios son objeto de agresiones continuas, sobre todo en urgencias
Los trabajadores de la Ciudad Sanitaria y Universitaria de Bellvitge siguen sinti¨¦ndose inseguros en unas instalaciones en las que todas las semanas se producen agresiones y robos. La ¨²ltima agresi¨®n ocurri¨® hace dos semanas, cuando una doctora fue insultada y empujada de forma violenta en el ¨¢rea de urgencias por un familiar de un paciente. "El acceso al hospital tiene que ser estrictamente restringido", sostiene el portavoz del colectivo de m¨¦dicos residentes, quien asegura que se dan situaciones ins¨®litas para un centro de estas caracter¨ªsticas como descansillos con 10 o 15 personas a las tres o las seis de la madrugada. "Un familiar o dos por paciente deber¨ªa ser el m¨¢ximo permitido, si no se dificulta enormemente nuestro trabajo".
A la espera de que se construya la nueva zona de urgencias del hospital, el bloque actual se ha quedado desfasado en este sentido y las instalaciones son insuficientes. "Hace 25 a?os, cuando se abri¨® el hospital, se daba servicio a unos 500.000 habitantes y en la actualidad esta cifra se ha multiplicado por tres".
Las agresiones son constantes, especialmente las amenazas, con una media de cinco por d¨ªa. A ra¨ªz de la agresi¨®n a una doctora en los vestuarios del centro a finales del a?o pasado y de otros incidentes se aplic¨® a principios de este a?o una serie de medidas de car¨¢cter urgente como la instalaci¨®n de pulsadores de alarma en los vestuarios de los trabajadores, detectores de apertura en una veintena de salida de emergencia, la ampliaci¨®n del circuito cerrado de televisi¨®n y el reparto a 2.000 trabajadores de tarjetas magn¨¦ticas para acceder al vestuario. De forma paralela se encarg¨® a los Mossos d'Esquadra una auditor¨ªa para evaluar el sistema de vigilancia y seguridad del recinto.
A ra¨ªz de esta auditor¨ªa se han tomado medidas como la se?alizaci¨®n de las zonas restringidas, se ha ampliado el acceso a trav¨¦s de tarjetas a otras zonas como los vestuarios de quir¨®fanos, se han reducido de tres a dos los circuitos de acceso a urgencias desde el interior del hospital, acompa?ados de vigilancia permanente durante las 24 horas, se ha ampliado en cuatro el n¨²mero de agentes de la empresa privada de vigilancia que trabaja para el hospital y se han instalado una decena de alarmas antirrobo en zonas del recinto donde no hay actividad nocturna los fines de semana. Adem¨¢s, est¨¢ en proceso de licitaci¨®n el programa inform¨¢tico del nuevo sistema de vigilancia a trav¨¦s de la ampliaci¨®n y reconversi¨®n del circuito cerrado de televisi¨®n en c¨¢maras con tecnolog¨ªa digital.
Pese a que los sindicatos consideran positiva la aplicaci¨®n de estas medidas, opinan que son insuficientes y coinciden en que se deben restringir los accesos como principal medida de seguridad. Pepe Rojas, representante de la secci¨®n sindical de CC OO, cree que con el centro abierto las 24 horas "no hay manera de controlar el hospital". Este sindicato propone m¨¢s restricciones y controles y el acceso de un m¨¢ximo de dos visitantes por paciente, adem¨¢s de que el personal de las empresas que acceden al recinto diariamente vaya identificado.
Rafael Miret, de UGT, otro de los sindicatos representados en la junta de personal, va m¨¢s all¨¢ y cree necesario que todo el mundo vaya identificado con una tarjeta, tanto el personal del centro como los visitantes: "Hoy en d¨ªa cualquier persona tiene f¨¢cil acceso al interior del hospital. S¨®lo hay que hacer la prueba. Una vez dentro nadie te parar¨¢ ni te preguntar¨¢ d¨®nde vas".
Por su parte, ?lex Gonz¨¢lez, director de Servicios Generales del hospital de Bellvitge, asegura que "se est¨¢n aplicando todas las medidas posibles para favorecer que el hospital sea lo m¨¢s seguro posible". Gonz¨¢lez recuerda que el centro sanitario conforma un recinto de 98.000 metros cuadrados abierto las 24 horas del d¨ªa y con una afluencia muy importante de p¨²blico, con la dificultad a?adida que supone el control de todos sus accesos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.