El partido de los horrores
Ca?izares para un penalti en el ¨²ltimo segundo y el Valencia gana al Athletic un p¨¦simo choque
Errores, pifias y emoci¨®n final. En un partido mal jugado por ambas partes, se impuso el Valencia porque Ca?izares le par¨® un penalti a Urzaiz en el ¨²ltimo segundo. El delantero vasco lanz¨® a la izquierda del portero, con cierta potencia, pero Ca?izares se estir¨® brillantemente. Poco antes, sin embargo, Xisco y Mista hab¨ªan estado pisoteando con sa?a el punto de penalti para perjudicar el tiro de Urzaiz. Una picaresca que no fue evitada por el ¨¢rbitro, despistado por las protestas de los valencianistas y por la expulsi¨®n de Ayala. Minutos antes, Aranzubia tambi¨¦n le hab¨ªa detenido un penalti a Rufete.
Por mucho que Valverde lo supiera, no supo c¨®mo evitar que Aimar volviera a rasgar la tela defensiva del Athletic. Tal como sucedi¨® el curso pasado, el media punta argentino se movi¨® con facilidad entre los centrocampistas y los zagueros bilbainos. Y eso equivale a decir que el cuadro de Valverde era hombre muerto ayer en Mestalla. Al menos en la primera parte. En medio de un horror de primer periodo, lleno de imprecisiones, patadas y parones por todos lados -otra vez Ayala se emple¨® con desmedida dureza-, s¨®lo Aimar dio motivos para la esperanza. De uno de ellos naci¨® el primer gol local. Un ejemplo m¨¢s de la tenacidad de Mista, que persigui¨® a Karanka hasta arrebatarle el bal¨®n; de la clase de Jorge L¨®pez, que centr¨® templado; y del gran momento de Vicente, que vive la mejor relaci¨®n con el gol desde que ascendi¨® a Primera Divisi¨®n. Lleva cinco.
VALENCIA 2 - ATHLETIC 1
Valencia: Ca?izares; Curro Torres, Ayala, Marchena, Carboni; Jorge L¨®pez (Rufete, m. 63), Albelda, Baraja (Pellegrino, m. 81), Vicente; Aimar (Xisco, m. 83); y Mista.
Athletic: Aranzubia; Lacruz, Prieto, Karanka, Del Horno; Ezquerro, Orbaiz, Oscar Vales (Guerrero, m. 81), Jonan Garc¨ªa (Arriaga, m. 46), Yeste; y Etxeberria (Urzaiz, m. 73).
Goles: 1-0. M. 18. Mista le roba el bal¨®n a Karanka, cede a Jorge L¨®pez y el centro desde la derecha de ¨¦ste lo empalma de volea Vicente a gol. 1-1. M. 52. Pase en profundidad de Yeste a Etxeberria, Carboni le corta el remate, pero el bal¨®n le cae a Ezquerro, que marca con la zurda. 2-1. M. 65. Mista abre a Aimar, ¨¦ste dispara, rechaza Aranzubia, Aimar cede atr¨¢s a Vicente y ¨¦ste marca.
?rbitro: Daud¨¦n Ib¨¢?ez. Expuls¨® a Lacruz (m. 87) y a Ayala por doble amarilla (m. 92). Amonest¨® a , Del Horno, Jonan Garc¨ªa, ?scar Vales y Luis Prieto.
Unos 40.000 espectadores en Mestalla.
Despu¨¦s de la goleada del pasado a?o (5-1), al Athletic le pesa Mestalla. Sali¨® ayer con todo tipo de precauciones. Pobl¨® de gente el centro del campo en busca del embudo y dej¨® muy solo a Etxeberria en el ataque. Estuvo desasistido. Y para una vez que le gan¨® la espalda a la defensa, Carboni lo agarr¨® y lo derrib¨® sin que ni el ¨¢rbitro ni sus asistentes lo advirtieran.
Valverde quiso abrir el campo tras el descanso: entr¨® el joven Arriaga, lo que supuso que Ezquerro acompa?ara a Etxeberria en el ataque. Y el juego lo agradeci¨®. Sobre todo el del Athletic, que dispuso de m¨¢s espacios. Como percibi¨® Yeste: una autopista en el centro de la defensa valencianista. Marchena se hab¨ªa ausentado al centro del campo ante el cabreo de su entrenador, Rafa Ben¨ªtez. Etxeberria se plant¨® solo ante Ca?izares, Carboni lleg¨® a tiempo para barrer el bal¨®n, pero ¨¦ste le cay¨® a Ezquerro y empat¨® el partido. Ben¨ªtez echaba pestes desde el banquillo mientras Pellegrino, que despu¨¦s ser¨ªa crucial en el desarrollo del choque, calentaba en la banda.
Le tocaba a Ben¨ªtez mover ficha. Y tambi¨¦n el t¨¦cnico madrile?o pens¨® en abrir el campo, esta vez con Rufete, m¨¢s extremo que Jorge L¨®pez. Pero el campo se estir¨® por la izquierda, donde llegaba Aimar con otra inmensidad verde para correr. Lleg¨® ante Aranzubia y ¨¦ste le sac¨® el disparo raso con el cuerpo. Pero el bal¨®n cay¨® otra vez en los pies de Aimar: cedi¨® atr¨¢s y Vicente, con m¨¢s fe que su compa?ero, empal¨® a gol.
A las dos defensas les entr¨® entonces un tembleque inopinado. Cada ataque era un anuncio de gol, tal era el rosario de facilidades que conced¨ªa los zagueros. M¨¢s extra?o en el Valencia, conocida como una de las mejores defensas de Europa. De ah¨ª los gritos que se dirigieron Albelda y Ayala, que no se pon¨ªan de acuerdo sobre qui¨¦n era el culpable del tremendo desaguisado.
El Valencia tiene un serio problema con los penaltis a su favor. Sobre todo si Jorge L¨®pez, el ¨²nico que parece capaz de afrontarlos, est¨¢ en la ducha. Que fue lo que sucedi¨®. Sustituido Jorge L¨®pez, nadie sabe por qu¨¦ ayer el encargado fue Rufete, que ven¨ªa de cometer una pifia monumental el mi¨¦rcoles ante la Real. Y tal vez por eso fue a lanzarlo, para borrar esa m¨¢cula.
Consigui¨® lo contrario.
Valverde sac¨® a bailar su ¨²ltima baza: Urzaiz. Y a Ben¨ªtez le entr¨® el miedo en el cuerpo. Retir¨® a Baraja e introdujo al central Pellegrino. Estaba claro que el juego se dirimir¨ªa en las alturas. Como sucedi¨®. Pellegrino agarr¨® a Urzaiz en la ¨²ltima jugada del partido, en un bal¨®n a la olla, y origin¨® el penalti. Segundos antes, el Valencia estuvo perdiendo tiempo en los c¨®rners, ante la indignaci¨®n de su hinchada, poco acostumbrada a ver sufrir a su equipo de esta manera. Pero Ca?izares se convirti¨® en el h¨¦roe inesperado: cerr¨® con su bella estirada uno de las citas que se recuerdan. El partido de los horrores.
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