"A veces tardo dos horas de Pinto al Ram¨®n y Cajal"
Olga Pino recorre 20 kil¨®metros en una hora y cuarto
Olga Pino no podr¨ªa soportar el atasco sin escuchar m¨²sica. No es para menos. Esta mujer de 28 a?os recorre todos los d¨ªas en su Fiat Brava el trayecto que une su casa, en Pinto, con su trabajo, el hospital Ram¨®n y Cajal de la capital. Veinte kil¨®metros de la carretera de Andaluc¨ªa (N-IV) que, el mejor de los d¨ªas, ella recorre en una hora y cuarto.
"Voy sola y la m¨²sica la llevo muy alta, voy cantando", cuenta. Olga, que vive con sus padres en un barrio nuevo de Pinto, se levanta a las seis de la ma?ana. Desayuna un vaso de leche fr¨ªa con cacao y a las siete menos veinte sale de casa. "Hay d¨ªas que he tardado dos horas en llegar al hospital y he entrado tarde a trabajar", cuenta esta celadora de urgencias.
Olga tiene dos semanas turno de ma?ana y una semana turno de noche. "Antes iba a trabajar en tren, pero desde hace un mes voy en coche, porque el tren es muy inc¨®modo, va siempre lleno de gente, no te puedes sentar, hace m¨¢s fr¨ªo. Al final me he quemado con el transporte p¨²blico", dice. "Por Pinto apenas pasan trenes. Tendr¨ªan que aumentar la frecuencia", a?ade. Lo ¨²nico malo que le ve a moverse en coche es el gasto en gasolina.
Sus cr¨ªticas a la carretera de Andaluc¨ªa son numerosas: "En los baches te dejas las ruedas, no se ve nada por la noche...", enumera. Para salir del pueblo, Olga evita pasar por los pol¨ªgonos industriales. "As¨ª gano algo de tiempo", explica. El primer atasco llega en la incorporaci¨®n de Pinto con la N-IV. Los coches circulan muy despacio. El embotellamiento llega hasta la salida n¨²mero 13, a la altura de Getafe.
El martes pasado la lluvia empeor¨® todav¨ªa m¨¢s las cosas. Un coche se cruza por delante del de Olga sin dar el intermitente. "El muy....", increpa esta pinte?a. "La gente es un peligro; en cuanto te descuidas, te hacen la pirula y te empotras", dice.
Los luminosos anuncian en dos ocasiones accidentes de tr¨¢fico, que ralentizan a¨²n m¨¢s la circulaci¨®n. Otros carteles advierten de que hay problemas de tr¨¢fico en la incorporaci¨®n a la M-30. Para evitar el atasco de la M-30 en direcci¨®n norte -donde los coches est¨¢n totalmente parados-, Olga se desv¨ªa hacia el sur para pasar por el Vicente Calder¨®n y dar la vuelta a la ronda de circunvalaci¨®n.
"Hago muchos m¨¢s kil¨®metros, pero es que, si no, no llego a trabajar. Hay mucho menos atasco haci¨¦ndolo as¨ª. Si voy por el norte no llego hasta las nueve de la ma?ana", asegura. A las 7.35 Olga ya est¨¢ en la calle del Cardenal Herrera Oria. De ah¨ª al Ram¨®n y Cajal, otro cuarto de hora sufriendo el atasco. Olga aparca en la puerta del hospital. A las ocho esta mujer ya est¨¢ recibiendo a los pacientes de urgencias.
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