Un turista en el Prado
Ahora que nadie quiere ser turista, he aqu¨ª un argumento de autoridad para dar por buena una visita rel¨¢mpago al Museo del Prado. Tres horas: el tiempo de bajarse del pullman y darse una vuelta por el para¨ªso antes de ir a comprar espadas a Toledo. Si hoy es s¨¢bado, esto es Madrid. Y sin complejos. "Jam¨¢s he alcanzado a conocer bien aquellas ciudades adonde llegu¨¦ creyendo tener mucho tiempo por delante", escribi¨® Eugenio D'Ors (1882-1954) en los preliminares de este libro. Las estrecheces temporales conllevan sus ventajas explicativas, nos avisa: derecho a la abreviatura, informaci¨®n concreta, clara y racional. Todo virtudes. Son las que tiene este cl¨¢sico que el escritor catal¨¢n public¨® en 1922 imaginando un visitante ideal: joven, inteligente, con buen gusto instintivo y "s¨®lo atisbo de cuatro confusas generalidades en materia de arte". Y sin vanidad, porque "rara vez el vanidoso entiende". Con una mezcla de erudici¨®n y llaneza, D'Ors apunt¨® en estas p¨¢ginas algunas de las ideas que a?os m¨¢s tarde dar¨ªan cuerpo a su obra cumbre, Lo barroco, seg¨²n los expertos, uno de los pocos textos te¨®ricos espa?oles de car¨¢cter hist¨®rico-art¨ªstico tomados en consideraci¨®n por la cr¨ªtica mundial. Aqu¨ª est¨¢, en efecto, su contraposici¨®n entre las formas que vuelan (barroco) y las formas que se apoyan (clasicismo). Abundando en sus queridas dicotom¨ªas, el fil¨®sofo barcelon¨¦s ve en Mantegna un ejemplo de acercamiento de la pintura a la escultura y a la arquitectura. Entre tanto, Goya ser¨ªa un explorador de las regiones en las que la pintura est¨¢ apunto de volatilizarse para convertirse en m¨²sica y poes¨ªa. A medio camino, esto es, en la proximidad de la pintura a s¨ª misma: Vel¨¢zquez, realismo puro, "el lugar del museo en el que m¨¢s hay que admirar y, por tanto, menos que comentar". Si el libro de D'Ors es un regalo, esta edici¨®n lo es a¨²n m¨¢s. A las chispas del texto se le han a?adido todas las ilustraciones necesarias, unos "avisos al visitante de las exposiciones de pintura" y una breve historia del museo con sus planos actuales. Una edici¨®n, en fin, que parece extranjera, la obra de un turista.
TRES HORAS EN EL MUSEO DEL PRADO
Eugenio D'Ors
Alianza. Madrid, 2003
216 p¨¢ginas. 45 euros
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