Sabor 'retro', barquillos y tebeos
Un paseo de domingo entre las tiendas y puestos del Rastro de Madrid
Cada domingo por la ma?ana, una riada humana fluye por las calles y plazas de esta peque?a rep¨²blica independiente conocida como el Rastro. Un compendio de postales que representa como ning¨²n otro el car¨¢cter multicultural del que presume Madrid.
Empezamos por la plaza de Cascorro, la puerta de entrada del particular zoco. Dan la bienvenida puestos de flores y plantas, y alguno de los 10 hermanos de la familia Ca?as vocifera sus productos. Seg¨²n ellos, y tras casi dos siglos de dedicaci¨®n, "los ¨²nicos barquilleros de la ciudad". A partir de aqu¨ª, dos posibles caminos. En l¨ªnea casi recta, el que empieza por la extensa Ribera de Curtidores hasta la ronda de Toledo. En su descenso abunda la ropa y art¨ªculos a estrenar, as¨ª como las tiendas de monta?ismo, o multitud de puestos y tiendas situados en callejuelas adyacentes donde adquirir todo lo relacionado con la pintura art¨ªstica. En este tramo destacan las Nuevas Galer¨ªas a un lado, y al otro, las Galer¨ªas Piquer, inauguradas en 1950 y cuyo nombre guarda una estrecha relaci¨®n con el de su promotora, la tonadillera Conchita Piquer. En su interior, todo tipo de anticuarios. Muebles, esculturas, l¨¢mparas, chimeneas y propuestas tan concretas como la de Mag¨¢n (Nuevas Galer¨ªas, local 63), especializado en el objeto naval.
Castizos de manual y modernos. Despistados y coleccionistas. Gitanos y adeptos a Hare Krishna. Turistas y locales. Un abigarrado mundo para descubrir alrededor de la Ribera de Curtidores.
Las antig¨¹edades siguen m¨¢s abajo, en el reformado Centro Puerta de Toledo y en la plaza del General Vara del Rey. Inicio del segundo recorrido, entre puestos callejeros y tiendas como Antig¨¹edades Palacios (donde sobresalen las cajas de m¨²sica y los relojes de soner¨ªa). Cruzando la plaza en diagonal entramos en un laberinto de calles donde se concentra un gran n¨²mero de almonedas. "Yo soy m¨¢s un chamarilero. Es como un chatarrero con criterio, una especie de trapero. Vender y comprar con rapidez, sin apenas catalogar. Nada que ver con el anticuario", afirma Vicente Garc¨ªa, de la Almoneda Verona (Mira el R¨ªo Baja, 20). Tanto en ¨¦sta como en las otras encontramos grabados, figuras de pesebre, frascos de perfume, libros, l¨¢mparas... Cualquier cosa. Nos sacudimos el polvo y bajamos hasta la plaza del Campillo del Mundo Nuevo. Papel en todas sus acepciones. Desde ni?os y padres intercambiando cromos hasta carteler¨ªa de cine, revistas de todos los temas y ¨¦pocas, y c¨®mics. Pregunte por El Vaquero y dar¨¢ con un tipo de lo m¨¢s pintoresco. Jes¨²s, su nombre, lleva 27 a?os animando su puesto disfrazado con espuelas, cartucheras y sombrero de cowboy. "Mi mujer me dej¨® por esto", afirma junto a unas colecciones de la Marvel, Roberto Alc¨¢zar y El Capit¨¢n Trueno. "Los tebeos o yo", me dijo.
Seguimos con una ruta de establecimientos de tem¨¢tica muy definida. En Antig¨¹edades de Oficina (Arganzuela, 25) priman las m¨¢quinas de escribir, as¨ª como material de oficina anterior a los a?os cincuenta. Desde pesacartas hasta m¨¢quinas de c¨¢lculo, pasando por sacapuntas de sobremesa. Hay aut¨¦nticas joyas. Gran parte del negocio radica en alquilar a productoras de cine, televisi¨®n y publicidad, un denominador com¨²n a m¨¢s de una tienda del Rastro. La serie Cu¨¦ntame saca mucho de su vestuario de Underground (Mira el R¨ªo Baja, 14). Ropa de segunda mano o restos de f¨¢brica a estrenar de los sesenta y setenta, adem¨¢s de complementos varios. G¨¦nero textil tambi¨¦n se vende en 7 Mundos (Carnero, 10), aunque aqu¨ª hay que retroceder unas cuantas d¨¦cadas m¨¢s. Isabel, farmac¨¦utica reconvertida en estudiosa de la moda, vende telas, ropa de mesa, cortinajes y vestidos de ¨¦poca y alta costura de entre 1850 y 1940. Seg¨²n cuenta, los de Titanic compraron aqu¨ª, y el modista franc¨¦s Jean Paul Gaultier, entre otros ilustres clientes, acude personalmente a su tienda en busca de inspiraci¨®n.
Geyperman y Barbie Superstar
A quien le vayan las haza?as b¨¦licas, Coleccionismo Militar Arganzuela (Arganzuela, 29, local 8), con piezas de las "¨¦pocas de Alfonso XIII / Rep¨²blica / Guerra Civil / Divisi¨®n Azul / I y II Guerra Mundial", seg¨²n reza el letrero. Pasemos al polo opuesto. Para juguetes, dos lugares: Collect Zona (Mira el R¨ªo Baja, s/n, local 3) y Dreams (Arganzuela, 25). En el primero convive el juguete de lata de principios del siglo XX con art¨ªculos de los setenta (desde el Scalextric hasta Geyperman). Esta d¨¦cada es el punto de partida de la segunda tienda. La Barbie y los pinballs se llevan la palma, as¨ª como la cultura del pl¨¢stico, y hasta hay estrafalarias gafas de Wish, marca fetiche de Elton John.
Fotocasi¨®n (Carlos Arniches, 22) lleva desde 1975 con las c¨¢maras fotogr¨¢ficas. Aunque tambi¨¦n tocan lo digital, aqu¨ª lo interesante es mirar hacia atr¨¢s (Leica, c¨¢maras Kodak de 1886, daguerrotipos, c¨¢maras de fuelle, de campa?a y de estudio de principios del siglo XX; superocho...). Vitorio (Carlos Arniches, 30) presume de ser la librer¨ªa m¨¢s vetusta del Rastro. Tocan casi todos los palos, pero sus especialidades son Madrid y la tauromaquia. Otra opci¨®n es A. Hern¨¢ndez (Carnero, 12). "Libro de segunda mano, antiguo, viejo, raro, curioso y agotado", dice de un tir¨®n Antonio Hern¨¢ndez, su propietario.
Son las 14.30. Hora de comer. Carlos Mej¨ªa, con su deje de dandi, baja la persiana de El Transformista (Mira el R¨ªo Baja, 18), una de las tiendas estrella de la ruta. Especializaci¨®n: muebles de los cincuenta hasta los setenta. Pero lo que atrae a cientos de clientes es el gusto personal del mismo Carlos, as¨ª como su ojo para encontrar muebles y objetos con sabor al retro m¨¢s refinado. Imprescindible. El Rastro se queda mudo hasta el fin de semana siguiente. Pero el jolgorio, en su vertiente de tapas y ca?as, sigue algo m¨¢s all¨¢ entre las plazas del Humilladero, de San Andr¨¦s y de la Paja.
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