En M¨¦xico, "no me apliques la mareadora"
Se declara impulsivo e irresponsable, dos talismanes del viajero abierto a la aventura. Hagan la prueba de invitar a un periplo a este actor -premio de la Seminci de Valladolid al mejor corto (Sue?os)-, y responder¨¢: "Si t¨² me dices ven, lo dejo todo". Algo semejante le condujo a Guadalajara (M¨¦xico).
Se traer¨ªa de M¨¦xico una buena sarta de vocabulario.
Hablan cachond¨ªsimo. Yo era un g¨¹erito (rubiajo) o pinche Daniel, el Volkswagen escarabajo es un bocho, en lugar de entonces dicen tons y la pendejada est¨¢ a la orden del d¨ªa. Lo m¨¢s divertido es la frase "no me apliques la mareadora", algo as¨ª como "no te enrolles".
Notable alto en vocabulario. ?Pasamos a los hechos?
A?o 2000. Sin haber le¨ªdo el gui¨®n me subo al avi¨®n que me lleva a Guadalajara para rodar una peli del director Beto G¨®mez. Mi personaje vive en uno de los barrios m¨¢s deprimidos, Analco, y ah¨ª me instalo yo. En un hotelito donde hab¨ªa cortes de luz, cutrecillo pero limpio. Ese barrio fue conocido porque hubo una tremenda explosi¨®n de gas en la que hab¨ªan muerto muchas personas.
Y decide mezclarse con la gente, para enriquecer el personaje.
Claro. Y r¨¢pido veo que es una gente incre¨ªble: tienen color y calor, sus conversaciones son profundas, se vive con orgullo y generosidad. Me siento en casa.
?La pobreza no era caldo de cultivo de la violencia callejera?
Nunca sent¨ª miedo, pero un d¨ªa presenci¨¦ una pelea que termin¨® con un muerto.
Qu¨¦ reconfortante paisaje humano. ?Pasamos al geogr¨¢fico?
Guadalajara est¨¢ en un llano, sus casas son bajas y tiene algunos museos alucinantes. Pero a m¨ª me atrajeron sus mercados. Probaba los alimentos y me dec¨ªan: g¨¹ey, ?est¨¢s loco? Si enfermas, mueres. Pero todo me sentaba bien.
?Y "se quiere de veras, porque es peligroso querer a las malas", como dice la ranchera?
Es dif¨ªcil ligar, por culpa del machismo. Ellas se muestran distantes, como si t¨² no las fueras a respetar. Pero si te l¨ªas con una ya no te deja suelto, son muy posesivas. Y la que es bella es bell¨ªsima, con esa piel mestiza y el pelo azabache.
Qu¨¦ po¨¦tico. Pasemos a esas ceremonias funerarias que tanto le llamaron la atenci¨®n.
S¨ª, porque tienen una visi¨®n optimista del paso al otro mundo, as¨ª que nadie llora. Cuando uno muere se monta una fiesta en la que se come y se bebe a destajo. Al que ves con l¨¢grimas es por la cogorza que lleva, no por tristeza.
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