Accidente
La desgracia ha querido que mi hermana sufriese el pasado d¨ªa 3 un accidente de tr¨¢fico que la ha mantenido ingresada en el hospital de M¨®stoles (Madrid) hasta la pasada madrugada. Mi queja es referente al trato que la sanidad p¨²blica puede llegar a tener con una persona ingresada en un hospital.
Mi hermana fue dada de alta el d¨ªa 10 a las 11 de la ma?ana. Puedo garantizarle que hasta las 2.30 de la madrugada siguiente no apareci¨® una ambulancia a buscarla para trasladarla a casa. Hablamos, pues, de un intervalo de 15 horas y media (se dice pronto), durante las cuales la indefensi¨®n y la impotencia han sido constantes compa?eras de la paciente y de todos los que hemos vivido de cerca su accidente y su ingreso.
Ante nuestras m¨²ltiples quejas, pasadas ya varias horas desde el alta m¨¦dica, distintos trabajadores del hospital de M¨®stoles apelaban a la incompetencia de lo que parece ser un nuevo consorcio de ambulancias que ha de dedicarse a este tipo de transportes (am¨¦n de otros posibles servicios que espero no tener nunca que necesitar, habida cuenta de la "premura" con que se prestan). Al parecer, varias entidades, entre ellas la Comunidad de Madrid, han llevado el caso a los tribunales.
El hospital no es, pues, responsable del transporte de los enfermos. Tampoco lo son los "mandados" que ejecutan el servicio m¨¢s de 15 horas despu¨¦s de que haya sido solicitado. Puedo entender la elusi¨®n de culpas; pero, desde luego, quien queda libre de todo pecado es, precisamente, quien m¨¢s perjudicado resulta por esta incidencias, a todas luces tan escandalosas como ignoradas por quienes debieran priorizar este asunto en sus agendas.
Resulta ser responsable una entidad cuya incompetencia resulta m¨¢s que evidente, y que con varias denuncias a sus espaldas sigue siendo la encargada de prestar un servicio b¨¢sico, asociado a un derecho tan fundamental como es la sanidad p¨²blica.
?D¨®nde van nuestros impuestos? ?C¨®mo es posible que la ¨²nica soluci¨®n ante este descarado delito sea la paciente espera? El hospital, despu¨¦s de varias horas, nos ofrec¨ªa pagar un taxi. Pero no entendimos que ¨¦sa fuese la soluci¨®n m¨¢s adecuada para transportar a una persona que padece rotura m¨²ltiple de pelvis.
Quiero hacer constar el pat¨¦tico seudoservicio que ofrece la sanidad p¨²blica para el transporte de los enfermos que pagan religiosamente mes a mes, a?o tras a?o, importantes cantidades a la Seguridad Social a cambio de lo que debiera ser una asistencia sanitaria de calidad, en un pa¨ªs que se ufana de ir bien. ?Pero para qui¨¦nes va bien? ?Para quienes nos atracan peri¨®dicamente llenando sus arcas a cambio de indefensi¨®n? Cada vez, se?ores, entiendo m¨¢s y mejor lo que ocurre en este pa¨ªs. Y lo que necesariamente ocurrir¨¢ mientras se invite a los pobres a ser m¨¢s pobres cada d¨ªa. La historia est¨¢ ah¨ª.
Les animo a que investiguen este vergonzoso asunto y le den la publicidad que merece. Quiz¨¢s as¨ª consigamos que nos den lo que es nuestro.
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