"Mi faceta art¨ªstica est¨¢ en haber desarrollado un proyecto singular"

De figura menuda, pelo corto y gafas con montura met¨¢lica, Blanca G¨®mez de Segura recibe al visitante en el Museo de Alfarer¨ªa Vasca con los pantalones azules de peto con los que trabaja y las manos cubiertas por una p¨¢tina de arcilla. ?se es su mundo, aunque su vida profesional comenz¨® a desarrollarse lejos. "Estuve a?os en una oficina, en una empresa que suministraba las tuber¨ªas a centrales nucleares", recuerda. Viv¨ªa en Madrid, tuvo su primera hija y regres¨® al Pa¨ªs Vasco.

Pregunta. ?C¨®mo apareci¨® la cer¨¢mica en su vida?

Respuesta. Me acerqu¨¦ a talleres para ocupar el tiempo libre y estudi¨¦ cer¨¢mica. Tuvieron que pasar varios a?os hasta que me acercara a un alfar, que es una especialidad dentro de la cer¨¢mica.

P. ?Cu¨¢ndo decidi¨® que iba a hacer de esa afici¨®n su profesi¨®n?

R. Desde el principio dibuj¨¦ la cer¨¢mica como una posibilidad de reciclar mi vida profesional. Y busqu¨¦ buenos maestros. La alfarer¨ªa era un oficio que estaba en v¨ªas de desaparici¨®n. Y, as¨ª, llegu¨¦ a Oller¨ªas hace 23 a?os.

P. No parece una decisi¨®n muy pr¨¢ctica.

R. En ese momento de mi vida ya pensaba que ten¨ªa en mis manos el recuperar la cer¨¢mica, y encontr¨¦ a la persona adecuada, Jos¨¦ Ortiz de Z¨¢rate, un alfarero que hoy tiene 90 a?os, capaz de transmitir su saber y sus historias, al que considero mi maestro.

P. ?Cu¨¢l es el objetivo del Museo de Alfarer¨ªa Vasca?

R. Mantener la cer¨¢mica popular de Euskadi tal como se ha hecho en los ¨²ltimos 500 a?os, aunque un cliente puede solicitar otro tipo de piezas.

P. ?D¨®nde queda su inquietud art¨ªstica?

R. Mi parte art¨ªstica es este lugar, el Museo de Alfarer¨ªa Vasca. El haber sido capaz de desarrollar un proyecto novedoso y singular que haga viable mi profesi¨®n.

P. ?Oller¨ªas se va a quedar siempre haciendo s¨®lo alfarer¨ªa popular?

R. No. Lo que hay que hacer es trascender, y ¨¦ste es el momento. Ya han pasado diez a?os y, en este momento, en mi cabeza estoy dibujando el futuro.

P. ?Y ese futuro pasa por que la marca de Oller¨ªas se reconozca a primera vista?

R. Creo que eso ya lo hemos conseguido, que se reconoce la cer¨¢mica popular vasca, el estilo propio. Y eso pasa por el marchamo de calidad.

P. ?Qu¨¦ p¨²blico acude al museo?

R. Recibimos unas 10.000 personas al a?o, de los que 5.000 son escolares y universitarios. El resto es gente que va buscando en la oficina de turismo algo distinto.

P. ?La cer¨¢mica es artesan¨ªa o arte?

R. Yo soy una trabajadora de la cer¨¢mica. Creo que en este momento tenemos la gran responsabilidad de dignificar lo que significa la palabra artesano.

P. ?Tan mal se la considera?

R. La palabra artesan¨ªa se est¨¢ utilizando demasiado para denominar cualquier cosa hecha toscamente. Y el artesano tiene oficio, y tiene que demostrarlo.

P. ?La cer¨¢mica vasca tiene un futuro que no sea s¨®lo el de recuperar el pasado?

R. Sin duda alguna, pero tenemos que hacer bien las cosas y con calidad. No hay que equivocarse y pensar que lo r¨²stico tiene que estar mal hecho, porque no es as¨ª.

P. ?La tecnolog¨ªa desvirt¨²a su trabajo?

R. El oficio no est¨¢ en el pie que mueva el torno, como antiguamente. Por fortuna, tenemos una m¨¢quina que gira sola. Mi oficio est¨¢ en mis manos, en mi cabeza y en mi coraz¨®n. Por eso, cuando viene aqu¨ª gente con la idea rom¨¢ntica de la alfarer¨ªa y me dicen que esto no es es como antes, que ya no damos al torno con el pie, le respondo lo que dec¨ªa mi maestro: "Alfareros, s¨ª, pero tontos, no".