?xito de p¨²blico

La propuesta de crear una agencia tributaria andaluza ha tenido un gran ¨¦xito de p¨²blico en toda Espa?a: no conozco ni un solo peri¨®dico que no llevara la noticia en primera p¨¢gina. Sin duda, tanto mimo tiene que ver con una propuesta de nombre similar -pero s¨®lo de nombre- hecha en Catalu?a por el tripartito que se prepara para gobernar esa comunidad. Es la ¨²nica explicaci¨®n, porque la propuesta de Chaves no va m¨¢s all¨¢ de lo que en su d¨ªa supuso la creaci¨®n de las agencias para la promoci¨®n del turismo o para la gesti¨®n del suelo. Si hay que modificar el Estatuto cada vez que se cree una nueva agencia estamos aviados.

Lo cierto es que el asunto ha dado lugar a todo tipo de interpretaciones. Algunas, chuscas y alarmistas: hay hasta quienes han visto en tan insustancial iniciativa una especie de conversi¨®n de Chaves al batasunismo. Criaturitas. Las bases para la reforma del Estatuto de Andaluc¨ªa (un documento de veinticinco p¨¢ginas y letra gord¨ªsima que se dio a conocer el martes) son, sobre todo, un cat¨¢logo de buenas intenciones o un pu?ado de promesas electorales.

En el cap¨ªtulo de organizaci¨®n territorial, por ejemplo, no menciona ni a las comarcas, ni a las mancomunidades, ni a las ¨¢reas metropolitanas. Sin embargo, abunda en detalles innecesarios. Hay muchos, pero se puede destacar el papel que le da a las cajas y que personalmente comparto. Pero imaginemos que alg¨²n d¨ªa se decide, pongamos por caso, la privatizaci¨®n de las cajas. Cosas m¨¢s raras se han visto: recuerden, si no, los contorsionismos del PSOE respecto a la OTAN. Para algo que s¨®lo es una decisi¨®n pol¨ªtica habr¨ªa que modificar el Estatuto, lo que implica la aprobaci¨®n por el Congreso de los Diputados de una ley org¨¢nica, con lo que una disposici¨®n que se podr¨ªa tomar exclusivamente en el ¨¢mbito andaluz terminar¨ªa en manos de las Cortes. ?No es un disparate?

Lo m¨¢s preocupante es lo que el documento propone sobre financiaci¨®n: el punto de vista se acerca mucho a las insolidarias propuestas del tripartito catal¨¢n. Dice el documento que el criterio esencial debe de ser la poblaci¨®n, y se queda ah¨ª. La poblaci¨®n ya es actualmente el principal criterio, pero se acompa?a de medidas correctoras, que no se contemplan en el documento.

Seg¨²n un informe del Ministerio de Econom¨ªa, citado estos d¨ªas, si se contempla s¨®lo el criterio de poblaci¨®n, la Comunidad de Madrid ingresar¨ªa en torno a un 13% m¨¢s. Catalu?a, sobre un 2%. Nosotros nos quedar¨ªamos, m¨¢s o menos, como estamos. Pero, eso s¨ª, llevar¨ªamos a la ruina a regiones con mucha dispersi¨®n de poblaci¨®n -como las dos Castillas- o con peculiaridades geogr¨¢ficas, como las islas.

Incre¨ªblemente, el documento recoge la misma petici¨®n que figura en el plan de gobierno del tripartito catal¨¢n: que se terminen igualando los resultados del r¨¦gimen com¨²n y del foral. Eso es imposible que suceda en un plazo de tiempo razonable: si as¨ª fuera, se acabar¨ªan los mecanismos de solidaridad que seguir¨¢n siendo necesarios a¨²n dentro de muchas d¨¦cadas. Esta reivindicaci¨®n me parece impresentable pero l¨®gica cuando la hace Catalu?a: no es extra?o que los ricos sean insolidarios. Lo que no entiendo es c¨®mo puede pregonar la insolidaridad una regi¨®n pobre como la nuestra.