El acta de acusaci¨®n contra Sadam Husein
La investigaci¨®n sobre un centenar de fosas comunes con miles de muertos aporta pruebas contra el dictador
Las paredes de la que fue lujosa mansi¨®n de Mahir Mustaf¨¢ el Nasri, primo de Sadam Husein y preboste del r¨¦gimen del Baaz todav¨ªa fugado, est¨¢n empapeladas con las fotograf¨ªas de decenas de personas: el piloto de aviones de combate Nasar Al¨ª; el jeque Mayid el Bedraui; Nagam Abdul Husein, una ni?a de 9 a?os, y su hermano Husein Al¨ª, de 12. Son cuatro de los ejecutados o desaparecidos entre 1979 y 2003 en Irak. Suman, sin duda, centenares de miles. Desde el 11 de abril, esa casa de Bagdad a orillas del Tigris est¨¢ ocupada por la Asociaci¨®n de Prisioneros Pol¨ªticos, una organizaci¨®n que pretende convertirse en la principal parte acusadora en el juicio al que ser¨¢ sometido el tirano. En una de las salas hay una camilla con todo tipo de artilugios utilizados en las prisiones para estirar y quebrar los huesos de los detenidos y aplicarles corrientes el¨¦ctricas.
La lista de cargos contra Sadam Husein promete ser prolija. Otras cinco asociaciones similares y varios pa¨ªses -Israel, Ir¨¢n y Kuwait- han anunciado que presentar¨¢n querellas ante el tribunal que le juzgar¨¢, cuya exacta composici¨®n se desconoce todav¨ªa, como se ignora cu¨¢ndo arrancar¨¢ el juicio. Las v¨ªctimas de su r¨¦gimen quieren imputarle los delitos de cr¨ªmenes contra la humanidad, cr¨ªmenes de guerra y genocidio. La incesante represi¨®n de los kurdos y de los chi¨ªes saldr¨¢ a la luz. La recopilaci¨®n de documentos y pruebas no ha hecho m¨¢s que comenzar.
Ibrahim el Idrisi, de 36 a?os, y su hermano Abdulfat¨¢, cuatro a?os m¨¢s joven, dirigen la Asociaci¨®n de Prisioneros Pol¨ªticos. Han puesto a disposici¨®n de las autoridades estadounidenses - "los norteamericanos son los ¨²nicos que pueden custodiarlos", asegura Ibrahim- m¨¢s de 100.000 casos documentados de ejecutados o desaparecidos, con las acusaciones contra sus presuntos responsables. Son 15 millones de folios.
Familiares de m¨¢rtires
"Entre 500 y 1.000 familiares de m¨¢rtires acuden a diario para proporcionar datos", destaca Sasajer Yasin al Garrawy, rodeado de una decena de personas que muestran papeles oficiales. Unas 40 personas forman al mediod¨ªa una cola que se alimenta cada minuto. "La mayor¨ªa", a?ade, "son chi¨ªes, pero no importa su origen ¨¦tnico o religioso". Al Garrawy lamenta el nulo respaldo financiero de los pa¨ªses ocupantes. Siete hermanos suyos fallecieron asesinados. No tiene ganas de explicar c¨®mo.
Todo surgi¨® por casualidad. "D¨ªas despu¨¦s de la fundaci¨®n de la asociaci¨®n", relata, "se presentaron un hombre y una mujer. Aseguraron que conoc¨ªan el lugar donde estaban escondidos decenas de miles de expedientes. Se hallaban enterrados en los s¨®tanos de un supermercado del lujoso barrio de Al Mansur que hab¨ªa sido bombardeado. Los dirigentes baazistas los olvidaron en su apresurada huida". Constituir¨¢n la base de su alegato contra Sadam y sus adl¨¢teres. Pero guardan alg¨²n secreto m¨¢s.
"Conocemos la localizaci¨®n de otras 106 fosas comunes masivas. No anunciaremos su emplazamiento hasta que est¨¦ formado el nuevo Gobierno iraqu¨ª", cuenta Abdulfat¨¢. S¨®lo lo han comunicado a la Autoridad Provisional de la Coalici¨®n, dirigida por el diplom¨¢tico estadounidense Paul Bremer. Entre otros motivos, para evitar que suceda lo ocurrido en los primeros d¨ªas tras la ca¨ªda del tirano. Entonces, miles de iraqu¨ªes se acercaron a las 12 fosas descubiertas hasta la fecha para recuperar los restos de sus parientes y enterrarlos. Destruyeron as¨ª pruebas indiscutibles de las atrocidades perpetradas. "S¨®lo se lo hemos comunicado a la USAID", un organismo de ayuda dependiente del Gobierno de Estados Unidos. Tambi¨¦n ha sido informado el Consejo de Gobierno Provisonal iraqu¨ª, nombrado por Washington.
Los hermanos El Idrisi saben de lo que hablan. Pertenecientes al partido islamista Hezbol¨¢ el Wahad, conoc¨ªan a 13 miembros de este movimiento que fueron "ejecutados" y a otros dos que "murieron durante los interrogatorios". "Mi hermano", narra Ibrahim, "fue detenido durante 20 meses en varios periodos sin cargo alguno. Siete primos m¨ªos fueron asesinados".
Las acusaciones de genocidio se fundamentan tambi¨¦n en el plan sistem¨¢tico que puso en pr¨¢ctica el Gobierno de Sadam para arabizar el Kurdist¨¢n iraqu¨ª y a sus cinco millones de habitantes. Se trata de la campa?a Anfal, ejecutada en 1987 y 1988. En Halabha, en la frontera con Ir¨¢n, unas 5.000 personas murieron en un ataque con armas qu¨ªmicas. Otras 4.000 poblaciones fueron destruidas y 100.000 personas fallecieron, seg¨²n las cifras m¨¢s prudentes.
?Cu¨¢ntas personas fueron enterradas en 118 fosas durante 24 a?os de represi¨®n sin descanso o en otras muchas por descubrir? Ibrahim y Abdulfat¨¢ hablan de "cinco millones". La representante de Human Rights Watch en Irak, Hania Mufti, s¨®lo alude a las personas de las que, con pruebas fiables se ignora su paradero: "Calculamos que durante el periodo comprendido entre 1979 y 2003 hay unas 300.000 personas desaparecidas".
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