El proceso contra el tirano llevar¨¢ tiempo

La pretensi¨®n de dirigentes iraqu¨ªes y estadounidenses de juzgar a Sadam Husein sin demora tropieza con serios obst¨¢culos. El ministro de Justicia de Irak, Hashim al Shibli, lo apunt¨® ayer con toda rotundidad: "Este proceso llevar¨¢ tiempo". No es de extra?ar. Las acusaciones de cr¨ªmenes contra la humanidad, genocidio y cr¨ªmenes de guerra, que con toda probabilidad se imputar¨¢n al tirano, exigen ser demostradas ante el Tribunal Especial, "m¨¢s all¨¢ de toda duda razonable", seg¨²n la legislaci¨®n internacional en la que se inspira la norma aprobada por el Consejo de Gobierno iraqu¨ª.

En una entrevista concedida a varios medios iraqu¨ªes, un iran¨ª y EL PA?S, Al Shibli detall¨® algunos aspectos del procedimiento que se seguir¨¢ para juzgar al dictador depuesto el 9 de abril. Pero dej¨® otros en la penumbra. Especialmente el cu¨¢ndo.

A lo largo de todo Irak se "abrir¨¢n oficinas de investigaci¨®n en las que cualquier persona" podr¨¢ aportar evidencias de las atrocidades perpetradas por el r¨¦gimen del partido Baaz, que se prolong¨® desde 1968 hasta el pasado mes de abril. Y esos "expedientes ser¨¢n despu¨¦s trasladados al Tribunal Especial", se?al¨® el ministro.

S¨®lo los delitos cometidos entre el 17 de julio de 1968 y el 1 de mayo de 2003 podr¨¢n ser enjuiciados por el Corte Especial iraqu¨ª. Pero ordenar la cantidad de pruebas que se espera reunir requiere m¨¢s de los siete meses que restan hasta el pr¨®ximo mes de julio, cuando est¨¢ previsto el traspaso del poder que ejerce la autoridad civil estadounidense al nuevo Gobierno iraqu¨ª. Una condici¨®n exigida recientemente por Muafak al Rabie, miembro del Consejo de Gobierno. Un portavoz de la Asociaci¨®n de Prisioneros Pol¨ªticos, la m¨¢s importante de las que tramitan documentos para que puedan servir en el proceso, asegur¨® ayer que necesitar¨ªa "tres a?os para examinar los 15 millones de documentos" que obran en su poder.

Los impedimentos para que la causa contra Sadam y los responsables del r¨¦gimen que sean imputados avance con celeridad son de envergadura. Adem¨¢s de que la tarea de acopio de pruebas es ingente, es un hecho que todav¨ªa no se conoce qui¨¦nes ser¨¢n los magistrados de la Corte, "¨²nicamente iraqu¨ªes", seg¨²n destac¨® Al Shibli. El ministro asegur¨® que ser¨¢n "sesenta" los que formen el tribunal, y que ser¨¢n designados por un "comit¨¦ de 100 jueces" nombrado por el Consejo de Gobierno, organismo tutelado por Washington.

Al Shibli, quien no descart¨® la aplicaci¨®n de la pena de muerte porque as¨ª lo prev¨¦ la legislaci¨®n iraqu¨ª, subray¨® que el juicio ser¨¢ "p¨²blico". Sin embargo, rechaz¨® tajantemente la posibilidad de que jueces extranjeros integren la Corte, tal como ha sucedido en los tribunales para la antigua Yugoslavia y Ruanda. La participaci¨®n de juristas extranjeros se limitar¨¢ al asesoramiento de los jueces y a la defensa de los acusados, que "podr¨¢n disponer de un abogado de cualquier nacionalidad".

Algunas de las cuestiones esbozadas por el titular de Justicia recaban las cr¨ªticas de organizaciones de derechos humanos. La representante en Irak de Human Rights Watch, Hania Mufti, alaba que la ley aprobada el 10 de diciembre por el Consejo de Gobierno recoja los delitos de cr¨ªmenes de guerra, contra la humanidad y genocidio, no previstos en la legislaci¨®n iraqu¨ª hasta esa fecha. Pero arremete contra la posible aplicaci¨®n de la pena de muerte y la exclusi¨®n de juristas extranjeros, ya que, a su juicio, los magistrados iraqu¨ªes "carecen de la experiencia necesaria para enjuiciar este tipo de delitos". Y, sobre todo, considera un precedente peligroso que no se acepte la participaci¨®n de la ONU o de la Corte Internacional de Justicia. Ni Irak ni EE UU han firmado los tratados internacionales para someterse a esta jurisdicci¨®n.

Varios pa¨ªses -Dinamarca, Espa?a, Finlandia y Argentina, entre otros- han mostrado disposici¨®n para enviar expertos y forenses. Pero no acudir¨¢n mientras la inseguridad contin¨²e. Exigen adem¨¢s que las pruebas recogidas sean custodiadas por un organismo independiente formado por iraqu¨ªes y extranjeros. Fue Sergio Vieira de Mello -representante de la ONU en Irak muerto el 19 de agosto pasado en un atentado- quien plante¨® esta iniciativa. "La idea de esta instituci¨®n independiente muri¨® con Vieira", afirma Mufti.