El miedo se queda a vivir en Heli¨®polis

Est¨¢ visto que jugar en el campo del Betis es para los dem¨¢s equipos como irse de gangas a unos grandes almacenes: te rodea un mont¨®n de gente con cara avinagrada y te llevas lo que quieras por un m¨®dico precio. La semana pasada fue el Valencia. Y ayer el Villarreal, sin trabajar casi nada, se llev¨® los tres puntos de Heli¨®polis y las ilusiones de los que no tienen m¨¢s remedio que quedarse all¨ª a vivir. Con el miedo que se pasa.

V¨ªctor Fern¨¢ndez intent¨® imaginarse una media que interrumpiera los probables pases interiores de Riquelme sin reducir efectivos para tapar las carreras de los superdotados f¨ªsicos, Jos¨¦ Mari, Anderson y Guayre. Fernando y Capi poblaban la medular e Ito se a?ad¨ªa a los defensas. Un intento loable que funcion¨® poco.

El problema no est¨¢ en los sistemas. Hay equipos maravillosos y otros de cachondeo que juegan con el mismo dibujo. Pero un sistema es s¨®lo la tienda en la que se trabaja el f¨²tbol, no el trabajo en s¨ª. Hay que habitarla y no cerrar las puertas entre sus dependencias. Tiene que haber fluidez, mental y f¨ªsica, para trabajar en un lado o en otro seg¨²n convenga. En el Betis parece que los currantes no se hablen entre ellos. Ni siquiera con el jefe de planta.

El Villarreal tampoco hizo casi nada memorable. Roger dio un curso de f¨²tbol sin br¨²jula y desperdici¨® su banda. Riquelme mostr¨® perlas de su gran calidad, pero, al parecer, no ten¨ªa nada de qu¨¦ vengarse con el Betis. La salida de V¨ªctor en la segunda mitad dio sentido a su ataque y ah¨ª fragu¨® la victoria. Las llegadas de Guayre, desde la izquierda, tras sumarse V¨ªctor por la derecha y Jos¨¦ Mari y Anderson acabaron con la defensa b¨¦tica, que, adem¨¢s, se qued¨® con un hombre menos nada m¨¢s recibir el primer gol.

La reacci¨®n b¨¦tica fue de orgullo -con la excepci¨®n de Joaqu¨ªn y la espl¨¦ndida contribuci¨®n de un mermado Denilson-, pero falta de f¨²tbol. Tras el empate, Reina salv¨® al Villarreal en dos paradones consecutivos. Un disparo lejano del elogiable Ito mereci¨® ser gol.

Pero ¨¦stos llegaron del lado de los que saben donde tienen sus herramientas y como prest¨¢rselas unos a otros. El Villarreal fue superior levemente en el juego, pero enormemente en el marcador, y fulmin¨® a un Betis que amenaza con cerrar el chiringuito.