La lotera 'plat¨®nica' de Rianxo reparti¨® 120 millones
"?Estoy plat¨®nica!". Con la voz quebrada por los nervios, Ramona Pi?eiro, Moncha, la propietaria de la administraci¨®n de loter¨ªa de Tarago?a, en el municipio de Rianxo (A Coru?a), no encontr¨® mejor adjetivo para expresar lo que sent¨ªa a los micr¨®fonos de la emisora Radio Galega, que la sorprendi¨® en plena explosi¨®n de euforia, ni 10 minutos despu¨¦s de que el gordo se cantara en Madrid. "?Plat¨®nica!", repet¨ªa entre el alborozo general. A ella no le toc¨® un euro. Pero reparti¨® 120 millones entre familias trabajadoras de todo Rianxo, una localidad marinera de la r¨ªa de Arousa.
?ngel Ces Tob¨ªo, el marido de Moncha, estaba en el comedor de casa siguiendo el sorteo por televisi¨®n. En los 21 a?os que el matrimonio lleva regentando la administraci¨®n nunca hab¨ªan repartido un premio de importancia. Otras navidades, Moncha acostumbraba a colgar ajos y figuras de san Pancracio para solicitar ayuda antes del sorteo. Esta vez se dej¨® de ofrendas. Cuando la televisi¨®n ofreci¨® el n¨²mero y confirm¨® que una parte del gordo se hab¨ªa vendido en Rianxo, ?ngel se levant¨® de un salto y sali¨® corriendo hacia la oficina para encontrar a Moncha, plat¨®nica de alegr¨ªa.
Poco despu¨¦s, las cuatro esquinas de Rianxo se llenaron con las detonaciones de los corchos de las botellas de cava y con los sones de la Rianxeira, la canci¨®n que m¨¢s ha hecho por la fama del pueblo, junto a su ramillete de glorias literarias, encabezadas por Alfonso Castelao, el gran patriarca del galleguismo.
El mejor kilo de almejas
Rianxo es un municipio de 11.000 habitantes, volcado sobre el mar, una localidad que vive de la pesca, del campo y de la peque?a industria. Gente como Jos¨¦ Oubi?a, un mariscador que brindaba compartiendo con los periodistas la euforia por el premio que le dejar¨¢ su peque?a participaci¨®n de cinco euros: "Acabo de llegar de la playa... ??ste el es mejor kilo de almejas de mi vida! La alegr¨ªa es tan grande que ya me da igual lo que vaya a cobrar".
La fortuna se reparti¨® sobre todo en porciones de 200.000 euros, el premio correspondiente a un d¨¦cimo. La mitad del papel vendido por la administraci¨®n de loter¨ªa se reparti¨® en el bar Lino, del lugar de Ara?o, convertido al mediod¨ªa en un chaparr¨®n de cava. Lino Saborido, el propietario del establecimiento que hered¨® de su padre, confes¨® que se hab¨ªa quedado "con algo m¨¢s de dos d¨¦cimos". Otro bar, el Lar, situado en pleno centro, reparti¨® tambi¨¦n una parte del premio, al igual que la agrupaci¨®n de cazadores.
Algunos pellizcos llegaron a localidades vecinas como Boiro, Padr¨®n y Noia. Y tambi¨¦n a los emigrantes en Madrid o en Suiza. Hac¨ªa 15 a?os que el gordo no se acordaba de Galicia. En 2002, en pleno desastre del Prestige, muchos se apresuraron a comprar loter¨ªa. Pero la compensaci¨®n de la fortuna se demor¨® un a?o.
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