Los kurdos reclaman la anexi¨®n de la zona petrolera de Kirkuk
Miles de personas piden en las calles el control de los yacimientos m¨¢s ricos del norte de Irak
Miles de kurdos recorrieron ayer las calles de la ciudad de Kirkuk, 260 kil¨®metros al norte de Bagdad, para reclamar la incorporaci¨®n de esta provincia, que posee los mayores yacimientos petrol¨ªferos del norte de Irak, a la regi¨®n aut¨®noma del Kurdist¨¢n. En la manifestaci¨®n, apoyada por todos los partidos kurdos, el grito m¨¢s coreado fue "Kirkuk, coraz¨®n del Kurdist¨¢n" y s¨®lo ondearon banderas kurdas, con una franja verde en vez de la negra de la ense?a iraqu¨ª.
Los cinco representantes kurdos en el Consejo de Gobierno de Irak, tutelado por EE UU, han presentado un proyecto de ley que propone una estructura federal para el nuevo Estado iraqu¨ª, con Kirkuk incluida en la regi¨®n kurda.
El oro negro de Kirkuk amenaza con convertirse en manzana de discordia entre los kurdos, aliados de Washington en la invasi¨®n del pa¨ªs, y las nuevas autoridades de Bagdad. Los dos partidos kurdos, la UPK (Uni¨®n Patri¨®tica del Kurdist¨¢n) y el PDK (Partido Democr¨¢tico del Kurdist¨¢n), hist¨®ricamente enfrentados, se han unido en esta reivindicaci¨®n. "Reclamamos la devoluci¨®n de Kirkuk al Kurdist¨¢n", se le¨ªa en la pancarta que abr¨ªa la manifestaci¨®n de ayer.
Jalal Talabani, m¨¢ximo l¨ªder de la UPK, asegura que los kurdos reivindican Kirkuk por sus lazos hist¨®ricos y no por el petr¨®leo. Lo cierto es que las regiones aut¨®nomas kurdas reciben desde 1991 los ingresos de los pozos bajo su control y ¨¦stos se incrementar¨ªan notablemente si incorporasen Kirkuk.
En la provincia de At Tamin, cuya capital es Kirkuk, viven 550.000 habitantes, de los que m¨¢s de la mitad son kurdos, aunque hay una importante minor¨ªa ¨¢rabe, adem¨¢s de turcomanos y cristianos. Desde los a?os setenta, y sobre todo tras la sublevaci¨®n kurda de 1988, el r¨¦gimen de Sadam impuls¨® la arabizaci¨®n para asegurarse su fidelidad. Seg¨²n Faranan Akathman, presidente de la Oficina de los Derechos Humanos de los Deportados, unas 50.000 familias kurdas fueron expulsadas de Kirkuk, mientras que 80.000 familias ¨¢rabes, procedentes del centro y sur del pa¨ªs, ocuparon su lugar.
Tras la ca¨ªda del r¨¦gimen se est¨¢ produciendo el fen¨®meno inverso. Casi 6.000 kurdos han regresado y otros miles esperan a que se les facilite un alojamiento, asegura Akathman. En cambio, muchos ¨¢rabes, cuyo n¨²mero nadie sabe cuantificar, han emprendido el ¨¦xodo. "Los que se van no son los que vivimos aqu¨ª desde siempre", asegura Abdel Mahmud, un ¨¢rabe cuyos antepasados nacieron en Kirkuk, "sino los que llegaron con Sadam. Tienen miedo porque ya no cuentan con la protecci¨®n del Gobierno". Los vecinos consultados, ¨¢rabes y kurdos, aseguran que las relaciones son buenas, pero admiten que muchos ¨¢rabes se est¨¢n yendo. "No pregunt¨¦is a un ¨¢rabe en la calle, porque saben que los kurdos les est¨¢n escuchando", comenta al o¨ªdo del traductor un joven, que se aleja sin identificarse.
En teor¨ªa, no hay peshmergas -combatientes kurdos- en la ciudad, pero ayer se les pod¨ªa ver protegiendo la manifestaci¨®n. El gobernador de la provincia es el kurdo Abad al Rahman, mientras que su n¨²mero dos, Asmaal al Haaded, es ¨¢rabe. Tambi¨¦n es kurdo el jefe de la polic¨ªa.
Por otra parte, dos soldados norteamericanos murieron ayer y dos resultaron heridos al estallar una bomba al paso de su convoy en las cercan¨ªas de Bagdad. Tambi¨¦n falleci¨® un int¨¦rprete iraqu¨ª. Las v¨ªctimas mortales entre los militares estadounidenses se elevan a 202 desde el pasado 1 de mayo.
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