El juez Guzm¨¢n intenta de nuevo sentar en el banquillo a Pinochet

El juez Juan Guzm¨¢n pidi¨® ayer a la Corte de Apelaciones de Santiago desaforar a Augusto Pinochet de su condici¨®n de ex presidente de Chile para investigar su participaci¨®n en los cr¨ªmenes de la Operaci¨®n C¨®ndor, el plan represivo que aplicaron conjuntamente en los a?os setenta las dictaduras suramericanas. Guzm¨¢n acogi¨® una petici¨®n de los abogados querellantes contra el general, dos d¨ªas despu¨¦s de procesar a la c¨²pula de la DINA, la polic¨ªa secreta de Pinochet, por el secuestro de nueve personas.

Dando pruebas de tenacidad y de su convencimiento de la participaci¨®n de Pinochet en los atropellos a los derechos humanos durante su r¨¦gimen, Guzm¨¢n intenta nuevamente sentar en el banquillo al ex dictador, despu¨¦s de que hace casi tres a?os lo procesara por los 75 cr¨ªmenes de la caravana de la muerte. Seg¨²n uno de los abogados querellantes, Eduardo Contreras, en el expediente de la Operaci¨®n C¨®ndor est¨¢ "plenamente acreditada la participaci¨®n de Pinochet: es el cerebro de esta internacional del crimen, como jefe de la dictadura militar chilena".

La Operaci¨®n C¨®ndor fue concebida y organizada por el ex jefe de la Direcci¨®n de Inteligencia Nacional (DINA), el entonces coronel Manuel Contreras -hoy general retirado-, quien estableci¨® desde 1974 acuerdos y despu¨¦s una coordinaci¨®n entre los servicios de espionaje de Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay para el intercambio de informaci¨®n y la represi¨®n de izquierdistas en estos pa¨ªses. Entre las actividades conjuntas, los servicios de espionaje realizaron operaciones en el territorio de los otros socios de la red y recib¨ªan apoyo e informaci¨®n para detener, torturar y asesinar a opositores, traslad¨¢ndolos entre los pa¨ªses.

Contreras, que rend¨ªa cuentas todos los d¨ªas a Pinochet de los pormenores de la represi¨®n, y dos de los mandos superiores de la DINA, el brigadier Pedro Espinoza y el coronel Cristopher Willike, fueron procesados por Guzm¨¢n como autores del secuestro y la desaparici¨®n de nueve militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Por uno de estos casos, el del dirigente del MIR Edgardo Enr¨ªquez, detenido en Buenos Aires en 1976, trasladado a Chile por la DINA, y desde entonces desaparecido, el juez Baltasar Garz¨®n emiti¨® en octubre de 1998 la orden internacional de detenci¨®n de Pinochet, que permiti¨® su arresto en Londres. El mismo caso volvi¨® ahora a amenazar al ex dictador.

Despu¨¦s de que se sobreyera el caso de la caravana de la muerte contra Pinochet por demencia senil, Guzm¨¢n y otros jueces han solicitado infructuosamente el desafuero por su responsabilidad en otros cr¨ªmenes. Pero en esta ocasi¨®n, el magistrado cuenta con un elemento nuevo a su favor. En una entrevista que el ex dictador concedi¨® en noviembre a un canal de televisi¨®n en Miami, mostr¨® lucidez, capacidad de recordar hechos del pasado y de razonamiento, declarando ser inocente de los cargos en su contra, culpando a sus subordinados, y hasta lleg¨® a autocalificarse de "¨¢ngel". Antes de pedir el desafuero, Guzm¨¢n obtuvo y estudi¨® el v¨ªdeo de la entrevista.

El abogado defensor de Pinochet, Pablo Rodr¨ªguez, calific¨® como un "circo" la solicitud de desafuero e insisti¨® en que su cliente no est¨¢ en condiciones de comparecer ante un tribunal.