Un biplaza de dise?o con mec¨¢nica Mercedes
Es la reinterpretaci¨®n del Mercedes SLK seg¨²n Chrysler y destaca por su originalidad est¨¦tica. Este deportivo americano con mec¨¢nica europea se llama Crossfire y es un biplaza de dise?o que aprovecha la base mec¨¢nica del SLK, pero la viste con un traje elegante y deportivo que constituye su principal se?a de identidad. Sin embargo, tiene unos precios excesivos que le sit¨²an en inferioridad frente a otros rivales modernos como los Nissan 350Z y Mazda RX-8.
L¨ªnea de fusi¨®n
El Crossfire es un coche de sinergias que representa el primer fruto de la uni¨®n entre Chrysler y Mercedes. Comparte la mec¨¢nica del SLK, pero sin el techo met¨¢lico retr¨¢ctil. Y fusiona en la l¨ªnea conceptos de varios coches, incluido alg¨²n competidor. Por delante tiene toda la elegancia de los deportivos de Mercedes, con una parrilla de l¨¢minas horizontales y unos faros que reinterpretan el frontal de la marca de la estrella. La escasa altura de la carrocer¨ªa, combinada con una cintura ascendente con mucha chapa y poco cristal, unas branquias detr¨¢s de las ruedas delanteras y unas llantas enormes, proporciona la imagen s¨®lida y poderosa de los mejores deportivos. Y la zaga lleva la zona de las aletas ensanchada y un cap¨® descendente y abombado que integra un peque?o cristal ovalado y parece inspirada en el Audi TT. Adem¨¢s incluye un aler¨®n que se despliega a 90 km/h.
El dise?o del conjunto resulta especialmente llamativo y seduce a primera vista porque integra con clase deportividad y elegancia. Pero sacrifica la aerodin¨¢mica (CX: 0,37), y la ausencia de marcos en las ventanillas provoca ligeros fallos de ajuste que se aprecian en la sonoridad.
Peque?o y algo austero por dentro
El dise?o exterior del Crossfire condiciona el interior, con un habit¨¢culo bajo y un poco agobiante. Adem¨¢s aprovecha muchos componentes del veterano SLK, como el salpicadero, la mayor¨ªa de los mandos y otros detalles. Y aunque utiliza materiales diferentes y pl¨¢sticos en varios tonos, acusa el paso de los a?os. Est¨¢ correctamente acabado y tiene un aspecto vistoso, pero el ambiente es algo austero, sobre todo en la consola central y la zona de la guantera. En cambio, los dos asientos delanteros son amplios y c¨®modos, y ofrece algunas zonas para dejar objetos, como un apoyabrazos hueco, redes en las puertas y un posavasos retr¨¢ctil oculto en la zona del freno de mano. En cambio, el maletero es peque?o, aunque tiene unas formas muy aprovechables y un port¨®n que permite cargar hasta el techo.
Por lo dem¨¢s, las suspensiones ofrecen un buen compromiso entre estabilidad y confort, y junto a una mec¨¢nica exquisita permiten viajar a buen ritmo disfrutando su calidad sin acusar el cansancio.
Un motor y dos cambios
El deportivo de Chrysler se vende s¨®lo con el motor 3.2 V6 18v. de Mercedes, que tiene 218 CV. Pero est¨¢ disponible con dos cambios, un manual de seis marchas (44.930 euros) y un autom¨¢tico secuencial de cinco (46.615). Los dos tienen unas prestaciones brillantes, aunque no espectaculares, pero con unos precios exagerados para lo que ofrecen, y son m¨¢s caros que otros rivales similares mejor dotados. Y aunque el Crossfire aporta la calidad mec¨¢nica de Mercedes y un buen equipamiento de serie, no se justifican. Al menos incluye de origen cuatro airbags, ABS, control de estabilidad ESP, climatizador dual, asientos el¨¦ctricos y calefactados de cuero, radio CD con seis altavoces y control de velocidad de crucero. Pero, teniendo en cuenta lo que cuesta, se echan en falta otros detalles que vienen de serie en coches m¨¢s asequibles, como ordenador de viaje, airbags de cortina, sensores de lluvia y conexi¨®n autom¨¢tica de faros...
Conclusi¨®n
El Crossfire es un deportivo sin concesiones que prima la est¨¦tica con un dise?o atrevido y diferente. Ofrece lo mejor de los Mercedes en calidad mec¨¢nica, suavidad y precisi¨®n, con un tacto refinado y un comportamiento eficaz y seguro. Pero tiene unos precios exagerados que no se equilibran con su completo equipo de serie.
![El frontal alargado y la zaga recortada definen la l¨ªnea del Crossfire, un cup¨¦ de imagen deportiva y original. La elegante parrilla y las formas abombadas de las aletas y el cap¨® trasero realzan su personalidad.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/N2YA5P6H4LPTJZO7KURAR4MJSQ.jpg?auth=ec741d0ceac4d51eced1c6d0c91b4132b726b8ed2b30b2a06cc013daa248136d&width=414)
AL DETALLE
- PRECIOS EXCESIVOS
El Crossfire tiene unos precios demasiado altos que lo convierten en un deportivo artificialmente exclusivo. S¨®lo el Audi TT 3.2 V6 presenta unas tarifas similares (600 euros menos), pero incluye el cambio DSG con dos embragues, que es el secuencial m¨¢s avanzado del mercado y mucho m¨¢s r¨¢pido y eficaz que el del Chrysler.
Las diferencias aumentan hasta 5.600 euros si se compara con el Nissan 350Z, suben a casi 9.000 euros con el Mazda RX8 y llegan a 12.000 euros en el Alfa GTV. El primero cuenta con un motor m¨¢s potente, unas prestaciones superiores y un equipo de serie similar. El Mazda tiene una velocidad algo inferior, pero puede alojar a cuatro personas y viene mejor dotado de serie (navegador con DVD). Y el Alfa, aunque es m¨¢s r¨¢pido, est¨¢ peor equipado, sobre todo en seguridad (tiene s¨®lo dos airbags), pero cuesta mucho menos.
- VISTOSO, PERO JUSTO EN ESPACIO
El interior del Crossfire es una copia del Mercedes SLK, con quien comparte pr¨¢cticamente todo el salpicadero, los mandos y muchos detalles m¨¢s. El Chrysler presenta una resoluci¨®n m¨¢s vistosa y utiliza pl¨¢sticos m¨¢s coloristas para conseguir un toque m¨¢s alegre. Pero el dise?o, con trazos rectos, y la consola, demasiado convencional, no est¨¢n a la altura exigible para tratarse de un deportivo de ¨²ltima generaci¨®n y crean un ambiente algo austero y superado. Adem¨¢s, como la carrocer¨ªa es muy baja, tiene un acceso inc¨®modo y exige agacharse mucho. En cambio, los asientos de piel son atractivos, c¨®modos y sujetan bien en las curvas. Pero el espacio interior es muy justo, no cuenta con banquetas traseras ni siquiera para una emergencia y hay pocos huecos para objetos: s¨®lo un cofre en la consola del freno de mano, perchas y poco m¨¢s.
El dise?o de la carrocer¨ªa condiciona tambi¨¦n la capacidad del maletero, bastante limitada (215 litros), pero sirve para el equipaje del fin de semana y cuenta con un port¨®n muy pr¨¢ctico que facilita la carga. Adem¨¢s, la zaga del Crossfire tiene un aire retro muy peculiar en el que destaca el tama?o reducido de la luneta, las salidas dobles de los escapes en el centro y el aler¨®n desplegable integrado sobre el cap¨®.
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