La curva de Laffer ataca de nuevo
Esta vez en Alemania. La curva de Laffer representa gr¨¢ficamente la teor¨ªa de que, en ciertos supuestos, si se rebajan los impuestos, la Hacienda p¨²blica recauda m¨¢s. Algo de eso debe estar pensando el Gobierno alem¨¢n, cuando anuncia una rebaja de impuestos al mismo tiempo que promete reducir su d¨¦ficit fiscal, que es piedra de esc¨¢ndalo en la Uni¨®n Monetaria. El sentido com¨²n nos dice que, al reducir los impuestos, se recauda menos, y, si no se reducen los gastos en la misma medida, el d¨¦ficit aumenta. La ¨²nica manera de reconciliar una reducci¨®n de impuestos con una reducci¨®n del d¨¦ficit, sin reducir el gasto, es que se d¨¦ la siguiente secuencia: menores impuestos-m¨¢s inversi¨®n privada-mayor crecimiento econ¨®mico-mayor recaudaci¨®n fiscal. Eso es lo que promete la curva del profesor Arthur Laffer, con la que convenci¨® al candidato Reagan en 1980 de que la reducci¨®n de impuestos no iba a perjudicar al d¨¦ficit, sino que, por el contrario, iba a eliminarlo.
Es crucial, sin embargo, para el funcionamiento de la curva, y del mecanismo que implica, el hecho, repito, el hecho de que los impuestos sean tan altos que est¨¦n frenando la inversi¨®n privada en sectores productivos. S¨®lo en este caso la reducci¨®n de impuestos afectar¨¢ al crecimiento, v¨ªa una mayor inversi¨®n en sectores productivos. Insisto tambi¨¦n en lo de sectores productivos, porque, si el aumento de ingreso disponible que generar¨ªa la reducci¨®n de impuestos se destinara a inversi¨®n financiera, especulativa o no, o a inversi¨®n en el extranjero, el mecanismo de la curva de Laffer fallar¨ªa por la base. Tambi¨¦n es crucial la cuesti¨®n de los plazos. Porque puede que el mecanismo funcione, dados los dos supuestos mencionados, pero que no funcione a corto plazo, es decir, al a?o siguiente o a los dos a?os de la reducci¨®n de impuestos. En ese caso se podr¨ªa obtener el efecto Laffer, pero despu¨¦s de pasar un periodo de mayor d¨¦ficit fiscal y los problemas que eso significar¨ªa para Alemania y para la Uni¨®n Monetaria.
Como es sabido, la l¨®gica de la curva de Laffer no funcion¨® en el caso de la econom¨ªa norteamericana en los a?os ochenta. El presidente Reagan hered¨® en 1981 un d¨¦ficit del 2% del PIB y en 1986 lo hab¨ªa multiplicado por tres (a 6% del PIB). Eventualmente se recuper¨® la inversi¨®n y el crecimiento, pero despu¨¦s de haber elevado los tipos de inter¨¦s, haber revaluado el d¨®lar, y hacer estragos en el comercio internacional y en la deuda externa de los pa¨ªses emergentes. Ni tampoco est¨¢ funcionando en los a?os 2000. A pesar de las enormes reducciones de impuestos llevados a cabo por el presidente Bush j¨²nior, y de una pol¨ªtica de dinero barato a ultranza, la recuperaci¨®n de la econom¨ªa norteamericana en t¨¦rminos de empleo y de ingresos deja mucho que desear, a pesar del resultado espectacular del crecimiento en el tercer trimestre de 2003. Adem¨¢s resulta dif¨ªcil determinar cu¨¢nto de este crecimiento se debe a las reducciones de impuestos y cu¨¢nto se debe a tener el tipo de inter¨¦s m¨¢s bajo de su historia. Es decir, si debe a la l¨®gica de la curva de Laffer o a una l¨®gica keynesiana tradicional. Y en todo caso el d¨¦ficit fiscal norteamericano es enorme, sigue creciendo y amenaza con una subida de tipos de inter¨¦s que podr¨ªa dar al traste con todo lo logrado.
S¨®lo nos queda desear suerte a Alemania en su aventura fiscal; que el Gobierno acierte en su apuesta por que el ingreso disponible adicional despu¨¦s de la rebaja de impuestos se invierta en sectores productivos y tenga efectos sobre el crecimiento r¨¢pidamente. De otra manera aumentar¨¢ el d¨¦ficit, con el peligro que eso supondr¨ªa para el euro, o tendr¨¢ que reducir los gastos sociales provocando descontento entre la poblaci¨®n.
Luis de Sebasti¨¢n es catedr¨¢tico de Econom¨ªa de la ESADE.
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