Las denuncias de un industrial ponen contra las cuerdas al presidente de la Diputaci¨®n de Castell¨®n

La decisi¨®n del empresario Vicente Vilar de querellarse contra Carlos Fabra, presidente del PP de Castell¨®n y de la Diputaci¨®n provincial, por supuestos delitos de estafa, falsedad en documento mercantil y contra la salud p¨²blica y la propiedad industrial, ha colocado a ¨¦ste en el centro de uno de los mayores esc¨¢ndalos pol¨ªticos registrados en la Comunidad Valenciana. Fabra, a quien Vilar acusa de cobrar dinero a cambio de favores pol¨ªticos, compatibiliza sus cargos p¨²blicos con actividades empresariales y ha aumentado notablemente su patrimonio desde que dirige la Diputaci¨®n, en 1995.

El industrial Vicente Vilar asegura en sus denuncias que las empresas del grupo Naranjax, de las que ¨¦l fue administrador ¨²nico hasta finales del pasado mes de noviembre, "entregaban importantes sumas de dinero a Carlos Fabra por gestiones que ¨¦l mismo efectuaba ante altos cargos de la Administraci¨®n, tanto estatal como auton¨®mica", para agilizar el registro de productos fitosanitarios cuyo tr¨¢mite en los Ministerios de Agricultura y Sanidad pod¨ªan tardar a?os. Seg¨²n la denuncia de Vilar, dado que se le entregaban a Fabra "cantidades dinerarias de mucha mayor cuant¨ªa sin justificaci¨®n contable", ambos decidieron constituir una empresa participada al 50%, Artemis 2000, SL, a la que pensaban dotar de "productos fitosanitarios de gran tirada comercial e importante margen econ¨®mico". Artemis 2000, seg¨²n la denuncia del industrial, fue constituida al 50% por las esposas de Vicente Vilar y Carlos Fabra, Montserrat Vives y Amparo Fern¨¢ndez, respectivamente.

Seg¨²n la denuncia, el fabricante y comercializador de los productos ser¨ªa en la pr¨¢ctica Naranjax, pero la sociedad instrumental Artemis 2000 permitir¨ªa seguir abonando dinero, de manera que se pudiese justificar contablemente, a Carlos Fabra, quien en abril de 2000 constituy¨® la empresa Carmacas, SL, dedicada al asesoramiento laboral y la formaci¨®n para la prevenci¨®n de riesgos laborales, seg¨²n consta en el registro mercantil.

Carlos Fabra logr¨® en 1999, a propuesta del Grupo Popular en la Diputaci¨®n de Castell¨®n, la compatibilidad para mantener sus responsabilidades p¨²blicas -que incluyen la presencia en un pu?ado de consejos de administraci¨®n de empresas de la Generalitat Valenciana- con el desempe?o de su actividad como "abogado y como corredor de seguros en ejercicio". Unas actividades con las que Carlos Fabra ha justificado, pese a no coincidir con el objetivo social de Carmacas, el importante incremento patrimonial acumulado desde que accedi¨® a la presidencia de la Diputaci¨®n en 1995.

Un incremento patrimonial que ha ido parejo al aumento de su influencia pol¨ªtica y que ha permitido a Carlos Fabra adquirir en menos de ocho a?os una casa, rehabilitada ¨ªntegramente, con una parcela de 1.000 metros cuadrados en la selecta urbanizaci¨®n de Les Platgetes de Bellver -muy pr¨®xima a la que fue residencia estival de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar en Oropesa-; un edificio de tres plantas tambi¨¦n reformado en el municipio castellonense de Culla y un piso de casi 200 metros cuadrados en la plaza de Las Salesas de Madrid.

El presidente de la Diputaci¨®n de Castell¨®n, que ha anunciado una querella por un supuesto delito de calumnias y falsas acusaciones contra Vicente Vilar todav¨ªa no presentada en el juzgado, se ha limitado por ahora a se?alar que todos sus ingresos son absolutamente legales y est¨¢n sobradamente justificados.