"La violencia dom¨¦stica es, con el terrorismo, el problema m¨¢s importante de Espa?a"
La magistrada Montserrat Comas d'Argemir (Barcelona, 1953) es la centinela de la protecci¨®n a las v¨ªctimas de los malos tratos. Preside el Observatorio contra la Violencia Dom¨¦stica y de G¨¦nero del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Tambi¨¦n est¨¢ al frente de la comisi¨®n que vigila el funcionamiento de la orden de protecci¨®n a las v¨ªctimas del maltrato. Esta nueva herramienta, en vigor desde agosto gracias a una ley consensuada, permite a los jueces activar la protecci¨®n penal, civil y policial y la ayuda social y econ¨®mica a las personas maltratadas en el ¨¢mbito familiar. Pese a ella, las muertes han aumentado este a?o: 57 mujeres han fallecido a manos de sus parejas o ex parejas, seg¨²n el CGPJ. La cifra se eleva a 70 seg¨²n el recuento de este peri¨®dico.
"Es importante que las maltratadas pidan protecci¨®n antes de separarse"
"Cien polic¨ªas son insuficientes para vigilar 2.616 ¨®rdenes de alejamiento"
Pregunta. ?Qu¨¦ balance arroja la orden de protecci¨®n?
Respuesta. Es un paso decisivo. Permite proteger mejor a las v¨ªctimas que ponen su situaci¨®n en conocimiento de la justicia. Hasta octubre se hab¨ªan solicitado 4.234 ¨®rdenes. Se acord¨® el 75%, con 4.474 medidas penales y 2.171 civiles. Se resuelven temas como el disfrute del domicilio o la custodia de los hijos en menos de 72 horas. Antes, la resoluci¨®n de una denuncia por violencia dom¨¦stica pod¨ªa demorarse varios meses.
P. M¨¢s de un millar de ¨®rdenes al mes. ?Se superan las previsiones?
R. Si se tiene en cuenta que es una ley nueva, parece una cifra alta. Pero, si se mira el n¨²mero de denuncias y muertes anuales, se ve que no responde a la magnitud del problema de malos tratos.
P. ?Cu¨¢l es su alcance real?
R. Es muy dif¨ªcil de estimar. Los estudios del Consejo demuestran que el 75% de las personas muertas por violencia familiar no hab¨ªa presentado denuncia previamente por maltrato. Eso indica que el problema no emerge en su totalidad.
P. ?Han observado fallos en la aplicaci¨®n de la orden?
R. La respuesta judicial ha sido buena. Los jueces activan a las administraciones p¨²blicas para que proporcionen a las v¨ªctimas asistencia jur¨ªdica gratuita, sanitaria o psicol¨®gica, ayudas econ¨®micas y protecci¨®n de su seguridad. Lo negativo es que esta ley no se ha aprobado con una memoria econ¨®mica.
P. ?Se necesitan m¨¢s recursos?
R. Es importante que el Gobierno central y los auton¨®micos publiciten los recursos espec¨ªficos que destinan a las ayudas sociales que requieren estas v¨ªctimas. ?ste es un tema prioritario en este pa¨ªs. Junto con el terrorismo, o despu¨¦s de ¨¦l, es el problema m¨¢s importante que tiene la sociedad espa?ola. Todos los poderes p¨²blicos deben volcarse en ofrecer soluciones para resolver, y en el futuro erradicar, esta lacra social. Eso requiere destinar los recursos econ¨®micos necesarios para que sea una prioridad pol¨ªtica.
P. O sea que hace falta m¨¢s dinero.
R. S¨ª.
P. ?Para qu¨¦?
R. El problema de la ley es que cuando habla de ayudas sociales no concret¨®, pensando que ya las hab¨ªa en distintas administraciones. Tambi¨¦n hacen falta pol¨ªticas de igualdad para cambiar los patrones culturales. En caso contrario seguir¨¢ habiendo mujeres muertas.
P. ?El centenar de polic¨ªas destinados a proteger a las v¨ªctimas es un n¨²mero escaso?
R. Si un juez acuerda que el agresor no puede acercarse a la v¨ªctima, el gran reto es que esto se cumpla. Cien polic¨ªas son insuficientes, porque se han dictado 2.616 ¨®rdenes de alejamiento. El Ministerio del Interior es consciente de que hay que destinar m¨¢s agentes a este cometido y est¨¢ elaborando un plan para ello. Pedimos que Interior y los Gobiernos con competencias [Pa¨ªs Vasco y Catalu?a] destinen los recursos humanos y materiales precisos para garantizar que ninguna mujer muera con una orden de protecci¨®n.
P. De momento no ha ocurrido. ?Si pasa se demostrar¨ªa que que la orden no funciona?
R. Habr¨ªa que decir que el sistema ha fallado en ese caso concreto y estudiar por qu¨¦. Pero no se podr¨ªa decir que hay un fallo general del sistema.
P. ?Por qu¨¦ se deniega una de cada cuatro peticiones de orden de protecci¨®n?
R. En unos casos, porque no se ha podido localizar al agresor. Su comparecencia es necesaria para dictar la orden, pero aun as¨ª se puede decidir un alejamiento. En otros, el juez no verifica indicios de delito.
P. ?Hay un uso fraudulento, por ejemplo como arma en procesos de separaci¨®n?
R. Es escas¨ªsimo.
P. Pese a la nueva herramienta, las muertes han batido r¨¦cords en 2003. ?Por qu¨¦?
R. El precio que est¨¢n pagando muchas mujeres por su libertad es la muerte. ?se el el drama. Este a?o hemos contabilizado 85 fallecimientos por violencia en el ¨¢mbito familiar, lo que incluye hijos, padres o maridos. En 67 casos las v¨ªctimas son mujeres. De ellas, 57 murieron a manos de su pareja o ex pareja. De las ¨²ltimas fallecidas, la mayor¨ªa no hab¨ªa denunciado maltrato, pero s¨ª hab¨ªa decidido ponerle fin instando la separaci¨®n o el divorcio. El Estado no pod¨ªa garantizar su seguridad porque no se hab¨ªa denunciado previamente esa situaci¨®n.
P. Pero resulta parad¨®jico que aumenten las muertes cuando existe m¨¢s protecci¨®n.
R. Es incuestionable que ocurre. Eso va unido al proceso de liberaci¨®n que est¨¢n haciendo las mujeres. Cuando deciden poner fin a una situaci¨®n de maltrato, hay una franja de hombres violentos que no soportan que una mujer ponga fin a una relaci¨®n de pareja.
P. ?Anima a las maltratadas que quieran separarse a denunciar antes las agresiones?
R. S¨ª. Es importante que lo hagan. Es la ¨²nica forma de que el Estado pueda proteger su seguridad. Deben tener en cuenta que la conflictividad aumenta mucho cuando la mujer maltratada se quiere separar.
P. ?Los juicios r¨¢pidos para rupturas matrimoniales reducir¨¢n la violencia?
R. Pueden ser una soluci¨®n siempre que aumente el n¨²mero de jueces dedicados a esa labor.
P. Estas agresiones provocan alarma social en Espa?a, pero son un problema mundial.
R. La violencia contra las mujeres es una lacra que afecta a todas las culturas, pero aqu¨ª hay gran conciencia social: es un problema p¨²blico y no privado. Existen estudios que demuestran que en Europa hay siete pa¨ªses, incluido los n¨®rdicos, con una cifra de mujeres muertas en el ¨¢mbito de la pareja superior a la de Espa?a.
P. ?Por qu¨¦ es tan dific¨ªl de erradicar?
R. Porque afecta a los patrones culturales de las personas, a las relaciones de dominio que los hombres han ejercido contra las mujeres hist¨®ricamente. Por eso, la violencia en el ¨¢mbito familiar es violencia de g¨¦nero, de hombres contra mujeres. Nuestra sociedad ha sido muy permisiva con la violencia masculina.
P. Tambi¨¦n hay violencia de las mujeres contra los hombres.
R. Es muy reducida. El 87% de los denunciantes por violencia en el ¨¢mbito familiar son mujeres y el 96% de los imputados son hombres.
P. ?Deben ofrecerse terapias a los maltratadores?
R. S¨ª. Tienen derecho a la reinserci¨®n social. Adem¨¢s, hay maltratadas que vuelven con su agresor. Ahora bien, si no se ampl¨ªan los recursos, ¨¦stos deben dedicarse primordialmente a las v¨ªctimas.
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