El que se va y el que viene
En la frecuentaci¨®n diaria de un segundo idioma no nativo, que es el caso de servidor, hay palabras que aparecen de repente investidas de una relevancia especial. Me acaba de pasar con "talante" (Seco: "Disposici¨®n de ¨¢nimo de una persona"). Apenas se puede abrir un peri¨®dico sin topar con el vocablo. Y se me ocurre que el "talante" del actual presidente del Gobierno ha marcado con sello inconfundible la vida espa?ola durante el a?o que ahora se acaba. ?C¨®mo definirlo? Yo subrayar¨ªa su frialdad y su prepotencia. La mirada p¨²blica de Aznar es fr¨ªa, por mucho que sus labios intenten dibujar a veces una sonrisa; tambi¨¦n su manera de hablar, tan medida, tan controlada, tan lejos de toda espontaneidad. En cuanto a su prepotencia, con frecuencia rayana en el desprecio, ha sido una constante a lo largo del a?o. Nada de disculpas. Nada de respetar las opiniones ajenas. Aqu¨ª estoy yo para mandar. Y punto.
A¨²n peor ha sido el talante de su partido. Del de Tony Blair hay que elogiar las muchas voces que se levantaron contra la guerra de Irak, as¨ª como el abandono de Cook, demostraci¨®n de que ser pol¨ªtico no significa forzosamente renunciar a la conciencia individual. Pero esperamos en vano que alg¨²n diputado del PP se levantara para expresar su desacuerdo con la decisi¨®n unilateral de Aznar de embarcar a este pa¨ªs en la aventura imperialista -tan ilegal como peligrosa- de George W. Bush. Y eso que tal decisi¨®n, como acaba de recordarnos Javier Valenzuela en este peri¨®dico, no s¨®lo ha debilitado la situaci¨®n nuestra en Europa sino que nos ha enemistado con parte del mundo ¨¢rabe (una locura en vista del enorme potencial de Espa?a como mediador entre Oriente y Occidente).
A diferencia del Gobierno y su grupo parlamentario, dos millones de espa?oles, se supone que entre ellos numerosos votantes populares, salieron a calle a expresar su rechazo a la guerra. Y uno se pregunta, ?si la gente de este pa¨ªs es mayormente pac¨ªfica y amiga del uso del sentido com¨²n, c¨®mo es posible que las encuestas sigan indicando que el PP podr¨ªa obtener mayor¨ªa absoluta en las pr¨®ximas elecciones? Tal vez la ¨²nica respuesta sea que la pol¨ªtica de exacerbar los nacionalismos perif¨¦ricos, al extremar el centralista y machacar con el espantajo separatista, est¨¢ teniendo el efecto deseado y previsto.
Creo que Manuel Chaves acierta cuando opina que en el fondo el Estado de las autonom¨ªas no le gusta nada a Aznar. Algo de ello se infiltr¨® en el discurso navide?o del Rey, y debo decir que, si yo fuera nacionalista moderado, catal¨¢n o vasco, tanto serm¨®n desde Madrid sobre unidad y pluralidad me har¨ªa m¨¢s radical. Por ello todas las esperanzas de uno est¨¢n puestas en marzo. ?Ser¨¢ posible el milagro de que el PP pierda su mayor¨ªa absoluta? ?Y, en el peor de los casos, que Rajoy resulte m¨¢s dialogante que su predecesor? Hugh Thomas, que conoce al hombre, me asegura de que s¨ª. Pero tengo mis dudas al respecto. Lo que uno desea, en fin, es que el turno pac¨ªfico funcione. Y ver a Carmen Calvo como ministra de Cultura. Eso s¨ª que ser¨ªa una demostraci¨®n de otro talante. Que tengan ustedes un Feliz A?o Nuevo.
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