Las dos caras de Harry Potter
Uno de los rituales m¨¢s arraigados de estas fiestas, m¨¢s a¨²n que el de cantar villancicos y el de montar un pesebre (aunque, por supuesto, no tanto como el del shopping compulsivo), es el de ver una vez m¨¢s por la peque?a pantalla Qu¨¦ bello es vivir, la pel¨ªcula de Frank Capra cargada de buenas intenciones y de ese sentimiento solidario que se supone que tanto se lleva por Navidad. Por suerte, siempre hay alguna cadena que, en sinton¨ªa con el esp¨ªritu de las fiestas, acierta a programarla. Me imagino que en los altos despachos de la programaci¨®n televisiva debe de haber alg¨²n mecanismo autom¨¢tico que indica que por Navidad toca Qu¨¦ bello es vivir, as¨ª como por Semana Santa es tiempo de Ben-Hur o de Los diez mandamientos. Son cosas de los que mandan, de esa gente poderosa que intenta poner unas dosis de coherencia y de ejemplaridad en nuestras ca¨®ticas vidas. El ejemplo del bueno de James Stewart, prototipo de buen ciudadano que se gana la vida con honradez y procurando ayudar a los dem¨¢s, se considera el m¨¢s adecuado para las Navidades. M¨¢s a¨²n que El cuento de Navidad, de Charles Dickens, que parece haber ca¨ªdo en el olvido, o que La gran familia, que ha quedado como una amable versi¨®n espa?ola del ciudadano esforzado, pluriempleado y cargado de hijos que, sin embargo, se muestra dichoso por vivir en la Espa?a franquista.
Pese a la coincidencia, ahora s¨®lo hay un Harry Potter. Dentro de unas semanas se publicar¨¢ una nueva entrega que los ni?os est¨¢n ansiosos por leer
Qu¨¦ bello es vivir es de 1946 y, aunque ahora parezca mentira, tard¨® a?os en asentarse como un filme de buen rollo. Durante un tiempo, se consider¨® que las dificultades que pasa el pobre James Stewart a lo largo de la pel¨ªcula recordaban demasiado el dif¨ªcil momento econ¨®mico de Estados Unidos y que, a pesar del final feliz, el t¨ªtulo no desprend¨ªa un mensaje demasiado optimista. El paso de los a?os, sin embargo, y el hecho de que las dificultades econ¨®micas hayan pasado a ser algo cr¨®nico para buena parte de la poblaci¨®n, ha convencido al mundo de que un final feliz es capaz de arreglarlo todo. El mensaje es sencillo: por muchas deudas, hipotecas y letras que nos esperen, siempre puede venir un ¨¢ngel que nos ayude porque hemos sido buenos. Nada que ver con la realidad, por supuesto, pero tampoco a los Reyes Magos no los encontramos esos d¨ªas por la calle.
Hay un personaje en Qu¨¦ bello es vivir que se encarga ¨¦l solito de simbolizar el mal rollo. Se llama Mr. Potter y lo encarna en la pantalla el actor Lionel Barrymore. Se trata de un malo malo, de un capitalista sin escr¨²pulos que busca tan s¨®lo enriquecerse, sin importarle una higa los buenos sentimientos, la solidaridad y dem¨¢s mandangas. En Bolsa seguro que su ideolog¨ªa cotizar¨ªa al alza, pero en la pantalla nos lo pintan, en pro del esp¨ªritu navide?o, como un pobre perdedor. Los caprichos de la programaci¨®n televisiva, sin embargo, le han gastado este a?o una mala jugada a Mr. Potter, ya que en Canal Plus est¨¢n pasando Harry Potter y la piedra filosofal, donde un ni?o llamado Potter pasa a ser ejemplar y m¨¢gico. A Mr. Potter le ha salido, pues, un contrapoder y no puede negarse que, por lo menos en lo que concierne a los ni?os, tiene m¨¢s tir¨®n.
Por supuesto que no es imprescindible elegir entre Mr. Potter y Harry Potter. Hay otras alternativas. El a?orado Terenci Moix, tan cin¨¦filo ¨¦l, se permit¨ªa por Navidad ser infiel a Qu¨¦ bello es vivir para visionar con los amigos Sonrisas y l¨¢grimas. Es otra pel¨ªcula positiva, sin duda, de buen rollo aunque con un argumento un tanto cursi, con la familia Trapp entonando gorgoritos con la m¨¢s m¨ªnima excusa y con los Alpes como fondo espectacular. Es otra opci¨®n, sin duda, sobre todo si la familia reunida en torno al televisor es capaz de entonar al alim¨®n la traducci¨®n surrealista de su tema principal: "Do es trato de se?or; re, selv¨¢tico animal..." (?). Pero no nos vayamos del tema. ?Qui¨¦n ganar¨¢ en el caso de Potter contra Potter? ?Se saldr¨¢ con la suya el malvado Potter de Qu¨¦ bello es vivir o nos salvar¨¢ la varita m¨¢gica de Harry Potter? En la vida real, las apuestas se inclinar¨ªan sin duda por Mr. Potter, pero como estamos en Navidades, suben los valores del buen rollo de Harry Potter.
Fue Daniel Fern¨¢ndez, editor de Edhasa y sabio en los campos m¨¢s variados de la ciencia y de las letras, quien me hizo notar el pasado verano que el malo de Qu¨¦ bello es vivir se llamaba nada menos que Harry Potter. Est¨¢bamos ambos en el Empord¨¤, gozando junto con otros invitados de una fiesta en la preciosa casa de Sigrid Kraus y Pedro del Carril, los editores de Salamandra. Era una de esas fiestas de buen rollo en las que, aprovechando la tregua del verano, se re¨²nen editores, agentes, autores e incluso alg¨²n periodista sin que estalle la guerra. Por si alguien no lo sabe, Salamandra es la editorial que publica los libros de Harry Potter en castellano, por lo que no es descartable que el comentario de Fern¨¢ndez estuviera motivado por la envidia ante los millones de ejemplares vendidos por el ni?o mago. Daniel Fern¨¢ndez parec¨ªa divertido con la coincidencia, pero Sigrid Kraus no entr¨® al trapo. Ella sabe que ahora mismo no hay m¨¢s que un Harry Potter y que dentro de unas semanas publicar¨¢ una nueva entrega que los ni?os espa?oles ya est¨¢n ansiosos por leer. Y es que el mejor juego de magia de Harry Potter ha sido conseguir que su autora, J. K. Rowling, haya reunido muchos m¨¢s millones que el malvado Mr. Potter sin necesidad de recurrir al mal rollo.
La fiesta en el Empord¨¤, por cierto, termin¨® bien. Quiz¨¢ es un poco tarde para darlo a conocer, pero siempre es noticia que un pu?ado de amigos se re¨²nan en plan buen rollo bajo las estrellas en un tranquilo pueblo del Empord¨¤. Y es que, a pesar de lo que quieran hacernos creer los programadores televisivos, lo bueno no pasa s¨®lo en Navidad. Ni en los plat¨®s de Hollywood.
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