"En Irak no hay posibilidad de ¨¦xito a corto plazo"
Joaqu¨ªn Villalobos, comandante guerrillero durante 22 a?os en El Salvador, reside hoy en un peque?o pueblo en las afueras de Oxford, Inglaterra. Ah¨ª se dedica a dos cosas: a estudiar en la Universidad y a ejercer de consultor internacional en todo lo que tiene que ver con la transici¨®n del caos a la democracia, de la guerra a la paz. Uno de los principales estrategas no s¨®lo de la guerra que se libr¨® en su pa¨ªs en los a?os setenta y ochenta, sino tambi¨¦n de las negociaciones que acabaron con ella en 1992, Villalobos ha asesorado a las partes involucradas en los conflictos de, entre otros lugares, Bosnia, Irlanda del Norte y Colombia. Es una respetada figura hoy en d¨ªa en Washington, donde en determinado momento de la guerra fr¨ªa fue identificado como uno de los m¨¢s temidos enemigos del eje del mal "comunista". Hoy, Villalobos es uno de los individuos mejor calificado en el mundo hispanohablante, y quiz¨¢ en el mundo entero, para hacer un an¨¢lisis informado del conflicto m¨¢s apremiante al que se enfrenta el mundo en el a?o 2004, "la guerra popular prolongada" -como ¨¦l la define- en Irak. EL PA?S lo visit¨® en su casa en la campi?a inglesa para escuchar su interpretaci¨®n de lo que est¨¢ pasando - y lo que podr¨ªa y deber¨ªa de pasar- en aquel pa¨ªs.
"Es f¨¢cil decir que los americanos est¨¢n locos. Pero, objetivamente, la sociedad m¨¢s poderosa de la Tierra ha sufrido una provocaci¨®n de una dimensi¨®n que no conoc¨ªa ese pa¨ªs"
"Estados Unidos tiene que tener muchos amigos, muchos aliados, soldados amables, tener la legitimidad, asegurarse la legalidad. Y eso le puede dar el ¨¦xito en un plazo razonable"
"Los norteamericanos dan la impresi¨®n de una cierta idea de revancha. Pero no deja de ser una necesidad que haya instrumentos de cohesi¨®n que protejan al mundo de esas amenazas"
"La posguerra no estaba dise?ada, simplemente. Mucho del terrorismo que all¨ª se da es producto del caos. Es resultado de lo que se ha hecho mal, m¨¢s que de lo que se ha hecho bien"
"La captura de Sadam constituye una ventaja pol¨ªtica extraordinaria, pero tambi¨¦n es una provocaci¨®n, que el bando contrario interpreta como algo que empuja a responder"
"Una gran debilidad del terrorismo es que est¨¢ matando a tantos iraqu¨ªes como americanos en medio de la creaci¨®n de un Estado. Puede que haya una pacificaci¨®n a medio plazo"
Pregunta. Aquel t¨¦rmino de la guerra fr¨ªa, de las guerras de guerrillas de Centroam¨¦rica, "guerra popular prolongada": ?es aplicable a Irak?
Respuesta. Se tome como se tome, no hay posibilidad de un ¨¦xito en el corto plazo al estilo Hollywood. La idea de que un d¨ªa de ¨¦stos en una sola redada el problema se va a acabar: eso no es cierto; eso no es posible. Est¨¢ claro que lo de Irak es una Guerra Popular Prolongada para ambos bandos. No hay estrategia de corto plazo posible.
P. ?Por qu¨¦ no?
R. Este problema va a tener una persistencia porque es hijo del caos y porque tiene un contexto externo, con mucho enemigos de las ideas liberales, es decir, las ideas de la democracia; enemigos de los Estados laicos; enemigos de Estados Unidos. Por tanto, tiene muchos focos de inflexi¨®n que requieren tiempo para resolverse, y eso significa que se necesita una estrategia prolongada. Y, por otro lado, una estrategia esencialmente popular. Hay que ganar a la gente, y ganar a la gente implica construir un Estado, tener aliados, articularse con otras fuerzas, con otros pa¨ªses, estar bien con los rusos y los alemanes, con todos. Pienso cuando yo estaba en la guerra todo aquello que pudiera beneficiarnos de alguna u otra manera ten¨ªamos que ganarlo y ponerlo de nuestro lado porque est¨¢bamos frente a un proceso que no pod¨ªa ser corto. Y ahora creo que esa es la situaci¨®n que tiene Estados Unidos en Irak. Est¨¢ obligado a una estrategia prolongada, a librar una guerra popular prolongada, y en ese sentido tiene que tener muchos amigos, muchos aliados, soldados amables, tener la legitimidad de su lado, asegurarse la legalidad en todo lo que sea posible, y eso le puede dar el ¨¦xito en un plazo razonable, pero no corto.
P. ?"Soldados amables"?
R. Para poder ganar esta batalla hay que ser amable. Si no eres amable la pierdes. ?Y esto qu¨¦ implica? Que siendo amable corres riesgos. Si t¨² tienes tu ej¨¦rcito y tus hombres pueden morir en combate, hay dos posibilidades: una es que est¨¦n predispuestos a eso, est¨¢ dentro de su riesgo, van, tienen un combate y mueren; pero en ese combate, si se equivocan, puede ser que maten ni?os, que generen problemas, que se le convierta en un problema que ahora es mucho mayor que antes. Digamos que la expresi¨®n m¨¢s simple de esto es el soldado que dispara sin apuntar, para calmarse los nervios. Pero tambi¨¦n hay una segunda posibilidad: que por discriminar, por ser cuidadoso, se arriesgue m¨¢s, pero se gana en legitimidad.
P. ?Correr riesgos significa, en la pr¨¢ctica, mezclarse m¨¢s con la poblaci¨®n iraqu¨ª, no andar siempre acorazado como los malos en La guerra
de las galaxias?
R. Exacto. Es preferible tener h¨¦roes que pasan a condiciones de v¨ªctimas por el esfuerzo por ser amables, que muertos que mueren en un combate en el que causaron bajas civiles. Es dif¨ªcil, pero el nuevo sentido de una fuerza de intervenci¨®n humanitaria es ¨¦ste. El tipo que se identifica humanamente con la situaci¨®n, trata de ser lo m¨¢s bueno, lo m¨¢s amable posible, gana a esa poblaci¨®n, y si en esa condici¨®n corre el riesgo de perder la vida...
P. A corto plazo se puede perder as¨ª, pero a la larga se gana...
R. En la medida en que tus hombres son h¨¦roes, son v¨ªctimas en el intento de usar la fuerza con discreci¨®n, con cuidado, han ganado. Ya no es Rambo.
P. ?Rambo ya no sirve?
R. Rambo ya no sirve para un carajo.
P. Pero serv¨ªa m¨¢s en la ¨¦poca de la guerrilla centroamericana, durante la guerra fr¨ªa.
R. En aquella ¨¦poca hab¨ªa cheque en blanco para matar. Hoy ya no hay. Afganist¨¢n es como la cueva del mundo, como el ¨²ltimo rinc¨®n del planeta; pero el problema es que las tumbas de los ni?os que has matado all¨¢ las puedes ver en televisi¨®n, las puedes ver en Washington, en San Salvador. Ya no se puede, es otra cosa.
P. Esta idea de que el soldado no s¨®lo tiene que ser guerrero, sino tambi¨¦n pol¨ªtico no se ha acabado de digerir en Estados Unidos, mientras que parece que los brit¨¢nicos lo han entendido mucho mejor.
R. S¨ª. Pero no creo que los brit¨¢nicos hayan llegado all¨ª por buenas personas. Han llegado porque es el m¨¦todo m¨¢s eficaz para lograr tus objetivos estrategicos. El soldado ya no es un tipo cualquiera. Es un tipo que tiene que entender de relaciones humanas. Y el general es un tipo que tiene que entender de hacer alianzas, de construir una red pol¨ªtica entre los ciudadanos de all¨ª, de entenderse, de poder persuadir a la gente. Es un fen¨®meno much¨ªsimo m¨¢s complejo.
P. En cambio, parece que los soldados y los generales de Estados Unidos insisten en persistir con los m¨¦todos militares m¨¢s elementales, que no han logrado superar el s¨ªndrome Rambo.
R. Es f¨¢cil empezar a decir que los americanos est¨¢n locos. Pero objetivamente estamos ante un fen¨®meno: la sociedad m¨¢s poderosa de la Tierra, que es una sociedad profundamente conservadora, en el momento en que ten¨ªa un Gobierno conservador, que tiene una visi¨®n con relaci¨®n a c¨®mo ella mira al mundo, es objeto de una provocaci¨®n de una dimensi¨®n que no conoc¨ªa el pa¨ªs. Entonces, en esa condici¨®n, ?qu¨¦ tipo de respuestas habr¨ªa? Las respuestas que estamos viendo son las correspondientes con esa situaci¨®n. Creo que es su reto de potencia, su intenci¨®n de mostrarse fuertes. Los errores est¨¢n vinculados a esa condici¨®n, a una reacci¨®n que tiene muchos elementos emocionales, que est¨¢ vinculada a c¨®mo es la sociedad norteamericana, con sus caracter¨ªsticas de su gobierno, la dimensi¨®n de la provocaci¨®n. Hay un proceso de aprendizaje.
P. Su actual pa¨ªs adoptivo, como parece indicar, puede ofrecer ciertas lecciones...
R. En una ocasi¨®n me preguntaban sobre esto en una conferencia, y yo dec¨ªa que si tomaba unas frases de funcionarios de la Administraci¨®n de Bush y funcionarios de Blair cuando les preguntaban c¨®mo estaba la situaci¨®n en Irak, los americanos dec¨ªan: "Hemos hecho tantas bajas y estamos descubriendo redes terroristas, etc¨¦tera", y la gente de Blair dec¨ªa: "Todos los hospitales y las escuelas est¨¢n funcionando". Son dos visiones completamente distintas de lo que hay que hacer. Son cosas que -parece mentira-, pero ¨¦sa es la batalla que se libraba en el norte de Moraz¨¢n, cuando yo estaba all¨¢. Hay una an¨¦cdota muy clara de este fen¨®meno. Se trata de un general de un batall¨®n cuando ellos hac¨ªan sus operaciones c¨ªvicas, como las llamaban. Entonces, una vez, enviamos a la poblaci¨®n nuestra, la que estaba organizada por nosotros, a que le reclame y que le diga que ellos necesitaban tantas libras de frijoles, tantas de arroz. Van y los recibe el general, y los recibe en su despacho, a 25 pobladores, y se discute con ellos, fuerte, y les dice: "Ustedes apoyan a la guerrilla, yo lo s¨¦, son colaboradores, y para eso quieren m¨¢s arroz y m¨¢s frijoles...", y despu¨¦s de decirse de todo, al final ¨¦l dice: "Bueno, est¨¢ bien, ll¨¦venle comida a esos cabrones". ?Cu¨¢les fueron los efectos? Primero, ya no vieron al general como enemigo; segundo, ya no quer¨ªan que los hijos se incorporaran a la guerrilla, se empezaron a convertir en neutros. Eso mismo es universal. Ahora, ?cu¨¢l es el riesgo? Perfectamente, un fan¨¢tico, digamos uno m¨¢s ideol¨®gico entre los nuestros, pod¨ªa haber llegado y matado al general. Pero era un soldado de verdad, dispuesto a tomar riesgos inteligentes, y estaba haciendo la guerra con una visi¨®n m¨¢s integral. Lo mismo pasaba cuando nosotros lleg¨¢bamos a una zona donde el dominio pol¨ªtico que hab¨ªa hecho el partido de gobierno era mucho m¨¢s fuerte, donde disputarlo implicaba correr riesgos. Porque la manera m¨¢s sencilla era "todos los esp¨ªas del gobierno los matamos". Pero todos los dem¨¢s que quedan se convierten en enemigos de nosotros, y entonces es una zona quemada, y all¨ª no se puede hacer absolutamente nada.
P. En resumen, entonces, aplicando estas lecciones a Irak...
R. En resumen, hay necesidad de un instrumental pol¨ªtico, mucho m¨¢s que el militar. No hay otro modo. No lo hay. Ya cuando llegas al extremo de que el problema depende de la m¨¢quina que detecta metales, ya est¨¢s en la ¨²ltima fase de seguridad, y con el terrorismo la seguridad es esencial y fundamentalmente preventiva. Ya la ¨²ltima etapa, que es la de polic¨ªa visible. La primera y fundamental es la pol¨ªtica. Y ahora m¨¢s que nunca. Yo dir¨ªa que si en los setenta y en los ochenta se pod¨ªa afirmar que una guerra insurgente o contra-insurgente era el 90% pol¨ªtica y el 10% militar, yo dir¨ªa que ahora es 99% pol¨ªtica. Por ejemplo: mira, en cualquier conflicto donde hay una insurgencia de la naturaleza que sea -religiosa, es lo mismo- hay dos categor¨ªas que son vitales: territorio y poblaci¨®n. Porque una insurgencia es un aparato de organizaci¨®n que se estructura en medio de la poblaci¨®n, y que en la medida en que controla a la poblaci¨®n trata de controlar territorio. ?sos son los barrios en Irlanda del Norte, son los barrios del Pa¨ªs Vasco, eso es Irak en este momento, en Colombia, eso era Moraz¨¢n, eso es un elemento esencial. Entonces, en el fondo, controlar el territorio depende de qui¨¦n es capaz de tener m¨¢s influencia sobre esa poblaci¨®n. En la medida en que no la tienes est¨¢s en desventaja.
P. Uno de los argumentos que utiliza la coalici¨®n para explicar la decisi¨®n de ir a la guerra en Irak es que fue para derrocar a Sadam Husein, para salvar a los iraqu¨ªes. Es decir, lo que se denomina "una intervenci¨®n humanitaria"...
R. Ahora, que quede claro que yo estoy de acuerdo con el concepto de la intervenci¨®n humanitaria. Porque, claro, yo hice la guerra. No pod¨ªa venir aqu¨ª a estar vendiendo, como estos locos rom¨¢nticos izquierdistas, que la paz, la paz, la paz... No, no. Si yo hubiera tenido un ej¨¦rcito en mis manos me meto en Ruanda y aplasto a esos tipos, pues t¨² no puedes estar sentado viendo que est¨¢n masacrando all¨¢ a la gente y decir "yo no me meto". No. Yo me meto. En ese sentido, haber sacado a Sadam Husein, pues, ?qu¨¦ bien!... Si era un hijo de su madre, un dictador, estaba matando a su gente. Entonces, la discusi¨®n no es ¨¦sa. Hay que hacerlo bien.
P. ?Y si no se hace bien no ser¨ªa mejor dejarlo, irse, reconocer que fue todo un gran error?
R. Bueno, una cosa es decir "salgan"... pero el problema del mundo es que a Estados Unidos no le puede ir mal, no le debe ir mal. Es un problema a escala planetaria.
P. ?Pero el Gobierno de Estados Unidos no parece tener una visi¨®n muy planetaria...?
R. Da la impresi¨®n... dan una cierta idea de revancha. Transmiten eso. Pero, por otro lado, no deja de ser una necesidad que haya instrumentos de cohesi¨®n que protejan al mundo de estas amenazas. Mira otra vez el caso de Ruanda. Si hubiera existido una fuerza con la cohesi¨®n internacional necesaria se podr¨ªa haber evitado la muerte de cientos de miles de personas. En este caso creo que si la intervenci¨®n en Irak fracasa, el efecto de seguridad es para todos. Yo creo que todos los dictadores del planeta deben estar siguiendo con mucha atenci¨®n lo que pasa en Irak. Es una cuesti¨®n de la seguridad m¨¢s elemental. El tema b¨¢sico es que t¨² tienes que hacer una relaci¨®n costo-beneficio del tipo que roba. Si robar es m¨¢s rentable que no robar, el tipo roba. Es mucho m¨¢s complejo el problema, pero lo primero que le tienes que apuntar es que los m¨¢rgenes de impunidad los tienes que reducir.
P. En ese sentido, la captura de Sadam habr¨¢ representado un avance importante.
R. Tiene un valor negativo y un valor positivo. El valor negativo es que constituye una ventaja pol¨ªtica extraordinaria, y el negativo es que constituye una provocaci¨®n. Independientemente de que sea una victoria, humilla. Y esa humilaci¨®n es interpretada por todo el bando contrario -los que est¨¦n alineados con el terrorismo y la violencia, los enemigos de Estados Unidos en la regi¨®n- de una manera que empuja a responder.
P. ?Por qu¨¦ es positivo del lado pol¨ªtico?
R. Posibilita alianzas, posibilita la reunificaci¨®n, y esos elementos pueden ayudar a crear un Estado iraqu¨ª, que es lo que m¨¢s teme la insurgencia iraqu¨ª. Un Estado iraqu¨ª aut¨®nomo e independiente es el elemento principal, el factor clave en pacificar y derrotar al terrorismo. Y, por otro lado, esto constiuye un reto para la estrategia de la coalici¨®n. Tienen una oportunidad, y ahora la cuesti¨®n es si la van a saber aprovechar. Pero esto no significa que no va a a haber una reducci¨®n autom¨¢tica de la insurgencia, lo cual enfrenta a los americanos a su propia dilema, porque ellos a veces creen m¨¢s en la contrainsurgencia o el antiterrorismo policial militar que en el pol¨ªtico. Esto les plantea una oportunidad en el campo donde han mostrado m¨¢s debilidad.
P. Lo cual refuerza a¨²n m¨¢s la idea de que se tiene que buscar una soluci¨®n pol¨ªtica, cosa que el Gobierno de Estados Unidos no parece haber entendido antes de ir a la guerra.
R. La posguerra no estaba dise?ada, simplemente. Mucho del terrorismo en Irak es hijo del caos, yo creo. Mucho de lo que est¨¢ ocurriendo es resultado de lo que se ha hecho mal, m¨¢s de lo que los otros han hecho bien. No creo que esta insurgencia haya sido planeada de antemano. Creo que esto es producto del desorden. Lo cual, por otro lado, puede ser una luz en la soluci¨®n. Porque no est¨¢n my organizados. No estamos hablando de los vietnamitas, del Polisario, de nuestra guerrilla en El Salvador, de las guerrillas que hicieron escuela. Estamos hablando de otra cosa: una guerrilla que ha quedado de una dictadura odiosa, con lo cual posiblemente sea m¨¢s f¨¢cil ponerla en condici¨®n de desventaja, seguirla y procesarla.
P. ?M¨¢s f¨¢cil? ?Es decir, que se puede vislumbrar un final a la guerra en Irak?
R. Una de las grandes debilidades del terrorismo que se est¨¢ desarrollando en Irak es que est¨¢ matando a tantos iraqu¨ªes como americanos, y si eso se fusiona con la creacion de un Estado, s¨ª puede ser que haya una pacificacion en un plazo mediano.
Joaqu¨ªn Villalobos, comandante guerrillero durante 22 a?os en El Salvador, reside hoy en un peque?o pueblo en las afueras de Oxford, Inglaterra. Ah¨ª se dedica a dos cosas: a estudiar en la Universidad y a ejercer de consultor internacional en todo lo que tiene que ver con la transici¨®n del caos a la democracia, de la guerra a la paz. Uno de los principales estrategas no s¨®lo de la guerra que se libr¨® en su pa¨ªs en los a?os setenta y ochenta, sino tambi¨¦n de las negociaciones que acabaron con ella en 1992, Villalobos ha asesorado a las partes involucradas en los conflictos de, entre otros lugares, Bosnia, Irlanda del Norte y Colombia. Es una respetada figura hoy en d¨ªa en Washington, donde en determinado momento de la guerra fr¨ªa fue identificado como uno de los m¨¢s temidos enemigos del eje del mal "comunista". Hoy, Villalobos es uno de los individuos mejor calificado en el mundo hispanohablante, y quiz¨¢ en el mundo entero, para hacer un an¨¢lisis informado del conflicto m¨¢s apremiante al que se enfrenta el mundo en el a?o 2004, "la guerra popular prolongada" -como ¨¦l la define- en Irak. EL PA?S lo visit¨® en su casa en la campi?a inglesa para escuchar su interpretaci¨®n de lo que est¨¢ pasando - y lo que podr¨ªa y deber¨ªa de pasar- en aquel pa¨ªs.
Pregunta. Aquel t¨¦rmino de la guerra fr¨ªa, de las guerras de guerrillas de Centroam¨¦rica, "guerra popular prolongada": ?es aplicable a Irak?
Respuesta. Se tome como se tome, no hay posibilidad de un ¨¦xito en el corto plazo al estilo Hollywood. La idea de que un d¨ªa de ¨¦stos en una sola redada el problema se va a acabar: eso no es cierto; eso no es posible. Est¨¢ claro que lo de Irak es una Guerra Popular Prolongada para ambos bandos. No hay estrategia de corto plazo posible.
P. ?Por qu¨¦ no?
R. Este problema va a tener una persistencia porque es hijo del caos y porque tiene un contexto externo, con mucho enemigos de las ideas liberales, es decir, las ideas de la democracia; enemigos de los Estados laicos; enemigos de Estados Unidos. Por tanto, tiene muchos focos de inflexi¨®n que requieren tiempo para resolverse, y eso significa que se necesita una estrategia prolongada. Y, por otro lado, una estrategia esencialmente popular. Hay que ganar a la gente, y ganar a la gente implica construir un Estado, tener aliados, articularse con otras fuerzas, con otros pa¨ªses, estar bien con los rusos y los alemanes, con todos. Pienso cuando yo estaba en la guerra todo aquello que pudiera beneficiarnos de alguna u otra manera ten¨ªamos que ganarlo y ponerlo de nuestro lado porque est¨¢bamos frente a un proceso que no pod¨ªa ser corto. Y ahora creo que esa es la situaci¨®n que tiene Estados Unidos en Irak. Est¨¢ obligado a una estrategia prolongada, a librar una guerra popular prolongada, y en ese sentido tiene que tener muchos amigos, muchos aliados, soldados amables, tener la legitimidad de su lado, asegurarse la legalidad en todo lo que sea posible, y eso le puede dar el ¨¦xito en un plazo razonable, pero no corto.
P. ?"Soldados amables"?
R. Para poder ganar esta batalla hay que ser amable. Si no eres amable la pierdes. ?Y esto qu¨¦ implica? Que siendo amable corres riesgos. Si t¨² tienes tu ej¨¦rcito y tus hombres pueden morir en combate, hay dos posibilidades: una es que est¨¦n predispuestos a eso, est¨¢ dentro de su riesgo, van, tienen un combate y mueren; pero en ese combate, si se equivocan, puede ser que maten ni?os, que generen problemas, que se le convierta en un problema que ahora es mucho mayor que antes. Digamos que la expresi¨®n m¨¢s simple de esto es el soldado que dispara sin apuntar, para calmarse los nervios. Pero tambi¨¦n hay una segunda posibilidad: que por discriminar, por ser cuidadoso, se arriesgue m¨¢s, pero se gana en legitimidad.
P. ?Correr riesgos significa, en la pr¨¢ctica, mezclarse m¨¢s con la poblaci¨®n iraqu¨ª, no andar siempre acorazado como los malos en La guerra
de las galaxias?
R. Exacto. Es preferible tener h¨¦roes que pasan a condiciones de v¨ªctimas por el esfuerzo por ser amables, que muertos que mueren en un combate en el que causaron bajas civiles. Es dif¨ªcil, pero el nuevo sentido de una fuerza de intervenci¨®n humanitaria es ¨¦ste. El tipo que se identifica humanamente con la situaci¨®n, trata de ser lo m¨¢s bueno, lo m¨¢s amable posible, gana a esa poblaci¨®n, y si en esa condici¨®n corre el riesgo de perder la vida...
P. A corto plazo se puede perder as¨ª, pero a la larga se gana...
R. En la medida en que tus hombres son h¨¦roes, son v¨ªctimas en el intento de usar la fuerza con discreci¨®n, con cuidado, han ganado. Ya no es Rambo.
P. ?Rambo ya no sirve?
R. Rambo ya no sirve para un carajo.
P. Pero serv¨ªa m¨¢s en la ¨¦poca de la guerrilla centroamericana, durante la guerra fr¨ªa.
R. En aquella ¨¦poca hab¨ªa cheque en blanco para matar. Hoy ya no hay. Afganist¨¢n es como la cueva del mundo, como el ¨²ltimo rinc¨®n del planeta; pero el problema es que las tumbas de los ni?os que has matado all¨¢ las puedes ver en televisi¨®n, las puedes ver en Washington, en San Salvador. Ya no se puede, es otra cosa.
P. Esta idea de que el soldado no s¨®lo tiene que ser guerrero, sino tambi¨¦n pol¨ªtico no se ha acabado de digerir en Estados Unidos, mientras que parece que los brit¨¢nicos lo han entendido mucho mejor.
R. S¨ª. Pero no creo que los brit¨¢nicos hayan llegado all¨ª por buenas personas. Han llegado porque es el m¨¦todo m¨¢s eficaz para lograr tus objetivos estrategicos. El soldado ya no es un tipo cualquiera. Es un tipo que tiene que entender de relaciones humanas. Y el general es un tipo que tiene que entender de hacer alianzas, de construir una red pol¨ªtica entre los ciudadanos de all¨ª, de entenderse, de poder persuadir a la gente. Es un fen¨®meno much¨ªsimo m¨¢s complejo.
P. En cambio, parece que los soldados y los generales de Estados Unidos insisten en persistir con los m¨¦todos militares m¨¢s elementales, que no han logrado superar el s¨ªndrome Rambo.
R. Es f¨¢cil empezar a decir que los americanos est¨¢n locos. Pero objetivamente estamos ante un fen¨®meno: la sociedad m¨¢s poderosa de la Tierra, que es una sociedad profundamente conservadora, en el momento en que ten¨ªa un Gobierno conservador, que tiene una visi¨®n con relaci¨®n a c¨®mo ella mira al mundo, es objeto de una provocaci¨®n de una dimensi¨®n que no conoc¨ªa el pa¨ªs. Entonces, en esa condici¨®n, ?qu¨¦ tipo de respuestas habr¨ªa? Las respuestas que estamos viendo son las correspondientes con esa situaci¨®n. Creo que es su reto de potencia, su intenci¨®n de mostrarse fuertes. Los errores est¨¢n vinculados a esa condici¨®n, a una reacci¨®n que tiene muchos elementos emocionales, que est¨¢ vinculada a c¨®mo es la sociedad norteamericana, con sus caracter¨ªsticas de su gobierno, la dimensi¨®n de la provocaci¨®n. Hay un proceso de aprendizaje.
P. Su actual pa¨ªs adoptivo, como parece indicar, puede ofrecer ciertas lecciones...
R. En una ocasi¨®n me preguntaban sobre esto en una conferencia, y yo dec¨ªa que si tomaba unas frases de funcionarios de la Administraci¨®n de Bush y funcionarios de Blair cuando les preguntaban c¨®mo estaba la situaci¨®n en Irak, los americanos dec¨ªan: "Hemos hecho tantas bajas y estamos descubriendo redes terroristas, etc¨¦tera", y la gente de Blair dec¨ªa: "Todos los hospitales y las escuelas est¨¢n funcionando". Son dos visiones completamente distintas de lo que hay que hacer. Son cosas que -parece mentira-, pero ¨¦sa es la batalla que se libraba en el norte de Moraz¨¢n, cuando yo estaba all¨¢. Hay una an¨¦cdota muy clara de este fen¨®meno. Se trata de un general de un batall¨®n cuando ellos hac¨ªan sus operaciones c¨ªvicas, como las llamaban. Entonces, una vez, enviamos a la poblaci¨®n nuestra, la que estaba organizada por nosotros, a que le reclame y que le diga que ellos necesitaban tantas libras de frijoles, tantas de arroz. Van y los recibe el general, y los recibe en su despacho, a 25 pobladores, y se discute con ellos, fuerte, y les dice: "Ustedes apoyan a la guerrilla, yo lo s¨¦, son colaboradores, y para eso quieren m¨¢s arroz y m¨¢s frijoles...", y despu¨¦s de decirse de todo, al final ¨¦l dice: "Bueno, est¨¢ bien, ll¨¦venle comida a esos cabrones". ?Cu¨¢les fueron los efectos? Primero, ya no vieron al general como enemigo; segundo, ya no quer¨ªan que los hijos se incorporaran a la guerrilla, se empezaron a convertir en neutros. Eso mismo es universal. Ahora, ?cu¨¢l es el riesgo? Perfectamente, un fan¨¢tico, digamos uno m¨¢s ideol¨®gico entre los nuestros, pod¨ªa haber llegado y matado al general. Pero era un soldado de verdad, dispuesto a tomar riesgos inteligentes, y estaba haciendo la guerra con una visi¨®n m¨¢s integral. Lo mismo pasaba cuando nosotros lleg¨¢bamos a una zona donde el dominio pol¨ªtico que hab¨ªa hecho el partido de gobierno era mucho m¨¢s fuerte, donde disputarlo implicaba correr riesgos. Porque la manera m¨¢s sencilla era "todos los esp¨ªas del gobierno los matamos". Pero todos los dem¨¢s que quedan se convierten en enemigos de nosotros, y entonces es una zona quemada, y all¨ª no se puede hacer absolutamente nada.
P. En resumen, entonces, aplicando estas lecciones a Irak...
R. En resumen, hay necesidad de un instrumental pol¨ªtico, mucho m¨¢s que el militar. No hay otro modo. No lo hay. Ya cuando llegas al extremo de que el problema depende de la m¨¢quina que detecta metales, ya est¨¢s en la ¨²ltima fase de seguridad, y con el terrorismo la seguridad es esencial y fundamentalmente preventiva. Ya la ¨²ltima etapa, que es la de polic¨ªa visible. La primera y fundamental es la pol¨ªtica. Y ahora m¨¢s que nunca. Yo dir¨ªa que si en los setenta y en los ochenta se pod¨ªa afirmar que una guerra insurgente o contra-insurgente era el 90% pol¨ªtica y el 10% militar, yo dir¨ªa que ahora es 99% pol¨ªtica. Por ejemplo: mira, en cualquier conflicto donde hay una insurgencia de la naturaleza que sea -religiosa, es lo mismo- hay dos categor¨ªas que son vitales: territorio y poblaci¨®n. Porque una insurgencia es un aparato de organizaci¨®n que se estructura en medio de la poblaci¨®n, y que en la medida en que controla a la poblaci¨®n trata de controlar territorio. ?sos son los barrios en Irlanda del Norte, son los barrios del Pa¨ªs Vasco, eso es Irak en este momento, en Colombia, eso era Moraz¨¢n, eso es un elemento esencial. Entonces, en el fondo, controlar el territorio depende de qui¨¦n es capaz de tener m¨¢s influencia sobre esa poblaci¨®n. En la medida en que no la tienes est¨¢s en desventaja.
P. Uno de los argumentos que utiliza la coalici¨®n para explicar la decisi¨®n de ir a la guerra en Irak es que fue para derrocar a Sadam Husein, para salvar a los iraqu¨ªes. Es decir, lo que se denomina "una intervenci¨®n humanitaria"...
R. Ahora, que quede claro que yo estoy de acuerdo con el concepto de la intervenci¨®n humanitaria. Porque, claro, yo hice la guerra. No pod¨ªa venir aqu¨ª a estar vendiendo, como estos locos rom¨¢nticos izquierdistas, que la paz, la paz, la paz... No, no. Si yo hubiera tenido un ej¨¦rcito en mis manos me meto en Ruanda y aplasto a esos tipos, pues t¨² no puedes estar sentado viendo que est¨¢n masacrando all¨¢ a la gente y decir "yo no me meto". No. Yo me meto. En ese sentido, haber sacado a Sadam Husein, pues, ?qu¨¦ bien!... Si era un hijo de su madre, un dictador, estaba matando a su gente. Entonces, la discusi¨®n no es ¨¦sa. Hay que hacerlo bien.
P. ?Y si no se hace bien no ser¨ªa mejor dejarlo, irse, reconocer que fue todo un gran error?
R. Bueno, una cosa es decir "salgan"... pero el problema del mundo es que a Estados Unidos no le puede ir mal, no le debe ir mal. Es un problema a escala planetaria.
P. ?Pero el Gobierno de Estados Unidos no parece tener una visi¨®n muy planetaria...?
R. Da la impresi¨®n... dan una cierta idea de revancha. Transmiten eso. Pero, por otro lado, no deja de ser una necesidad que haya instrumentos de cohesi¨®n que protejan al mundo de estas amenazas. Mira otra vez el caso de Ruanda. Si hubiera existido una fuerza con la cohesi¨®n internacional necesaria se podr¨ªa haber evitado la muerte de cientos de miles de personas. En este caso creo que si la intervenci¨®n en Irak fracasa, el efecto de seguridad es para todos. Yo creo que todos los dictadores del planeta deben estar siguiendo con mucha atenci¨®n lo que pasa en Irak. Es una cuesti¨®n de la seguridad m¨¢s elemental. El tema b¨¢sico es que t¨² tienes que hacer una relaci¨®n costo-beneficio del tipo que roba. Si robar es m¨¢s rentable que no robar, el tipo roba. Es mucho m¨¢s complejo el problema, pero lo primero que le tienes que apuntar es que los m¨¢rgenes de impunidad los tienes que reducir.
P. En ese sentido, la captura de Sadam habr¨¢ representado un avance importante.
R. Tiene un valor negativo y un valor positivo. El valor negativo es que constituye una ventaja pol¨ªtica extraordinaria, y el negativo es que constituye una provocaci¨®n. Independientemente de que sea una victoria, humilla. Y esa humilaci¨®n es interpretada por todo el bando contrario -los que est¨¦n alineados con el terrorismo y la violencia, los enemigos de Estados Unidos en la regi¨®n- de una manera que empuja a responder.
P. ?Por qu¨¦ es positivo del lado pol¨ªtico?
R. Posibilita alianzas, posibilita la reunificaci¨®n, y esos elementos pueden ayudar a crear un Estado iraqu¨ª, que es lo que m¨¢s teme la insurgencia iraqu¨ª. Un Estado iraqu¨ª aut¨®nomo e independiente es el elemento principal, el factor clave en pacificar y derrotar al terrorismo. Y, por otro lado, esto constiuye un reto para la estrategia de la coalici¨®n. Tienen una oportunidad, y ahora la cuesti¨®n es si la van a saber aprovechar. Pero esto no significa que no va a a haber una reducci¨®n autom¨¢tica de la insurgencia, lo cual enfrenta a los americanos a su propia dilema, porque ellos a veces creen m¨¢s en la contrainsurgencia o el antiterrorismo policial militar que en el pol¨ªtico. Esto les plantea una oportunidad en el campo donde han mostrado m¨¢s debilidad.
P. Lo cual refuerza a¨²n m¨¢s la idea de que se tiene que buscar una soluci¨®n pol¨ªtica, cosa que el Gobierno de Estados Unidos no parece haber entendido antes de ir a la guerra.
R. La posguerra no estaba dise?ada, simplemente. Mucho del terrorismo en Irak es hijo del caos, yo creo. Mucho de lo que est¨¢ ocurriendo es resultado de lo que se ha hecho mal, m¨¢s de lo que los otros han hecho bien. No creo que esta insurgencia haya sido planeada de antemano. Creo que esto es producto del desorden. Lo cual, por otro lado, puede ser una luz en la soluci¨®n. Porque no est¨¢n my organizados. No estamos hablando de los vietnamitas, del Polisario, de nuestra guerrilla en El Salvador, de las guerrillas que hicieron escuela. Estamos hablando de otra cosa: una guerrilla que ha quedado de una dictadura odiosa, con lo cual posiblemente sea m¨¢s f¨¢cil ponerla en condici¨®n de desventaja, seguirla y procesarla.
P. ?M¨¢s f¨¢cil? ?Es decir, que se puede vislumbrar un final a la guerra en Irak?
R. Una de las grandes debilidades del terrorismo que se est¨¢ desarrollando en Irak es que est¨¢ matando a tantos iraqu¨ªes como americanos, y si eso se fusiona con la creacion de un Estado, s¨ª puede ser que haya una pacificacion en un plazo mediano.
Guerrillero reconvertido
JOAQU?N VILLALOBOS abandon¨® a su familia de clase media acomodada en San Salvador a los 19 a?os y se fue a la monta?a a combatir al regimen militar que gobernaba su pa¨ªs. Hasta los 41 fue jefe del Ej¨¦rcito Revolucionario del Pueblo, militarmente la m¨¢s eficaz de las cinco formaciones guerrilleras del Frente Farabundo Mart¨ª de Liberaci¨®n Nacional. Villalobos fue una leyenda en su pa¨ªs durante una guerra civil que le enfrent¨® no s¨®lo a la dictadura salvadore?a, sino tambi¨¦n a Estados Unidos, que en tiempos de Reagan hizo todo lo posible -menos efectuar una intervenci¨®n militar directa- para derrotarlo. Fidel Castro lo se?al¨® en su d¨ªa como uno de los m¨¢s brillantes comandantes guerrilleros que hab¨ªa producido Am¨¦rica Latina.
Hace ocho a?os, y con la ayuda del Gobierno brit¨¢nico, Villalobos se traslad¨® a Oxford, donde hoy vive con su mujer y tres hijos. Lleg¨® sin hablar ingl¨¦s, pero ya ha obtenido una maestr¨ªa en la venerable Universidad y est¨¢ concluyendo un doctorado sobre el tema de la violencia pol¨ªtica. Reconocido experto mundial en pacificaci¨®n, ha trabajado como asesor para las Naciones Unidas y la Universidad de Harvard en varios conflictos, entre ellos, los de Afganist¨¢n, Irlanda del Norte, Bosnia, Filipinas, Sri Lanka, Chiapas y Colombia. Es miembro del Di¨¢logo Interamericano, un prestigioso think-tank alineado al Partido Dem¨®crata en Washington, donde varias comparecencias que ha
hecho en los ¨²ltimos a?os sobre la guerra y la paz han sido recibidas con creciente admiraci¨®n e inter¨¦s.
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