El Barcelona se despe?a en Santander
El equipo azulgrana, incapaz de superar el fallo de R¨¹st¨¹ que propici¨® el primer tanto, fue goleado y transmiti¨® malas sensaciones
El Barcelona se despe?¨® en Santander. Impotente en la gestaci¨®n del partido, cuando llev¨® la voz cantante, no tuvo recursos para el remonte al que se conden¨® en la jugada tonta de cada semana, protagonizada por segunda jornada consecutiva por R¨¹st¨¹, cuya titularidad ha abierto un nuevo conflicto innecesario en un club ya abrumado por los problemas deportivos. El relevo en la porter¨ªa ha sido tan improcedente y gravoso de momento como insustancial resulta el ir y venir de los delanteros: maltratado Kluivert, Saviola calent¨® ayer banquillo para suerte de Sergio Garc¨ªa hasta que el encuentro se puso chungo y Rijkaard se desdijo desde el banquillo de cuanto hab¨ªa anunciado en el vestuario. Ni d¨¢ndole la vuelta a la alineaci¨®n, le cambia la mala cara al Bar?a, que en Santander acab¨® tan descosido como en la Rosaleda, se?al de que su problema no es de forma sino de fondo.
RACING 3 - BARCELONA 0
Racing: Ricardo; Moraton, Juanma, Neru, Azoye; Afek (Matabuena, m.72), Nafti, Moran, Regueiro; Benayoun (Jonathan, m.88); y Bodipo (Javi Guerrero, m.68).
Barcelona: R¨¹st¨¹; Reiziger, M¨¢rquez (Quaresma, m.65), Puyol, Van Bronckhorst; Iniesta, Xavi, Cocu; Ronaldinho; Luis Enrique y Sergio Garc¨ªa (Saviola, m.75).
Goles: 1-0. M. 51. Regueiro saca una falta desde la derecha, la pelota rebota en el pecho de Rustu, se le escapa, Juanma gana la posici¨®n a M¨¢rquez, que empuja el bal¨®n a la red.
2-0. M. 79. Javi Guerrero mete un pase en profundidad a Regueiro, que gana la espalda a Puyol y luego se revuelve para meter un chut en vaselina que supera por alto a R¨¹st¨¹.
3-0. M. 83. Morat¨®n centra desde la banda derecha y Javi Guerrero cabecea de forma impecable a la red.
?rbitro: Iturralde Gonz¨¢lez. Amonest¨® a Mor¨¢n.
El Sardinero. 16.500 espectadores.
El sentido com¨²n y determinaci¨®n del Racing bastaron para golear al equipo de Rijkaard
El Bar?a acab¨® descosido como en M¨¢laga, se?al de que su problema no es de forma, sino de fondo
Fr¨¢gil y manso, falto de estructura y de autoestima, sin juego ni futbolistas, no encuentra el Barcelona remedio a su desasosiego. El proceder de Rijkaard es el primer s¨ªntoma de que las cosas van a peor. A cada partido que se le presenta echa una palada de tierra sobre el anterior. En un intento de recomenzar la temporada, anoche se olvid¨® de cuanto hab¨ªa proclamado sobre Iniesta y Sergio Garc¨ªa y les puso en escena para que resolvieran un choque que, coincidiendo con el a?o nuevo, se anunciaba como crucial desde el barcelonismo, necesitado de un punto de inflexi¨®n a su trayectoria descendente.
Pese a ser un futbolista liviano, Iniesta se ofreci¨® como punto de referencia de las maniobras ofensivas azulgrana, por encima incluso de Ronaldinho, que tiene una lectura del juego m¨¢s individualista, menos panor¨¢mica y, sin embargo, siempre disuasoria por su capacidad para conducir la pelota y abrir el campo desde la l¨ªnea de tres cuartos. El proceder inicial de uno y otro sobre la cancha incidi¨® incluso sobre su posible incompatibilidad, denunciada hasta ayer por el propio Rijkaard cada vez que se le preguntaba porque no les juntaba en la alineaci¨®n. El intervencionismo del enganche espa?ol en el primer tiempo lleg¨® a solapar incluso los movimientos del brasile?o, falto de campo, metido como una cu?a entre Xavi e Iniesta, sin posibilidad para intervenir con la asiduidad que acostumbra.
?nicamente cuando Iniesta entraba en acci¨®n, el Bar?a alcanzaba el ¨¢rea local. El joven centrocampista conect¨® especialmente con Sergio Garc¨ªa, un delantero que rompe con gusto, tira buenas diagonales, se perfila bien y remata todos los balones que caen en el ¨¢rea. Ricardo estuvo resolutivo en las dos ocasiones que el delantero barcelonista tir¨® entre los tres palos. Atento cuando fue exigido, el Racing sobrellev¨® el primer tiempo con m¨¢s tensi¨®n psicol¨®gica que f¨ªsica. Al Barcelona le perjudic¨® tanto la falta de extremos, o cuanto menos de jugadores de banda, como e medios con llegada. La posesi¨®n del cuero abund¨®, por el contrario, en el exceso de pasadores y redund¨® en el ausencia de jugadores contundentes o con pegada.
No mezclaron los medios con Luis Enrique ni con Cocu y Sergio Garc¨ªa qued¨® demasiado desasistido, siempre pendiente de Iniesta, convencidos como estaban el uno y el otro de que eran los ¨²nicos capaces de sorprender al adversario. Faltos de suerte frente al marco, los dos revulsivos azulgrana no lograron cambiar la rutina del equipo, tan excesivo y parado en la elaboraci¨®n y en el pase como deficitario en velocidad y desmarque. Pese a su incapacidad para generar espacios, el partido pintaba de color azulgrana, aunque fuera simplemente por presencia e insistencia.
Ocurri¨®, sin embargo, que R¨¹st¨¹ se comi¨® una falta lanzada por Reguerio en el arranque del segundo tiempo y el encuentro vir¨® hacia el lado del Racing, que no desaprovech¨® el regalo. Alcaraz estuvo tan diligente corrigiendo los desajustes de su equipo en el descanso como moviendo el banquillo. A la que caz¨® un gol, se despleg¨® a la contra de forma certera, muy a gusto con su forma de jugar. Mor¨¢n estuvo tan espl¨¦ndido en la l¨ªnea de pase como Regueiro y Javi Guerrero trabajando los espacios ante un Barcelona que renunci¨® a su ideario inicial para encomendarse a los jugadores de siempre, con Ronaldinho a la cabeza.
Rijkaard fue cambiando para aumentar la confusi¨®n, hasta sustituir a Sergio Garc¨ªa por Saviola, despu¨¦s de haber retirado ya a M¨¢rquez, una rendici¨®n en toda regla de acuerdo al enunciado del partido. El partido acab¨® como de costumbre desde el bando azulgrana. Ante la falta de criterio y de filosof¨ªa futbol¨ªstica del Bar?a, turbado por tantos consejeros como merodean al entrenador, el Racing actu¨® con sentido com¨²n y determinaci¨®n, cualidades suficientes hoy dia para golear al equipo de Rijkaard.
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