Botellona en Sanl¨²car

Estos d¨ªas ha salido publicado (EL PA?S Andaluc¨ªa, 28-12-03) un esc¨¢ndalo que afecta al alcalde de Sanl¨²car de Barrameda sobre un posible tr¨¢fico de influencias que, para colmo, desautoriza a la Guardia Civil y deja al descubierto un proceder tristemente habitual en este Ayuntamiento que nada tiene que ver con la democracia y con el respeto de los derechos civiles de la ciudadan¨ªa.

De hecho, tambi¨¦n se ha saltado a la torera las reiteradas peticiones de un grupo de ciudadanos que viven en el centro de Sanl¨²car para que acabe con los destrozos y la contaminaci¨®n ac¨²stica que la llamada "botellona" causa tanto en la propiedad privada como en los bienes de uso p¨²blico, y para que deje de consentir la apertura de bares que no cumplen los requisitos legales en los soportales de viviendas, los cuales pertenecen al patrimonio hist¨®rico de Sanl¨²car, como el Ayuntamiento c¨ªnica e hip¨®critamente ha se?alado en unos bonitos r¨®tulos que acaba de poner en los monumentos.

Pero no s¨®lo no ha atendido a estos ciudadanos que ya no saben qu¨¦ hacer para conciliar el sue?o los fines de semana, sino que, al igual que a la Guardia Civil, ha despreciado al Defensor del Pueblo andaluz, quien al no recibir respuesta del Ayuntamiento tras a?os de interpelaciones ha enviado nuestra reclamaci¨®n al Parlamento andaluz.

Menos mal que no todos los pol¨ªticos son iguales, pues existen los que advierten que los votantes no son s¨®lo los empresarios sin escr¨²pulos y los esbirros que les sirven, sino los ciudadanos que quieren vivir en paz y respetando su acervo cultural y art¨ªstico, lo cual al final redunda en la mejora de la calidad de vida de toda la ciudad. As¨ª, la Consejer¨ªa de Turismo nos ha concedido una subvenci¨®n para arreglar el antiguo Claustro del Convento de la Victoria (siglo XVII), pero ?servir¨¢ de algo restaurarlo si el Ayuntamiento sigue permitiendo que all¨ª los j¨®venes se emborrachen, griten, orinen, vomiten, pintarrajeen paredes y columnas...?