Indulto bajo presi¨®n
El periodista marroqu¨ª Al¨ª Lmrabet nunca debi¨® haber sido procesado. Tampoco condenado. Y todav¨ªa menos encarcelado. Pero el indulto decretado ayer por el rey Mohamed VI refleja al menos una voluntad de apertura y de di¨¢logo. Le acompa?an otros 32 indultos, entre ellos a seis periodistas m¨¢s condenados por diversos supuestos delitos con penas muy severas.
Los juicios son todos posteriores a los atentados del 16 de mayo en Casablanca, que llevaron a los tribunales por terrorismo a 1.600 personas sin las debidas garant¨ªas procesales y que fueron condenados a penas sumamente duras. El gesto real se acompa?a con la creaci¨®n de un organismo, la Instancia de Equidad y Reconciliaci¨®n, destinado a "cerrar definitivamente" las negras p¨¢ginas de violaciones sistem¨¢ticas de los derechos humanos en Marruecos. Lograrlo ser¨ªa un paso capital en la transici¨®n hacia la democracia.
Lmrabet llevaba siete meses en la c¨¢rcel de Sal¨¦ tras una condena a tres a?os por ultraje al rey, meramente por informar sobre la posibilidad de que el palacio real de Sjirat, cerca de Rabat, hubiera sido puesto en venta. La condena fue un intento de acallar a un periodista que dirig¨ªa dos medios sat¨ªricos, uno en ¨¢rabe y otro en franc¨¦s, cr¨ªticos con el r¨¦gimen. A pesar de su encarcelamiento, Lmrabet sigui¨® publicando sus art¨ªculos escritos desde la c¨¢rcel en diarios extranjeros, entre ellos EL PA?S. Se hallaba en huelga de hambre desde el 30 de noviembre para protestar por las condiciones carcelarias y exigir un tratamiento de preso pol¨ªtico.
El indulto y liberaci¨®n de Lmrabet han venido precedidos de una intensa campa?a internacional en medios y organizaciones profesionales y de defensa de los derechos humanos, y de una discreta pero efectiva presi¨®n por parte de los Gobiernos de EE UU y de Espa?a. Marruecos est¨¢ pendiente de la firma de un acuerdo comercial con Estados Unidos que contempla un horizonte de libre cambio y de la toma de posici¨®n del Consejo de Seguridad sobre el contencioso del S¨¢hara. La visita de Colin Powell a Marruecos y la audiencia del monarca alau¨ª a Aznar el pasado mes de diciembre pudieron resultar as¨ª decisivas para que Rabat haya realizado un gesto en pol¨ªtica de derechos humanos de la que puede sacar buen rendimiento en t¨¦rminos de imagen y de relaciones internacionales.
El sistema pol¨ªtico marroqu¨ª deber¨ªa garantizar que un caso como el de Lmrabet no vuelva a repetirse. La libertad efectiva de expresi¨®n y de informaci¨®n da la medida de la credibilidad de las transiciones hacia la democracia y es una palanca para el cambio y la modernizaci¨®n de cualquier pa¨ªs. Coartarla implica reforzar a los intransigentes que para conservar sus privilegios intentan silenciar toda cr¨ªtica.
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