Powell reconoce ahora que no tiene pruebas de la relaci¨®n entre Irak y Bin Laden
Washington y Londres presionan a la ONU para que avale la transici¨®n pol¨ªtica iraqu¨ª
Una vez m¨¢s, el Gobierno estadounidense ha reconocido que no tiene pruebas de la existencia de una posible conexi¨®n terrorista entre Al Qaeda y Sadam Husein. El secretario de Estado, Colin Powell, admiti¨® la noche del pasado jueves no tener "evidencias concretas del v¨ªnculo" entre la red terrorista de Bin Laden y el ex presidente iraqu¨ª. Powell hizo esta declaraci¨®n, contradictoria con lo que asegur¨® ante el Consejo de Seguridad de la ONU en febrero, despu¨¦s de que un prestigioso grupo de an¨¢lisis concluyera que EE UU "exager¨®" considerablemente la amenaza del arsenal iraqu¨ª.
"No he visto evidencias concretas sobre este v¨ªnculo. La posibilidad de que existiera estaba ah¨ª y creo que fue prudente considerarlo en su momento", declar¨® Powell el jueves, respondiendo al amplio estudio publicado por el Carnegie Endowment por la Paz Internacional, un think tank (grupo de an¨¢lisis) de Washington que denunci¨® y detall¨® las exageraciones del Gobierno de Bush antes de la guerra.
Son unas declaraciones muy diferentes de las de hace un a?o. El 5 de febrero de 2003, el secretario de Estado, en una dura comparecencia en la ONU, presentaba al Consejo de Seguridad un panorama muy distinto: "La relaci¨®n de Irak con el terrorismo es larga. Pero quiero atraer su atenci¨®n sobre un v¨ªnculo potencialmente mucho m¨¢s siniestro, el que une a Irak con la red terrorista de Al Qaeda, una relaci¨®n que combina el terrorismo cl¨¢sico de estas organizaciones con los m¨¦todos modernos de asesinato. Irak alberga la organizaci¨®n de Abu Musab al-Zarqawi, un colaborador de Osama Bin Laden y sus socios de Al Qaeda. (...) Los responsables iraqu¨ªes niegan estas relaciones, pero su postura no es cre¨ªble".
Aquel d¨ªa tan tenso, cuando el conflicto parec¨ªa ya inevitable, Powell aseguraba ante los miembros del Consejo que "no hay ninguna duda de que Sadam Husein tiene armas biol¨®gicas y de que puede producir r¨¢pidamente m¨¢s, muchas m¨¢s. Y tiene la capacidad para difundir esos venenos letales y esos virus de forma que puedan causar muerte y destrucci¨®n masivas. Si las armas biol¨®gicas son demasiado terribles para ser contempladas, las armas qu¨ªmicas son igualmente terror¨ªficas".
La realidad ha resultado muy distinta. Hace unos d¨ªas, muy discretamente, el Gobierno de Bush retir¨® de Irak a un equipo de 400 expertos (de un total de casi 2.000) encargados de buscar las armas de Sadam, reconociendo, sin decirlo, que su misi¨®n hab¨ªa fracasado. The Washington Post informaba el mi¨¦rcoles, bas¨¢ndose en las declaraciones del cient¨ªfico iraqu¨ª Modher Sadeq-Saba Tamimi, que despu¨¦s de la guerra del Golfo, los planes b¨¦licos de Bagdad nunca fueron m¨¢s all¨¢ de la teor¨ªa y que las armas de destrucci¨®n masiva nunca llegaron a fabricarse.
En periodo preelectoral (las presidenciales son en noviembre), la Casa Blanca no ha hecho grandes esfuerzos por despejar estas ambig¨¹edades. Muchos sondeos siguen mostrando que una gran parte de la opini¨®n p¨²blica estadounidense piensa que Irak estuvo implicado en los atentados del 11-S. Aunque el propio Bush reconoci¨® el pasado septiembre que no exist¨ªan v¨ªnculos entre Sadam y Bin Laden, el vicepresidente Dick Cheney, en sus discursos, sin relacionarlos directamente, suele incluir a Irak en la guerra contra el terrorismo.
El informe del Carnegie Endowment tambi¨¦n conclu¨ªa con la necesidad de incluir a los inspectores de la ONU en la investigaci¨®n sobre el arsenal iraqu¨ª. Washington, por ahora, prefiere limitar la participaci¨®n de Naciones Unidas al aspecto puramente pol¨ªtico. Desde hace unos meses est¨¢ presionando a su secretario general, Kofi Annan, para que vuelva a mandar a su personal a Irak, donde desde octubre s¨®lo mantiene una presencia simb¨®lica.
Ayer, Annan recibi¨® la visita de los embajadores estadounidenses y brit¨¢nicos, John Negroponte y Emyr Jones, que esperaban de nuevo convencerle. El papel de la ONU ser¨¢ uno de los temas claves de la sesi¨®n especial que el Consejo de Seguridad, a petici¨®n del secretario general, celebrar¨¢ el pr¨®ximo d¨ªa 19 para hablar del futuro pol¨ªtico de Irak y del hipot¨¦tico traspaso de poderes entre estadounidenses e iraqu¨ªes previsto para finales de junio.
Washington cree ahora que la presencia de la organizaci¨®n internacional podr¨ªa facilitar la transici¨®n despu¨¦s de que el ayatol¨¢ Al¨ª Sistani, el m¨¢ximo dirigente chi¨ª de Irak, pidiera hace unas semanas a Annan que se involucrara directamente en el proceso, petici¨®n que el presidente interino del Consejo de Gobierno iraqu¨ª, Abdelaziz al Hakim, confirm¨® en una carta confidencial a finales de diciembre. Las negociaciones prometen ser complicadas, puesto que Annan, antes de arriesgarse a regresar, exige un mandato m¨¢s claro para la ONU.
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