El control de alimentos en EE UU afectar¨¢ a productos espa?oles
Los mayores problemas ser¨¢n para las exportaciones de aceitunas, vino y aceite
Estados Unidos ha decidido llevar hasta los alimentos su campa?a antiterrorista, y ello afectar¨¢ a las empresas europeas y espa?olas, sobre todo a los exportadores de aceite, vino, aceitunas y queso. Desde el pasado 12 de diciembre, hay que someterse en EE UU a un registro previo y a controles de aduana para acreditar que el producto no amenaza a la salud p¨²blica y asegurar que no pueda emplearse con fines terroristas.
La Ley contra el Bioterrorismo presupone que los alimentos son una posible v¨ªa de entrada de agentes qu¨ªmicos, biol¨®gicos o radionucleares que pueden diseminarse r¨¢pidamente entre la poblaci¨®n. Los legisladores aluden recurrentemente a la "f¨¢cil extensi¨®n" de la salmonelosis, la disenter¨ªa o la hepatitis A.Seg¨²n estimaciones oficiales estadounidenses, casi 400.000 empresas en el mundo se ver¨¢n afectadas.
La ley quiere "reforzar la seguridad" del abastecimiento e incorpora cinco cap¨ªtulos de "obligado cumplimiento" para productores de alimentos, procesadores, empaquetadores, transportistas y detallistas, adem¨¢s de importadores o almacenes. Obliga al registro y notificar la entrada de productos "por v¨ªa terrestre, mar¨ªtima o a¨¦rea" con antelaci¨®n. Adem¨¢s ofrece estrategias contra la entrada masiva de sustancias t¨®xicas en alimentos.
La primera estrategia es cerrar las fronteras y controlar el mercado interior. Seg¨²n Juan Ram¨®n Hidalgo, uno de los pocos juristas espa?oles especializados en seguridad alimentaria, ello supone "extremar al m¨¢ximo" el control sobre proveedores y procesos de producci¨®n, pero no parece que vaya a incidir sobre la calidad del producto ni mucho menos en la posibilidad de introducir alg¨²n germen o producto t¨®xico.
Jos¨¦ Juan Rodr¨ªguez, director del Observatorio de la Seguridad Alimentaria de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, coincide: "No creo que la ley redunde en la seguridad alimentaria". M¨¢s bien, se?ala, "parece destinada" a incrementar el control policial, lo que va a implicar mayores tr¨¢mites burocr¨¢ticos, y a afianzar una filosof¨ªa que podr¨ªa ir m¨¢s all¨¢ de los alimentos y aplicarse en un futuro a otros segmentos como el de los envases o incluso el de los juguetes.
Para Mar¨ªa Neira, presidenta de la Agencia Espa?ola de Seguridad Alimentaria, la entrada en vigor de la ley no supondr¨¢ mucho cambio para las empresas espa?olas. Medidas como el registro obligatorio ya se aplican con protocolos similares en Europa, donde "puede retirarse cualquier producto del mercado en apenas 24 horas". Neira cree que un alimento dif¨ªcilmente podr¨¢ usarse como arma: "Los casos ser¨ªan siempre muy aislados y de manejo relativamente simple".
Eduard Mata, director de la Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria, va un poco m¨¢s lejos: "Con los registros existentes en Europa se podr¨ªa localizar f¨¢cilmente el origen de un lote de conservas contaminado". M¨¢s dif¨ªcil ser¨ªa con la carne u otros productos perecederos, pero ¨¦stos escapan al control de una ley como la estadounidense. "EE UU tiene un sistema de control alimentario muy fragmentado y disperso", concluye Mata.
Seg¨²n la Federaci¨®n Espa?ola de Industrias de la Alimentaci¨®n y Bebidas (FIAB), la ley va a ser un obst¨¢culo adicional a la exportaci¨®n, sobre todo por los y requerimientos adicionales comola notificaci¨®n de env¨ªos, con plazos arduos si el alimento entra por mar. En cualquier caso, matiza Horacio Gonz¨¢lez Alem¨¢n, portavoz de FIAB, la norma dif¨ªcilmente colapsar¨¢ el mercado espa?ol. S¨®lo un 4% de los productos agroalimentarios que se exportan se destinan a Estados Unidos(827 millones de euros de un total de 20.200 en 2002). De ellos, los m¨¢s afectados ser¨ªan las conservas y, en espeical, las aceitunas (300 millones de euros), vino, aceite y queso.
Terrorismo en la sopa
La OMS entiende que los alimentos pueden constituir un "veh¨ªculo para la diseminaci¨®n" de enfermedades infecciosas, seg¨²n el informe publicado en mayo de 2002 sobre seguridad alimentaria y bioterrorismo. Y la Academia Nacional de Ciencias de EEUU sostiene que la larga cadena de procesos que lleva un alimento de la granja o el mar a la mesa es "extremadamente vulnerable".
Aunque los expertos suelen mostrar reservas sobre un ataque terrorista a trav¨¦s de los alimentos o del agua potable, la mayor¨ªa cree que la introducci¨®n deliberada de agentes infecciosos o t¨®xicos en alguna fase de la producci¨®n puede llegar a colapsar los sistemas nacionales de salud y extender el p¨¢nico. Como ejemplos de posibles sabotajes, aunque no intencionados, los expertos citan los 170.000 afectados por el consumo de leche contaminada en una planta de EE UU en 1985, o las 224.000 que en 1994 requirieron atenci¨®n m¨¦dica en ese pa¨ªs por la contaminaci¨®n de crema de helado con salmonela.
El cat¨¢logo de enfermedades alimentarias suele incluir la contaminaci¨®n del aceite de colza en Espa?a en la d¨¦cada de los 80 y se extiende, seg¨²n informe reciente de la UE, la posibilidad de extender enfermedades animales como la fiebre aftosa o la peste porcina, inocuas en humanos, o incluso el mal de las vacas locas. Los costes econ¨®micos justificar¨ªan su inclusi¨®n en la lista de "agentes bioterroristas".
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