Roma saborea el triunfo

A la sombra del tulipier du Gabon, uno de los pocos ¨¢rboles que circundan los parterres de entrada al hotel Meridien, insospechado final de la pen¨²ltima etapa del Rally Dakar, se arracimaban ayer periodistas y aficionados. Entre los tel¨¦fonos m¨®viles y el boca a boca circulaban rumores. Algunos, falsos, como el de que se suspender¨ªa la jornada final. Otros, alarmantes, como el de que Joan Roma las estaba pasando canutas. Al fin, llegaron los primeros camiones, el primer veh¨ªculo de KTM, con noticias tranquilizadoras. Y poco despu¨¦s Nani a lomos de su ktm. No, no hab¨ªa sufrido ning¨²n inconveniente de ¨²ltima hora. Ya esta en Dakar. Lo ha logrado por primera vez despu¨¦s de a?os de perseguir su sue?o. Pero est¨¢ tranquilo. S¨®lo aflora en ¨¦l un ligero tono de indignaci¨®n cuando desmiente ciertas informaciones. "?Que quemen Internet!", exclama... en tono amable; "o que le digan alguna cosa al personaje que introduce los datos porque est¨¢n haciendo sufrir de lo lindo a mi familia. A mi madre, un d¨ªa, le va a dar algo".

"?Que quemen Internet! O que le digan algo al que mete los datos. A mi madre le va a dar algo"

Roma salv¨® el pen¨²ltimo obst¨¢culo, los 396 kil¨®metros desde Nuakchott hasta Dakar, 196 de ellos cronometrados, sin grandes sobresaltos. Bien es verdad que Richard Sainct, que durante m¨¢s de media carrera ha sido el ¨²nico capaz de tenerle a tiro, gan¨® y rebaj¨® en algo m¨¢s de dos minutos su desventaja de siete y pico. Incluso, dijo, el franc¨¦s crey¨® ver que Nani, en una prueba en la que no estaban permitidos los sistemas de navegaci¨®n, se perd¨ªa y que s¨®lo volv¨ªa a la buena senda al coger la rueda del italiano Meoni.

"He dejado que Sainct se fuera. Sab¨ªa que, en una especial tan corta, no iba a perder siete minutos. Me he regulado. Eso es lo que ha sucedido. Y por eso he perdido alg¨²n tiempo", cont¨® Nani, de pie junto a su moto, bajo un sol de justicia, embutido en su mono, retenido durante unos 45 minutos por una nube de reporteros que obten¨ªan respuestas en franc¨¦s, en ingl¨¦s, en castellano y en catal¨¢n. Entre medias, un par de aut¨®grafos; una docena de fotos, una de ellas con tres aficionados desplazados desde Vic, su ciudad natal, y un m¨ªnimo receso en el que le pasaron un m¨®vil para hablar unos instantes con su esposa, Rosa, que el viernes lleg¨® a Dakar junto a Abril, una de sus dos hijas. "Hay que ser prudentes. Queda la ¨²ltima etapa. Tengo que mantener la concentraci¨®n y rodar como lo he hecho hoy", insisti¨®. Pero, claro, en ese punto, nadie le daba cr¨¦dito. Porque la ¨²ltima etapa es, lo ha sido siempre, un paseo triunfal. Ser¨¢ corta, de 106 kil¨®metros, s¨®lo 27 cronometrados junto al lago Rosa, antes de emprender un tramo de enlace hasta el hotel.

Roma ya est¨¢ en Dakar como l¨ªder de la carrera que m¨¢s se le ha atravesado a ¨¦l y a todos los espa?oles. Ca¨ªdas, problemas mec¨¢nicos, equivocaciones a la hora de tomar el camino id¨®neo en el inmenso desierto, pasarse o quedarse corto al pisar el acelerador... De todo menos triunfos han cosechado en las 25 ediciones anteriores de esta marat¨®n de aventura, resistencia y velocidad a partes iguales. Carles Mas, Jordi Arcarons, ?scar Gallardo... Los mejores de las excelentes generaciones de los tres ¨²ltimos decenios se han pasado el relevo sin haber obtenido una victoria que premiara su talento y su perseverancia y que diera una nueva dimensi¨®n al motociclismo espa?ol. El propio Nani parec¨ªa un clon de sus predecesores: siete abandonos y una ca¨ªda en sus ocho participaciones anteriores cuando al menos tres veces ya paladeaba la gloria.

A fuerza de perder ocasiones de oro y de repetir segundos puestos, hasta siete, el empe?o de los espa?oles fue aumentando la frustraci¨®n y adquiriendo un tinte de cruzada in¨²til. En la misma medida, aument¨® la cotizaci¨®n de un triunfo en Dakar con todas las supersticiones a que dan pie entre los deportistas estad¨ªsticas tan descorazonadoras. Por ejemplo, Joan Porcar, uno de los pioneros de la carrera, no se atrev¨ªa a vaticinar nada en el avi¨®n que el viernes llev¨® a Dakar a un numeroso grupo de familiares, organizadores y periodistas con la ilusi¨®n y la avidez de presenciar por fin un ¨¦xito tan acariciado. Tom¨® el micr¨®fono y, tras dar algunos buenos consejos antes de aterrizar, matiz¨®: "Ya sab¨¦is que estamos ante una ocasi¨®n hist¨®rica. Pero, bueno, no os digo nada porque otras veces he estado en una situaci¨®n similar y... Mejor tocar madera". Pero Abril, la pizpireta hija de siete a?os de Nani, ajena a todo, como si fuera una azafata, repart¨ªa unos caramelos blandos con forma de osito, el de la suerte. La obtuvo. Un espa?ol, su padre, ganar¨¢ y ella lo ver¨¢.

16? y pen¨²ltima etapa: Motos: 1. R. Sainct (Fra / KTM), 2h. 21m 48s. 2. J. Roma (KTM), a 2m 5s. 11. I. Esteve (KTM), a 15m 49s. Coches: 1. J. Kleinschmidt (Ale / Volkswagen), 2h 34m 49s. 2. L. Alphand (Fra / BMW), a 59,03s. 3. H. Masuoka (Jap / Mitsubishi), a 1m 24s 5. J. M. Servi¨¢ (Schlesser Ford), a 2m 41s.

Clasificaciones generales: Motos: 1. J Roma, 55h 39m 22s. 2. R. Sainct, a 5m 2s. 20. A. P¨¦rez (KTM), a 10h 47m 17s. 23. I. Esteve, a 12h 8m 25s. Coches:

1. S. Peterhansel (Fra / Mitsubishi), 53h 28m 32s. 2. H. Masuoka, a 51m 23s. 3. J. L. Schlesser (Fra / Schlesser Ford), a 3h. 3m 47s. 18. J. M. Servi¨¢, a 24h 13m 10s.