El MNAC localiza 'Playa de Portici', de Fortuny, y lo incorpora a la retrospectiva del artista

En el verano de 1874, Fortuny pas¨® el verano en Portici, a los pies del Vesubio, en lo que era un momento crucial en su trayectoria. Quer¨ªa dejar a su marchante y, afirmaba, "pintar a mi gusto y todo lo que me d¨¦ la gana". La ¨²nica obra destinada al comercio que incorporaba sus ¨²ltimos hallazgos era Playa de Portici, un ¨®leo que dej¨® inacabado y del que no se ten¨ªan noticias desde su ¨²ltima exposici¨®n en 1887. El azar ha querido que se haya localizado el cuadro en una colecci¨®n estadounidense, por lo que, dada su importancia, se ha incoporado a la retrospectiva que hasta el 15 de febrero le dedica el Museo Nacional de Arte de Catalu?a (MNAC).

Pensaba titularlo Villeggiatura (Veraneo), pero al quedar inacabado la historia lo conoce como Playa de Portici. Es una de las ¨²ltimas grandes obras de Mari¨¤ Fortuny (1838-1874), la primera de tema marino y la que parece augurar que la luz se estaba convirtiendo en su gran obsesi¨®n. Es una obra llena de detalles que cuesta distinguir al principio, pero que van revel¨¢ndose con la observaci¨®n atenta de esta obra, en la que se adelanta al iluminismo posterior de artistas como Sorolla y parece confirmarse que los intereses del pintor lo acercaban a los impresionistas.

Fortuny hab¨ªa recibido ya una oferta de compra de la obra por 75.000 francos y en octubre de 1874 escrib¨ªa a su amigo Charles Davillier describi¨¦ndole la obra y explic¨¢ndole que le faltaba poco m¨¢s de un mes para acabarla. Cuando se acab¨® el feliz veraneo en noviembre, Fortuny y su familia volvieron a Roma para reanudar el trabajo y comenzar esta nueva etapa que se auguraba tan fruct¨ªfera. Falleci¨® el 21 de noviembre dejando la obra inacabada. A su muerte, todas las obras del taller se subastaron en el Hotel Drouot de Par¨ªs, en 1875, y la pieza acab¨®, por 49.800 francos, en manos de un coleccionista estadounidense, A. T. Stewart. Tras fallecer ¨¦ste, su colecci¨®n se subast¨® en Nueva York en 1887. Fue la ¨²ltima vez que pudo verse Playa de Portici, de la que se conoc¨ªa una fotograf¨ªa publicada en los a?os treinta por el hijo del artista y diversos dibujos y esbozos. Todos los intentos por localizarla fueron infructuosos. El azar quiso que, con motivo de la retrospectiva de Fortuny, que ya ha recibido m¨¢s de 82.000 visitas en el MNAC, una persona indicara a los comisarios de la exposici¨®n que hab¨ªa visto un fortuny con dos mujeres en una playa en una colecci¨®n americana. Las antenas de los comisarios se alertaron y r¨¢pidamente pudieron comprobar que, efectivamente, se trataba de Playa de Portici. Finalmente, con la petici¨®n de reserva del anonimato, los actuales propietarios han accedido a prestarla para que se incorporara a la exposici¨®n, que se ha prorrogado.

Eduard Carbonell, director del MNAC, destac¨® que esta obra es "la m¨¢s emblem¨¢tica de la ¨²ltima etapa de Fortuny". Carbonell indic¨® que ha entregado un informe sobre el museo a la nueva consejera de Cultura, Caterina Mieras, y valor¨® que ¨¦sta considere al centro una prioridad. "Era un asunto pendiente que ten¨ªa que resolverse desde hac¨ªa a?os", indic¨®.